Evitó un atentado

El presidente ruso, Vladimir Putin, telefoneó ayer domingo a su par estadounidense, Donald Trump, para agradecerle por una pista que ayudó a impedir un ataque terrorista con bomba en una catedral de San Petersburgo, informó el Kremlin.

La información entregada por la CIA permitió a los organismos de seguridad rusos arrestar a los responsables antes de que pudieran ejecutar su plan, indicó el Kremlin en un comunicado.

Un alto funcionario del gobierno estadounidense confirmó que Trump y Putin hablaron ayer domingo, aunque no hubo confirmación inmediata desde Washington sobre si se había compartido información de inteligencia con Moscú.

El atentado frustrado iba a ser perpetrado contra la Catedral Kazansky de San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia, y en otras partes de la ciudad donde se congrega mucha gente, señaló el comunicado del Kremlin. La catedral es un destino popular para los turistas.

Medios rusos reportaron la semana pasada que el Servicio de Seguridad Federal detuvo a seguidores de Estado Islámico (ISIS ) que planeaban cometer un atentado suicida con bomba en la Catedral Kazansky el 16 de diciembre.

"El presidente ruso agradeció a su colega estadounidense por la información pasada por la Agencia Central de Inteligencia, que ayudó a detener a un grupo de terroristas que preparaba explosiones en la Catedral Kazansky de San Petersburgo y otros lugares concurridos de la ciudad", dijo el Kremlin, que no aportó detalles sobre la identidad de los detenidos.

En su llamado telefónico, Putin pidió a Trump que pasara su agradecimiento a los oficiales de la CIA que consiguieron los datos, según el comunicado del Kremlin. El mandatario ruso agregó que Moscú alertará a las autoridades en Washington si recibe cualquier información sobre algún ataque que se esté planeando en Estados Unidos, agregó el reporte.

Rusia ha sufrido varios atentados este año. En uno de ellos, en abril en el metro de San Petersburgo, murieron 14 personas. A los servicios de inteligencia rusos les preocupa el retorno de los yihadistas que combatieron en Siria, donde el grupo ISIS perdió sus principales posiciones, gracias a, entre otras cosas, el apoyo de Rusia al régimen de Bashar al Asad.