La decisión se anunciódurante la audiencia que tuvo lugar este jueves en el Vaticano con la unión internacional de las superioras generales

El papa Francisco anunció que abrirá una comisión de estudio sobre el diaconado permanente de las mujeres, rol que ya existía en la Iglesia primitiva y afirmó que las mujeres diácono son una "posibilidad para hoy".

El Papa lo anunció durante la audiencia que tuvo lugar este jueves en el Vaticano con la unión internacional de las superioras generales (UISG), respondiendo a una pregunta de las religiosas.
 
En la sala Pablo VI estaban reunidas unas 900 representantes de la UISG y de las comunidades religiosas femeninas, y el Pontífice -dialogando con ellas- concordó en la necesidad de crear una comisión para estudiar la posibilidad de permitir a las mujeres servir como diáconos en la Iglesia.

De ese modo, insinuó una histórica apertura para poner fin a la praxis de un clero exclusivamente masculino.

Sería la primera vez en el nuevo milenio que se reabre una posibilidad ya considerada definitivamente cerrada con una decisión de Juan Pablo II.

El diaconado es el primer grado del orden sacro, seguido por el sacerdocio y el episcopado. Los diáconos pueden administrar algunos sacramentos, como el bautismo y el matrimonio.

Hoy en el curso de la sesión de preguntas y respuestas, según referido por quienes asistieron a la audiencia, se le preguntó al Papa, entre otras cosas, porqué la Iglesia excluye a las mujeres para servir como diáconos.

Las religiosas dijeron al Pontífice que las mujeres servían como diáconos en la Iglesia primitiva y reclamaron: "porqué no constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión".

El Pontífice respondió que una vez había hablado de la materia, hace algunos años, con un "buen e inteligente profesor", que había estudiado el rol de las mujeres diácono en los primeros siglos de la Iglesia.

Francisco había explicado que le aún no le resultaba claro qué papel tenían tales diáconos.

"¿Qué eran estos diáconos mujeres?", recordó el Papa de haber le preguntado al profesor. "¿Habían recibido o no la ordenación?". "Es una página un poco oscura", había dicho. "¿Cuál era el papel de las diáconos en ese tiempo?". "¿Constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión?", se preguntó Bergoglio volviendo al presente.

"Creo que sí. Sería bueno para la Iglesia aclarar este punto. Estoy de acuerdo. Hablaré para que se haga algo de este tipo. Lo haré. Acepto", dijo el Papa. "Me parece útil tener una comisión que aclare bien este rol", añadió convencido.

Antes de Francisco, había sido otro jesuita, el cardenal Carlo Maria Martini, quien en el Congreso eucarístico de Siena en 1994 había dicho que el discurso sobre el papel de la mujeres en la Iglesia podía continuar a partir del diaconado.

No se tiene que olvidar, que en el Sínodo de los Obispos de octubre de 2015 la hipótesis fue planteada a la atención del Papa por algunos expertos enviados al encuentro, en particular por el reverendo Jeremias Schroeder, presidente de la Congregación benedictina de Saint Ottilien (Baviera), sin haber tenido una continuidad.

Y de una forma particular de diaconado femenino, de la "diaconisa" parroquial, cargo eventualmente asignado sin una ordenación sacramental sino a través de una bendición, había hablado hace dos años también un teólogo querido por el Papa, el cardenal alemán Walter Kasper.

Lo hizo en una jornada de estudio en el ámbito de la asamblea de la Conferencia episcopal alemana en Treviri, que tenía como objetivo discutir cómo incluir más a las mujeres en la vida eclesiástica. Aspecto éste del cual está particularmente interesado el mismo Bergoglio.

"La Iglesia necesita que las mujeres entren en el proceso decisional", dijo hoy Francisco a la UISG y quizás "también puedan guiar una oficina en el Vaticano".

La Iglesia, agregó, debe incluir "consagradas y laicas en la consultas, pero también en las decisiones porque necesita de su punto de vista".

VATICANOANSA