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El peor rostro de la crisis migratoria sacude a Europa

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Un puñado de inmigrantes en una vía férrea de Hungría. Foto. AFP
Migrants walk down a railroad towards Hungary near the northern Serbian town of Horgos on August 28, 2015. As Hungary scrambles to ramp up defences on its border with Serbia, refugees continued to surge into the country in record numbers, police figures confirmed. AFP PHOTO / ANDREJ ISAKOVIC SERBIA-HUNGARY-EU-MIGRANTS
ANDREJ ISAKOVIC/AFP

La Policía austríaca sacó este viernes los cadáveres de 71 migrantes, probablemente refugiados sirios, de un camión abandonado en una autopista del este de Austria, un nuevo episodio macabro de la crisis migratoria que afronta Europa.

"Entre esas 71 personas, había 59 hombres, ocho mujeres y cuatro niños, incluida una niña de entre uno o dos años", dijo un portavoz de la Policía, Hans Peter Doskozil.

"También había documentación de viaje siria así que, por supuesto, nuestra primera suposición es que esos individuos eran migrantes, y probablemente un grupo de migrantes sirios. Podemos descartar que fueran africanos", precisó en rueda de prensa.

El portavoz del Ministerio austríaco del Interior, Alexander Marakovitz, había explicado, horas antes, que había resultado difícil establecer el número de víctimas debido al avanzado estado de descomposición de los cuerpos.

Las autoridades habían dado una primera estimación de entre 20 y 50 muertos, tras el hallazgo del camión el jueves por la mañana. Doskozil también indicó que tres personas fueron detenidas en Hungría en relación con los hechos. Uno de ellos, supuestamente el propietario del camión abandonado, es un ciudadano búlgaro de origen libanés. Los otros dos, un búlgaro y una persona con documentación húngara, "son casi seguro los que conducían el vehículo", añadió el portavoz.

Las policías austríaca y húngara habían lanzado una investigación conjunta, tras encontrar el vehículo de 7,5 toneladas inmatriculado en Hungría y con el logotipo de una empresa avícola eslovaca.

Al acercarse al vehículo abandonado, los agentes vieron como salían "fluidos de cuerpos en descomposición" y sintieron un olor pútrido cuando abrieron las puertas. Incluso policías experimentados parecían afectados por la escena, que describieron como la de un "crimen impactante". Los forenses trabajaron durante toda la noche para extraer los cuerpos del camión. Las autoridades anunciaron el hallazgo mientras la canciller alemana, Angela Merkel, se disponía a participar en una reunión con los dirigentes de los países de los Balcanes para buscar una salida a la actual crisis migratoria.

Más muertes.

Lejos de Austria, en el Mediterráneo, el naufragio de un barco que transportaba a unos 300 migrantes frente a las costas de Libia dejó 76 muertos y decenas de desaparecidos el jueves, indicó un portavoz de la Media Luna Roja.

El mismo día, un barco de la guardia costera sueca atracó en Sicilia con 52 cadáveres de migrantes encontrados el miércoles. "Todos estamos conmocionados por esta terrible noticia", dijo Merkel en Viena tras enterarse del hallazgo del camión. "Es un aviso para que nos pongamos a trabajar para resolver ese problema y mostrar solidaridad". "Parece que las víctimas eran migrantes víctimas de una operación de tráfico de seres humanos", declaró Janos Lazar, portavoz del primer ministro húngaro Viktor Orban.

Merkel reconoció que los países de los Balcanes se enfrentan a "enormes desafíos", al acoger a decenas de miles de migrantes que están de tránsito hacia países de la Unión Europea. Macedonia y Serbia, las dos naciones por las que transita el mayor número de migrantes hacia Europa occidental, pidieron en Viena una "respuesta europea" a la crisis.

"Nos enfrentamos (...) a una verdadera migración de pueblos, y Serbia y Macedonia son los países de tránsito" dijo el ministro serbio de Relaciones Exteriores Ivica Dacic.

La "ruta de los Balcanes del Oeste" es el camino que toman miles de sirios o iraquíes que huyen de la guerra, así como albaneses, kosovares o serbios que buscan una vida mejor.

