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Tarjeta roja a los ilegales

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Donald Trump. Foto: Reuters.
Republican presidential hopeful Donald Trump gives the key note speech at the Republican Party Lincoln Day event in Birch Run, Michigan, August 11, 2015. REUTERS/Rebecca Cook
REBECCA COOK/REUTERS

Después que impulsó la etapa inicial de su campaña para conquistar la candidatura a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano con comentarios cáusticos y controvertidos sobre los inmigrantes indocumentados, Donald Trump planteó, a través de su sitio web oficial, su plan destinado a arreglar el sistema de inmigración y abordar la situación de las personas que se encuentran ilegalmente en el país, incluyendo la expulsión de sus hijos, aún en los casos en que nacieron en territorio estadounidense.

Ello implica reformar uno de los fundamentos de la Constitución.

Los planteos del magnate, de 69 años, quien lidera la preferencia de los votantes republicanos sobre sus rivales por once puntos de diferencia, situaron al polémico problema de la inmigración en el centro de la campaña electoral con vista a las primarias de las que surgirán los candidatos de los partidos Republicano y Demócrata, el año próximo.

El documento de Trump titulado "Reforma migratoria que hará de nuevo grande a Estados Unidos", tiene como fundamento varios principios. El primero establece que "una nación sin fronteras, no es una nación", un tema que Trump reitera en cada uno de sus discursos y para ello propone construir un muro a lo largo de la frontera sur con México. Ratificó su promesa de hacer que México pague por el muro y expuso que lo lograría, en gran medida, mediante el incremento de las tasas al movimiento fronterizo, visas y documentos para cruzar la frontera, lo que dificultará y encarecerá los arribos a Estados Unidos.

Otra manera de obligar a México a pagar el costo del muro será "embargar las remesas derivadas de los trabajadores ilegales". Una veda a las remesas atacará líneas vitales de muchos años entre inmigrantes mexicanos y otros hispanos en Estados Unidos y sus familias que permanecen en sus países de origen, con frecuencia padres de más edad o niños, quienes dependen regularmente de los pagos que hacen los trabajadores que se encuentran en Estados Unidos.

Trump señala, entre sus argumentos, que los inmigrantes mexicanos indocumentados son delincuentes sin educación que viven de miles de millones de dólares que los contribuyentes estadounidenses deben destinar a su atención médica y educación.

"Dejarán de aprovecharse de nosotros", indica el plan.

Alrededor de 35 millones de personas que viven en Estados Unidos nacieron en México o afirman ser de descendencia mexicana, de acuerdo con las cifras del Censo, en tanto los mexicano-estadounidenses son el grupo de nuevos votantes de crecimiento más rápido. Alrededor de la mitad de los inmigrantes mexicanos es indocumentada, por lo que sigue atentamente todo el debate sobre la inmigración.

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Estricto.

Asimismo, la propuesta de Trump promueve el fortalecimiento del brazo policial de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), que tiene 5.000 funcionarios, y endurecer las penas para los "millones de personas que vienen a Estados Unidos con visas temporales, pero se niegan a marcharse". Quiere exigir a los solicitantes de ingreso al país que certifiquen que cuentan con los recursos para pagar su alojamiento, atención de la salud y otras necesidades.

La campaña de Trump difundió el plan momentos después de que el aspirante a la candidatura apareció en una entrevista con Chuck Todd, en el programa Meet the Press, de la televisora NBC, durante el cual abordó con amplitud sus planes de deportación de inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos.

"Debemos mantener a las familias unidas, pero tienen que irse", afirmó Trump.

Cuando Todd le preguntó cómo lograría esa meta si fuera presidente, especialmente teniendo en cuenta el costo, el aspirante a la candidatura respondió con preguntas propias. "¿Usted cree que los ilegales que están aquí generan un costo tremendo? ¿Cree que hay tremendos delitos cometidos por los ilegales?".

Si bien plantea deportarlos, prometió "acelerar los trámites para que la gente pueda volver". Pero, puntualizó: "La gente de bien podrá volver".

