"El Cepillo" Rodríguez dijo haber mandado a matar a los estudiantes desaparecidos en México porque se creía que eran del grupo "Los Rojos". Hoy se conoció qué fue lo que declaró.
La fiscalía general de México llegó a la conclusión de que 43 estudiantes desaparecidos en septiembre fueron masacrados por un grupo de narcotraficantes que los confundió con una banda rival, comenzando a cerrar las investigaciones de una tragedia que conmovió a los mexicanos y sacudió al gobierno.
Felipe "El Cepillo" Rodríguez, miembro del grupo narco Guerreros Unidos detenido días atrás, organizó la ejecución de los jóvenes por instrucciones de un líder de la organización, dijo el martes la fiscalía tras la confesión del criminal.
Este sicario de Guerreros Unidos fue quien según él, se encargó de organizar de liquidar a los estudiantes tras recibir una orden de su jefe.
El País de Madrid dio cuenta de su declaración. “'El Chucky' (su jefe) me llamó por teléfono y me dijo que me iban a entregar dos paquetes con detenidos y que eran de Los Rojos (…) Eran entre 38 y 41, no los conté; algunos venían amarrados con mecate o esposados, y otros golpeados y ensangrentados (…). Al llegar al basurero de Cocula, bajamos a los estudiantes de las camionetas. Me percaté de que algunos, los que estaban abajo, ya habían muerto, creo que por asfixia. Quedaban vivos unos 15 a 18 estudiantes (…). Le encargué a 'El Pato' que se hiciera cargo de todo, de entrevistarles y darles piso y que destruyera todo (…).El Pato ya había acostado a cuatro detenidos y les disparó en la nuca”.
Algunos llegaron muertos al basurero y otros recibieron un disparo en la cabeza en el lugar. Luego, sicarios a las órdenes de "El Cepillo" organizaron una gran hoguera con neumáticos y leña para desaparecer todo rastro, según su confesión.
El fiscal general, Jesús Murillo Karam, dijo en conferencia de prensa que las “evidencias permiten determinar que los normalistas (estudiantes de magisterio) fueron privados de la libertad, de la vida, incinerados y arrojados al río, en ese orden”.
"Esta es la verdad histórica de los hechos que debe tener validez jurídica", agregó.
Sus conclusiones se basan en las declaraciones de 99 detenidos y en el hallazgo de restos humanos y materiales en un basurero de Cocula, un pueblo del sureño estado de Guerrero.
Los estudiantes, en su mayoría hijos de campesinos pobres, pertenecían a una escuela rural de magisterio. Habían salido la tarde del 26 de septiembre hacia Iguala a recolectar fondos para participar en una protesta en la Ciudad de México, distante más de 300 kilómetros de la escuela.
Las investigaciones indican que fueron detenidos por policías en la vecina ciudad de Iguala después de enfrentarse con los agentes, y luego fueron llevados hasta el basurero en camionetas.
Convencidos de que entre los estudiantes había infiltrados de la organización criminal rival Los Rojos, dos cabecillas de Guerreros Unidos ordenaron a Rodríguez matarlos a todos y no dejar rastros, según la investigación.
El director de la agencia de investigación criminal de la fiscalía, Tomás Zerón, explicó que la masacre tuvo que ver con la defensa del territorio por parte de Guerreros Unidos.
El estado de Guerrero, uno de los más pobres del país, sufre constantes pugnas entre grupos de la delincuencia organizada que se dividieron el territorio tras la caída de los líderes del cártel de los Beltrán Leyva, que llegó a ser uno de los más fuertes del país en la década pasada.
El famoso centro turístico de Acapulco, en la costa de Guerrero, es considerado actualmente como una de las ciudades más violentas del mundo.
estudiantes ayotiznapaCon información de Reuters