El Parlamento catalán volvió a rechazar ayer la investidura del nacionalista Artur Mas como presidente del Gobierno regional, con lo que se mantiene un período de interinidad en pleno debate sobre el desafío independentista de Cataluña.

En la segunda votación de investidura Más, que preside el ejecutivo desde 2010, solo obtuvo los 62 votos de su formación, Junts pel Sí (Juntos por el Sí), frente a 73 en contra.

El presidente en funciones no consiguió el apoyo de la CUP (radicales de izquierda), a pesar de que este grupo sí aprobó el pasado lunes una resolución para iniciar el proceso independentista de esta región del noreste de España, presentada por Juntos por el Sí en el Parlamento regional.

Artur Mas ofreció a este grupo que, a cambio del apoyo a su investidura, le otorgaría un gobierno presidido por él pero "con todas sus funciones compartidas" con tres personas de su lista, que se repartirían las áreas de: economía y empleo; asuntos exteriores, institucionales y de la transparencia; y de un estado de bienestar.

Sin embargo, los diez diputados de la CUP (Candidatura de Unidad Popular) volvieron a votar en contra, aunque su portavoz valoró el último "movimiento" de Mas y aseguró que ve cerca un acuerdo.

"Creemos en la lealtad en las negociaciones, en la palabra, y en el volver a negociar", dijo.

Durante esta semana, Mas le ha dicho a la CUP que si no lo apoyan como presidente catalán el sueño independentista puede verse "encallado". Desde este grupo radical contestaron que el proceso no morirá por más de que Mas no esté presidiendo el gobierno catalán.

Hasta ahora, la CUP ha insistido en su rechazo a Artur Mas por su vinculación a casos de corrupción y por la escasa política social que llevó su ejecutivo en una época de crisis económica.

La corrupción "puede afectar a la credibilidad del proceso", señalaron desde la CUP y aseguraron que "habrá que buscar las vías para hacer efectiva" la independencia.

El presidente en funciones apeló a evitar que se instale entre los partidos independentistas el mismo "inmovilismo" que ha provocado que "se pudra" la relación con el Estado.

El resto de grupos de la oposición: Socialistas, Ciudadanos (liberal centristas), el PP (centroderecha) y Cataluña Sí se Puede (izquierda), que suman 63 escaños de la Cámara, criticaron al presidente su oferta a la CUP y su intención de conservar el gobierno a toda costa.

Es la primera vez desde el restablecimiento de la autonomía en Cataluña en 1979 que el candidato a la Presidencia no logra ser investido ni en primera ni en segunda votación.

Con este segundo rechazo, se abre un plazo de dos meses para celebrar más debates de investidura con otros posibles candidatos y si no se consigue la elección de un presidente antes del 10 de enero, se tendrían que convocar de nuevo elecciones regionales que sería en marzo.

La CUP, grupo con posibilidad de apoyar la investidura del nueve presidente catalán, convocó una asamblea para el próximo 29 de noviembre que podría desencallar la elección de un nuevo presidente catalán.

La prolongación del período de interinidad en el ejecutivo catalán se produce a menos de mes y medio de las elecciones generales españolas convocadas para el 20 de diciembre.

La situación de Cataluña, con un programa de independencia que plantea la instauración de "una república catalana" en el plazo de 18 meses, se perfila como un tema trascendente en el debate español.

En medio del debate que existe en España por el esfuerzo independentista de parte de Cataluña, el rey Felipe VI expresó: "La Constitución prevalecerá. Que nadie lo dude". Durante un discurso, el monarca recordó que el pueblo español "no está dispuesto a que se ponga en cuestión su unidad, que es la base de su convivencia en paz y libertad". Y agregó: "La España constitucional de nuestros días es un patrimonio que nos pertenece a todos; pertenece al pueblo español, que es en quien reside la soberanía nacional".

La votación en el Parlamento catalán se ha producido un día después de que el Tribunal Constitucional de España suspendiera con carácter provisional e inmediato la resolución independentista aprobada el lunes pasado por el Parlamento catalán, por lo que su contenido carece de validez.

Además, el alto tribunal advierte a 21 cargos catalanes, entre ellos, al jefe del Ejecutivo, Artur Mas, y a la presidenta del Parlamento regional, Carme Forcadell, quienes incurrirán en responsabilidades penales si no acatan su decisión.

Sin embargo, Mas minimizó la decisión del Constitucional y acusó al Gobierno de Mariano Rajoy de "abusar" de este órgano para "hacer política" contra el proceso que ha iniciado Cataluña.

El líder del movimiento independentista no alcanzó los votos legislativos