El presidente ruso dijo que el derribo de un avión de su país por parte del gobierno turco es una demostración de que la administración de Erdogan apoya la islamización del país. El jefe de Gabinete, Dmitri Medvedev, aseguró que Turquía protege al Estado Islámico.

El presidente ruso, Vladimir Putin, comentó el abatimiento de una avión de su país por parte de Ankara y afirmó que "tras lo que ocurrió ayer (martes) no podemos excluir algún otro incidente, y si ocurre tendremos que reaccionar de un modo u otro".

"Y nuestros ciudadanos en Turquía, naturalmente, podrían estar sujetos a un peligro relevante. El ministerio de Exteriores debe hablar de esto", agregó.

Putin declaró "héroe de Rusia" póstumamente al teniente coronel Oleg Peshkov, difunto piloto del SU-24 abatido ayer por Ankara. También asignó la Orden del Coraje al capitán Konstantin Murakhtin, el copiloto rescatado por el ejército sirio, y al marine Alexander Posinich, muerto en la operación de salvataje de ambos pilotos.

El mandatario agregó que la actual dirigencia turca "apoya deliberadamente la islamización del país".

Con el abatimiento del avión, dijo a su vez el premier ruso Dmitri Medvédev, "las largas relaciones de buen vecinazgo entre Rusia y Turquía fueron erosionadas" y "este daño será difícil de reparar".

Las "consecuencias directas" podrían ser "la renuncia a una serie de importantes proyectos comunes y la pérdida de posición en el mercado ruso de parte de las compañías turcas".

"Turquía demostró ahora con sus acciones que protege a los militantes del Estado Islámico", dijo Medveved desde Ekateriumburgo.

"Esto no sorprende, considerando la información sobre los intereses financieros directos de ciertos dirigentes turcos en la provisión de productos petroleros realizados en las plantas del Estado Islámico", observó.

La primera consecuencia de lo ocurrido ayer es "una peligrosa escalada de las relaciones Rusia-OTAN, que no puede ser justificada con ningún interés, incluyendo la protección de las fronteras".

RusiaANSA