El presidente de Brasil, Michel Temer, prevé que algunos de sus ministros renuncien tras verse implicados en la enorme investigación por la red de corrupción en torno a Odebrecht, pero afirmó que eso no impedirá que su gobierno apruebe importantes reformas económicas.
Ocho de los ministros de Temer fueron mencionados por ejecutivos de Odebrecht en testimonios de delación compensada divulgados la semana pasada.
Temer reiteró que no cesará a ningún ministro antes de que sean acusados formalmente por fiscales, lo que podría tomar meses o incluso años. Sin embargo, dijo que el escándalo es "vergonzoso" y podría llevar a que algunos funcionarios renuncien.
Los testimonios de los ejecutivos de Odebrecht agravaron una crisis que comenzó hace tres años con una investigación sobre sobornos en la estatal Petrobras y que ya contribuyeron al proceso que llevó a la destitución de la presidenta Dilma Rousseff el año pasado.
En tanto, un juez estadounidense falló ayer lunes que Odebrecht debe pagar una multa por 2.600 millones de dólares, en el marco de un acuerdo alcanzado entre la constructora brasileña y autoridades de Estados Unidos (93 millones), Brasil (2.390 millones) y Suiza (116 millones) por hechos de corrupción en esos países.
CORRUPCIÓN EN BRASIL