Los delitos cometidos por los inmigrantes ilegales han sido foco de la campaña de Trump. Acusó a México de enviar a delincuentes y violadores a Estados Unidos y ha enfurecido a los hispanos con esas afirmaciones. En su propuesta formal de política, Trump sostiene que "los líderes de México se han aprovechado de Estados Unidos mediante el uso de la inmigración ilegal para exportar los delitos y pobreza de su país".

Otra parte de su plan consiste en aplicar un sistema nacional de verificación electrónica y terminar con el derecho a la ciudadanía de los hijos de inmigrantes ilegales nacidos en Estados Unidos. Afirma que todos los inmigrantes indocumentados deben ser deportados, incluyendo los jóvenes que llegaron a Estados Unidos siendo niños y han recibido protección a través de decretos que aprobó el presidente Barack Obama. Su planteo deja implícito que deportaría a ciudadanos estadounidenses si sus padres están sin estatus legal. Esto significa terminar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento, una propuesta que la mayoría de los republicanos en la carrera hacia la presidencia ha evitado, debido a que es difícil de aprobar y pone en riesgo alienar del partido a los hispanos y también a muchos afro-estadounidenses. Su propuesta involucra la modificación de la Enmienda 14a. de la Constitución, que permitió liberar a los esclavos africanos para que se convirtieran en ciudadanos después de la Guerra Civil.

La Enmienda 14a., que fue ratificada el 9 de julio de 1868, en su Sección 1, establece lo siguiente: "Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos y sometidas a su jurisdicción son ciudadanos de los Estados Unidos y de los Estados en que residen. Ningún Estado podrá dictar ni dar efecto a cualquier ley que limite los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos; tampoco podrá Estado alguno privar a cualquier persona de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal; ni negar a cualquier persona que se encuentre dentro de sus límites jurisdiccionales la misma protección de las leyes".

El debate sobre ese derecho volvió al Congreso en marzo pasado de la mano del senador republicano por Louisiana, David Vitte, que presentó una enmienda para restringirlo. De prosperar esa enmienda, se limitaría el derecho de ser ciudadanos de Estados Unidos a los hijos de inmigrantes con la llamada "green card" o "tarjeta verde" (documento de residencia legal permanente) o que presenten servicios en las Fuerzas Armadas.

El derecho incondicional a la nacionalidad por lugar de nacimiento ("ius solis", el derecho al suelo, término jurídico en latín), está extendido en el continente americano, pero solo 30 entre lo más de 194 países del mundo lo garantizan, según un análisis elaborado en 2010 por el Centro de Estudios de Inmigración, una organización independiente con sede en Estados Unidos. Entre los países desarrollados, solo Canadá y Estados Unidos ofrecen ese derecho sin restricciones.

En el debate televisado entre varios postulantes republicanos a la presidencia, Trump se jactó de haber introducido el tema. "Si no fuera por mí, ni siquiera se hablaría de la inmigración ilegal, Chris. No estarías hablando de esto. No era un tema", dijo el empresario a Chris Wallace, uno de los moderadores del debate transmitido por la cadena de TV Fox.

Dentro de su plan, Trump impulsa el incremento del salario temporario a quienes tengan visas del tipo H-1B, que permiten a empresas estadounidenses contratar personal especializado en áreas específicas como ingeniería, arquitectura, ciencias, matemáticas y medicina, entre otras.

Un problema grave: 11,4 millones sin documentos.

Sin duda, Estados Unidos enfrenta un problema enorme por la presencia en su territorio de los extranjeros sin documentos. El Departamento de Seguridad Nacional, indica que 11,4 millones de inmigrantes ilegales viven en territorio estadounidense.

Un informe elaborado por el Pew Research Center, indicó que el 52% de los inmigrantes no autorizados proviene de México, aunque su cifra ha declinado en los últimos años.

Agregó que seis estados —California, Texas, Florida, Nueva York, Nueva Jersey e Illinois— tienen el 60% de los inmigrantes no autorizados. Nevada cuenta con la participación más grande (8%) de ilegales en su población. También precisó que la población extranjera ilegal representa el 5,1% de la fuerza laboral del país, según las últimas cifras disponibles, de 2012.

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Donald Trump. Foto: Reuters.

Impacto de Trump: plantea quitar ciudadanía a hijos de indocumentadosTHE NEW YORK TIMES Y EFE 

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