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Un reguero de pistas y balas dejan los fugados

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El último domingo del 2015 por la madrugada, los condenados por el triple crimen de General Rodríguez (Cristian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci) se escaparon del penal de máxima seguridad de General Alvear en el que habían sido apresados tras el juicio.

Y a seis días de ese hecho, la Policía argentina aún no consiguió capturarlos. Las fuerzas de seguridad continúan con el operativo de búsqueda y en medio de las investigaciones, surgen las versiones de los distintos testigos implicados y casuales.

En la madrugada del jueves 31, los tres prófugos protagonizaron un tiroteo con policías en un control de la ruta 20 cerca de la localidad de Ranchos en la provincia de Buenos Aires, unos 130 kilómetros al sur de la capital del país, en el que dos agentes sufrieron heridas de gravedad.

El oficial Fernando Pengsawath, de 23 años, está con pronóstico reservado, con asistencia respiratoria y con fallos multiorgánicos, mientras que su colega Angelina Lucrecia Yudati, de 33 años, se encuentra estable, según el último parte médico.

El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, advirtió poco después: "No vamos a negociar con prófugos", después de que circularan versiones sobre supuestas negociaciones para la entrega de Víctor Schillaci y los hermanos Martín y Cristian Lanatta, condenados a prisión perpetua por el triple crimen vinculado al narcotráfico en agosto de 2008.

Por su parte, el ministro de Justicia bonaerense, Carlos Mahiques, dijo que uno de los agentes tomado como rehén al momento de la fuga denunció que el jefe de Seguridad del penal formó parte del operativo para facilitar que los tres presos puedan abandonar su encierro. Además, reclamó que este hombre sea arrestado. Ayer su pista se perdió mientras las operaciones policiales se intensifican por estas horas.

Argentina en vilo

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