Testigos relataron los momentos de terror vividos en la costanera de Niza.

estos humanos, miembros mutilados y un río de sangre dejó a su paso el camión que atropelló a una multitud en una carrera que sembró muerte y desolación a lo largo de dos kilómetros en la costanera de Niza, durante una celebración con fuegos artificiales por el día de la Toma de la Bastilla.

La dantesca escena fue relatada por testigos que lograron escapar a la masacre y vivieron momentos de pánico en el “peor ataque jamás perpetrado en la historia de esta ciudad”, según lo definieron las autoridades locales.

“Sentí el roce de la muerte”, comentó un testigo en diálogo con “Express” aún en estado de shock. “Vi gente triturada, cabezas ensangrentadas y miembros arrancados”, completó en su relato.

“En menos de 30 segundos, decenas de personas desbordaron el local. Se habían salvado por un suspiro”, relató Thomas Russo, dueño de un restaurante italiano, ubicado en un local a metros de la heladería “Pinocho”, donde trabaja Antonino, quien confirmó: “Vi gente ingresando en masa, gritando y pidiendo ayuda. Afuera llegué a ver al menos cuatro cadáveres, que después fueron cubiertos por los bomberos”.

En diálogo con Ansa, Antonino afirmó que la escena era indescriptible, con gente herida y una mujer que sufrió una crisis de epilepsia dentro de su local, frente al cual “aterrizaron dos helicópteros de la policía”.

“El camión de la muerte pasó a pocos metros de mí y no llegué siquiera a reaccionar. En ese momento, vi cuerpos volando por el aire como si fuesen bolos arrojados con violencia por una fuerza gigantesca”, afirmó otro testigo.

Presa del pánico, la multitud se dispersó en estampida buscando ponerse a salvo. Un centenar de personas se arrojó al mar para intentar ponerse a salvo del camión, informó el diario Le Figaro.

Una mujer dijo a France Info que junto a otros había huido aterrorizada: “El camión llegó zigzagueando por la calle. Corrimos a un hotel y nos escondimos en los baños con un montón de gente”.

Otra mujer dijo a la emisora que buscó refugio en un restaurante de la costanera junto a otras 200 personas hasta que las cosas se calmaron unas dos horas después del ataque.

Damien Allemand, corresponsal del periódico Nice Matin reportó desde el lugar cuando ocurrieron los hechos: “La gente corre. Hay pánico. (El camión) Avanzó por el paseo sobre la multitud (...) la gente está cubierta de sangre. Debe de haber muchos heridos”.

Allemand dijo que ese camión aplastaba personas a metros de él, pero al principio no se daba cuenta. “Mi primer pensamiento fue que se trataba de un gracioso. Un gran camión blanco iba dando volantazos para atropellar a la mayor cantidad de gente”, relató.

Un argentino estaba cenando con su esposa y sus dos hijos en un restaurante de la rambla de Niza. Desde el lugar, escuchaban gritos y gente corriendo de manera desesperada. “Los chicos me preguntaban: ‘Papá, ¿nos van a matar? ¿son ladrones? ¿nos van a robar?”, contó Lucas al canal TN.

“Era un caos absoluto, la gente gritaba”, contó un periodista de la AFP presente en la masacre. “El camión pasó justo al lado de mí y solo tuve unos pocos segundos para ponerme a salvo”, contó el periodista, todavía muy conmocionado por el incidente. “Salté hacia un lado” para evitar al camión, indicó. “Los restos volaban por todos lados e incluso tuve que protegerme la cara”, agregó.

El periódico local además publicó fotos de un camión “acribillado a balazos” e imágenes de servicios de emergencia atendiendo a los heridos.

Por su parte, los habitan- tes de Niza y las autoridades hicieron correr una cadena de solidaridad a través de las re- des sociales para que las personas que estuvieran por la calle en la ciudad después del atentado pudieran encontrar un refugio.

Muchas personas ofrecieron sus casas con el “hashtag” #PortesOuvertesNice (PuertasAbiertasNiza) para encontrar un refugio para la noche, siguiendo las consignas de las autoridades de no permanecer en la calle para permitir circular sin cortapisas a los servicios de urgencias que evacúan a los heridos, y por los posibles riesgos de nuevos ataques.

Por otro lado, el Ministerio de Exteriores puso en marcha una célula de ayuda a las víctimas del ataque de Niza con un número de teléfono.

Francia se ha convertido en el blanco preferido de los terroristas. En un año y medio, bajo de diversas modalidades, los atentados se han cobrado más de 230 víctimas.

Pero lo más efectivo es el horror que generan. Esta vez fue Niza, que se destaca por su seguridad y tranquilidad. Y ocurrió en una fecha clave en la historia francesa. Una prueba de que los terroristas, aún cuando sean "lobos solitarios", no dejan nada librado al azar.

Pero su éxito no se mide por el total de víctimas que generan en cada acción, su mayor logro es la difusión en todo el mundo de imágenes con cuerpos mutilados, así generan el terror y obtienen su triunfo.

Francia se ha convertido en el blanco preferido de los terroristas. En un año y medio, bajo de diversas modalidades, los atentados se han cobrado más de 230 víctimas. Pero lo más efectivo es el horror que generan. Esta vez fue Niza, que se destaca por su seguridad y tranquilidad. Y ocurrió en una fecha clave en la historia francesa.

Una prueba de que los terroristas, aún cuando sean "lobos solitarios", no dejan nada librado al azar. Pero su éxito no se mide por el total de víctimas que generan en cada acción, su mayor logro es la difusión en todo el mundo de imágenes con cuerpos mutilados, así generan el terror y obtienen su triunfo.

El hall central del hotel VIP “Negresco” de Niza se transformó en pocos minutos en un hospital de campaña para atender a los heridos que dejó el atentado perpetrado con un camión y armas.

El hotel acogió a decenas de heridos, algunos de ellos muy graves, que fueron evacuados por los servicios sanitarios, mientras varias personas recorrían ayer el lugar en busca de parientes o amigos que perdieron de vista durante la estampida humana.

Mientras las agencias internacionales informaban sobre la masacre en la costanera de Niza, también circuló la versión de una toma de rehenes en un restorante y un presunto atentado en la Torre Eiffel, lo que generó más pánico.

Las autoridades desmintieron ambos hechos. No hubo toma de rehenes y en París lo que sí ocurrió fue un accidente con pirotecnia debajo de la Torre que rápidamente fue sofocado.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó firmemente “lo que parece ser un horrible ataque terrorista” en Niza, donde más de setenta personas fallecieron ayer.

“Nos solidarizamos con Francia, nuestro más antiguo aliado, en momentos en que enfrenta este ataque”, declaró Obama en un comunicado, y ofreció la ayuda de Estados Unidos en la investigación para hallar a los responsables de la tragedia.

“Otro ataque horrible, esta vez en Niza, Francia. Varios muertos y heridos. ¿Cuándo aprenderemos? Esto sólo empeora”, escribió en Twitter Donald Trump, comentando la masacre de Niza. El candidato dijo a la cadena FoxNews que los “controles en las fronteras de Estados Unidos deben ser mucho más estrictos”.

Y aclaró que “si (lo ocurrido en Niza) resulta ser obra del terrorismo islámico, el presidente Barack Obama debería decirlo”.

OTRO GOLPE DEL TERRORISMOANSA/REUTERS/EFE/AFP