Las escenas de caos se multiplican en los países del este de Europa a medida que miles de migrantes avanzan hacia el continente en autobús, en tren o andando. En los siete primeros meses de 2015, el número de inmigrantes en las fronteras de la Unión Europea alcanzó los 340.000, contra 123.500 en el mismo período en 2014, según la agencia Frontex encargada de las fronteras exteriores del espacio Schengen.

En el Mediterráneo, más de 2.300 personas perdieron la vida desde inicios de este año intentando llegar a las costas europeas, según un balance establecido a mediados de agosto por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Hungría, miembro de la UE, se ha convertido en el mayor punto de entrada de los migrantes que llegan desde Serbia, y tiene previsto acabar el 31 de agosto una valla de 175 kilómetros de longitud a lo largo de su frontera con ese país para detener el flujo migratorio.

"Tirón de orejas".

En el que despunta como un claro tirón de orejas para la Unión Europea, la administración de Barack Obama destacó hoy que la UE debería tener una actitud mucho más firme contra el tráfico de seres humanos.

Así lo subrayó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, ante la emergencia de los refugiados e inmigrantes que atraviesan el Mediterráneo o los Balcanes, un drama que de hecho se repite día tras día con un balance de decenas o centenares de muertos. Washington no comprende en otras palabras las dificultades que los 28 países miembros de la UE tienen para encontrar una salida efectiva a la emergencia de los inmigrantes "sin papeles", fenómeno que no para de crecer y que a menudo se convierte en tragedias humanitarias. Obama habló sobre el tema con la canciller alemana Angela Merkel.

Ban Ki-moon convocó a una reunión en la ONU.

El Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exhortó a los gobiernos a intensificar su respuesta ante la crisis migratoria en Europa y en el Mediterráneo en particular. Ban dijo en un comunicado que está "horrorizado y afligido por la muerte de refugiados e inmigrantes" en esa región, en referencia al descubrimiento de 71 cadáveres de inmigrantes abandonados en un camión en Austria y al naufragio que dejó al menos 76 muertos en Libia. Ban anunció la organización de una reunión sobre esta crisis el 30 de septiembre en la sesión de la Asamblea.

Un puñado de inmigrantes en una vía férrea de Hungría. Foto. AFP
Un puñado de inmigrantes en una vía férrea de Hungría. Foto. AFP
SABER MÁS

La guerra en Siria lleva 7,6 millones de refugiados

El conflicto en Siria, que inició en marzo de 2011 con manifestaciones pacíficas reprimidas duramente por el régimen antes de degenerar en guerra civil, ha obligado a la mitad de la población a huir de sus hogares. Según la ONU, hay al menos 7,6 millones de personas desplazadas dentro de Siria, que contaba 23 millones de habitantes al inicio de la guerra. Fuera del país, el número de refugiados sirios supera los 4 millones. Dentro del país, los beligerantes dificultan la llegada de ayuda humanitaria, en especial en las zonas de difícil acceso o sitiadas por las fuerzas del régimen o de la oposición armada, según el jefe de las operaciones humanitarias de la ONU.

Unos 4,6 millones de civiles viven en zonas de difícil acceso y 422.000 entre ellos viven sitiados. "Es la población de refugiados más grande para un sólo conflicto en una generación", afirmó en julio Antonio Guterres, jefe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Este organismo señala un aumento de un millón de refugiados en 10 meses y calcula una cifra global de 4,27 millones a finales de 2015. La mayoría de refugiados se han instalado en los países vecinos de Siria, principalmente Turquía (1,8 millones), seguido de Líbano (1,1 millones, lo que equivale a más de un cuarto de su población).

Son 600.000 en Jordania según la ACNUR, 1,4 millones según el gobierno jordano, es decir 20% de la población del reino. Hay además 225.000 sirios en Irak y 137.000 en Egipto. En estos países, la mayoría de los refugiados viven en condiciones de pobreza, y deben hacer frente a problemas de salud y tensiones con las comunidades locales. A menudo viven en estructuras provisionales y condiciones extremadamente difíciles. A finales de junio, Naciones Unidas y las agencias humanitarias asociadas lamentaron la falta de fondos y pidieron a los donantes cumplir con sus compromisos. AFP

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