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Temer promete recorte de gasto para frenar el déficit

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Michel Temer,  junto a sus asesores y su personal de seguridad. Foto: Reuters

El gobierno pidió celeridad al Parlamento para que aprueben las medidas.

El presidente interino de Brasil, Michel Temer, se comprometió ayer a recortar el gasto público y a "hablar el idioma del mercado" para lograr el objetivo de déficit marcado por su Gobierno, más de 47.500 millones de dólares este año, casi el 2,75 % del PIB y que aún tendrá que ser aprobado por el Congreso.

La aprobación de la nueva meta de déficit, que prácticamente duplica los cálculos previstos por el equipo de Dilma Rousseff, será la primera prueba de Temer ante el Congreso, que debatía al cierre de esta edición las cuentas del nuevo Gobierno en una sesión maratónica que se extendió hasta la madrugada.

El presidente interino, que asumió tras la decisión del Senado de separar a Rousseff del cargo, necesita una contundente mayoría en el Congreso para demostrar la fortaleza de su Gobierno, que el lunes, solo diez días después de asumir, sufrió su primera crisis, que derivó en la salida del ministro de Planificación, Ramiro Jucá, tras la difusión de una grabación en la que sugería frenar la investigación sobre los desvíos en Petrobras.

En un claro mensaje al mercado, Temer anunció ayer que enviará al Congreso una enmienda constitucional para limitar el crecimiento del gasto público al equivalente de la inflación del año anterior, entre un conjunto de medidas destinadas a recuperar la golpeada economía del país.

En una reunión con los líderes de los partidos en el Congreso, adelantó un refuerzo millonario para el Tesoro Nacional y pidió a los legisladores que agilicen la aprobación de las medidas económicas que plantea el Ejecutivo, como la reforma de las pensiones.

El objetivo, insistió, es reducir el déficit fiscal y el gasto público que, según estimaciones del nuevo equipo económico, saltó desde el equivalente al 11 % del PIB en 1991 al 19 % del PIB en 2015, lo que representa un aumento anual de 0,3 puntos porcentuales.

Mientras que los ingresos públicos crecieron a una tasa anual del 14,5 % entre 2008 y 2015, los gastos saltaron un 51 %, de acuerdo con los cálculos del nuevo Gobierno.

"Los gastos tienen una trayectoria insostenible y no podemos condenar al pueblo en el futuro a grandes dificultades", afirmó Temer.

Además, el presidente interino pretende avanzar en la reforma del sistema previsional y se propone abrir a terceras empresas la explotación de los gigantescos yacimientos petroleros de la región del presal, en aguas profundas del Atlántico, ahora exclusivamente en manos de la estatal Petrobras.

En palabras del ministro de la Presidencia, Eliseu Padilha, el Gobierno quiere "optimizar" sus asociaciones con el sector privado y "hablar el idioma del mercado".

"Agresión psicológica".

Temer, que prometió rescatar a Brasil de la crisis con un gobierno de "salvación nacional", fue recibido el lunes con gritos de "golpista" en el Congreso cuando fue a entregar personalmente la propuesta para reducir la meta fiscal de este año.

Las consignas "Fuera Temer" y "Temer jamás" proliferan en las redes sociales de militantes de izquierda, y en actos culturales en todo el país de la mano de la clase artística que resiste a las políticas liberales anunciadas por su gobierno.

"Hemos sido víctimas de agresiones. Sé como funciona eso, la agresión psicológica para ver si amedrentan al gobierno", advirtió Temer ayer, al tiempo que instó a su equipo a ignorar esas manifestaciones y dedicarse a "cuidar del país".

Ayer, el mandatario aprovechó también la reunión con los líderes parlamentarios para reivindicar la legitimidad del proceso que le llevó a la Presidencia en sustitución de Rousseff.

"Quiero refutar a quienes todo el tiempo dicen que en Brasil hubo una ruptura constitucional, porque eso no es cierto, porque yo soy producto de la Constitución", expresó Temer, quien sostuvo además que ha comenzado a "reinstitucionalizar al país".

Allanamientos por Petrobras.

La policía brasileña dijo ayer que investigó a las unidades locales de tres siderúrgicas internacionales, entre ellas la argentina Tenaris, durante el segundo día de allanamientos en el marco del caso de corrupción en la compañía estatal Petrobras.

Los fiscales y la policía dicen que Apolo Tubulars, propiedad en un 50 % de la firma United States Steel, y Confab, unidad brasileña de Tenaris SA, estaban involucradas en un esquema de sobornos que tenía lugar en Petrobras. Tenaris, con sede el Luxemburgo, es parte del grupo acerero ítalo-argentino Techint.

La policía explicó que no tiene pruebas de corrupción en el fabricante de ductos francés Vallourec SA pero que continúa su investigación de la unidad de la compañía en Brasil, conocida como V&M.

Interoil Representações Ltda, con sede en Río de Janeiro, también estuvo involucrada en el esquema de sobornos en Petrobras. La compañía declinó hablar con la prensa.

En Brasil, Interoil Representações tiene el 5 % de la unidad local de la compañía alemana de tanques de petróleo Oiltanking GmbH. El abogado de la firma no devolvió llamadas.

Michel Temer,  junto a sus asesores y su personal de seguridad. Foto: Reuters
Michel Temer, junto a sus asesores y su personal de seguridad. Foto: Reuters

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