El Tribunal Supremo tomaría la decisión a partir de abril.

El Supremo Tribunal Federal de Brasil podría comenzar a ordenar en abril la liberación de los sospechosos que han estado detenidos durante meses sin ser sometidos a juicio en el caso Lava Jato, la mayor investigación sobre corrupción en la historia de Brasil. Esto podría ser un revés para Sergio Moro, el juez federal que ha puesto tras las rejas a decenas de implicados.

Solo hay siete sospechosos detenidos en Curitiba, pero entre ellos está un exministro de Hacienda (Antonio Palocci) y el aún poderoso expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha. Ellos todavía podrían enfrentar cargos, aun en caso de ser dejados en libertad.

En vista de que los políticos detenidos en Curitiba por orden de Moro ejercen una fuerte influencia en los pasillos de poder en Brasilia, el tema se vuelve cada vez más candente. "La corte pronto comenzará a liberar dentro de unos meses, tal vez el próximo, a las personas de (la operación) Lava Jato que estaban detenidas en Curitiba", dijo a Reuters la fuente judicial. "Esto seguramente sucederá", añadió.

En tanto, el exdiputado José Eduardo Cardoso, que fue ministro de Justicia de la expresidenta Dilma Rousseff, dijo ayer ante un juez que la contabilidad paralela es una práctica "histórica y cultural" en las campañas políticas en Brasil y que no siempre puede ser equiparada a la corrupción. Cardoso le restó importancia a la contabilidad paralela en las campañas electorales en el testimonio de cerca de veinte minutos que rindió ante el juez Moro, responsable por la investigación del escándalo de corrupción de la petrolera Petrobras.

El exministro declaró en la condición de testigo de la defensa de Palocci, que está preso desde septiembre pasado.

Palocci es acusado de haber favorecido los intereses de la empresa Odebrecht a cambio de donaciones legales e ilegales de la mayor constructora brasileña a las campañas electorales del PT.

Cardoso fue el defensor de Rousseff en el juicio político a la expresidenta.

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