El presidente de Venezuela entró en pánico por la caída de su popularidad y ha revelado su rostro autoritario arrestando al alcalde de Caracas, sostiene la esposa del líder opositor detenido.

Agentes de inteligencia detuvieron el jueves en su oficina a Antonio Ledezma, de 59 años, quien un día después fue acusado de "conspirar" contra el gobierno chavista de Nicolás Maduro, quien alega que se está gestando en su contra un golpe de Estado respaldado por Estados Unidos.

Su esposa Mitzy Capriles, de 64 años, dijo ayer en una entrevista con Reuters que Maduro es quien está mostrando sus tendencias dictatoriales a meses de unas importantes elecciones parlamentarias que tendrán lugar este año.

Algunos sondeos dan cuenta de la estrepitosa caída de la popularidad del presidente, lo cual podría incidir directamente en las legislativas.

"Nicolás Maduro le tiene terror, pánico a la oposición. Él sabe que en Venezuela cada día hay más opositores", dijo la esposa del alcalde caraqueño en la entrevista.

La recesión económica del país productor de petróleo, una escasez de bienes básicos sin precedentes y la inflación más alta de América, que cerró el año pasado en 68,5 por ciento, han debilitado la popularidad de Maduro, electo en 2013 para reemplazar al fallecido Hugo Chávez. Algunos analistas, como el economista José Guerra —expresidente del Banco Central venezolano— han estimado que la inflación podría trepar al 120 % al cierre del año.

Los venezolanos pobres, el fuerte de la población electoral del chavismo, están sufriendo la peor parte de las dificultades y muestran cada vez más su descontento con el ex chofer de autobús de 52 años.

Según recientes sondeos de la respetada encuestadora Datanálisis, siete de cada 10 entrevistados rechazan la gestión de Nicolás Maduro. En ese contexto, una oposición fragmentada no ha conseguido sacar rédito de la situación.

Pero Mitzy Capriles dijo que el arresto de su esposo será la chispa que ayude a galvanizar el bloque opositor.

"Nicolás Maduro, internacionalmente, se le ha quitado la careta de un supuesto demócrata", dijo Capriles, quien tiene dos hijos con el alcalde de Caracas. "Ha cometido un grandísimo error. Va a haber un antes y un después (...) la oposición venezolana está más homogénea que nunca".

El arresto de Ledezma provocó manifestaciones aisladas en Caracas y en la volátil ciudad occidental de San Cristóbal (estado de Táchira), pero no ha generado mayores protestas en el polarizado país de 29 millones de habitantes.

Ledezma es el opositor de más alto perfil arrestado por el gobierno de Maduro después de Leopoldo López, detenido por azuzar a la violencia durante las protestas antigubernamentales del año pasado.

Los funcionarios venezolanos dicen que Ledezma mantiene vínculos con extremistas violentos y militares disidentes señalados por conspirar para derrocar al presidente a través de ataques aéreos. El abogado de Ledezma dice que las acusaciones son "infundadas".

Los medios estatales han puesto en marcha una campaña para desacreditarlo.

Un video difundido por el gobierno de Maduro muestra a un estudiante radical, recientemente detenido, alabando a Ledezma como "un viejo zorro (...) el político que más ha apoyado la resistencia".

La televisora estatal VTV también se ha hecho eco del descrédito de Ledezma sindicándolo de apoyar el breve golpe de Estado de 2002 contra Chávez y además acusándolo de corrupción.

"Es mentira", dijo Capriles sobre los cargos contra su esposo, con quien lleva casada 26 años. "El mayor pecado que puede haber cometido es ser demócrata".

Capriles sostuvo que se le prohibió visitar a su esposo este fin de semana en la prisión militar de Ramo Verde, donde también se encuentra detenido Leopoldo López.

Ambos hablaron por teléfono durante 10 minutos el sábado y espera verlo la próxima semana. "Ledezma está más fortalecido que nunca", dijo Capriles, quien solía trabajar en publicidad, pero en los últimos años se dedicó a la política al lado de su esposo. "Pidió que siguiéramos luchando".

Antonio Ledezma fue detenido por una confesión de un militar preso que lo incriminó "bajo tortura" en un plan golpista contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo ayer su abogado, Omar Estacio. En una entrevista publicada en la edición dominical del diario La Verdad de Maracaibo, el abogado reveló que la confesión fue del teniente coronel José Arocha, detenido desde mayo de 2014 por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).

"Nosotros vamos a sostener que esa confesión fue obtenida a través de tortura" y que "el acta de inculpación" respectiva fue firmada por Arocha en noviembre pasado, reseñó el abogado de Ledezma. El alcalde, precisó su defensor, podría salir de prisión dentro de 45 días o, en el peor de los casos, ser sentenciado a 28 años de reclusión, "lapso máximo por los delitos que se le están imputando".

Además de la incriminación del militar, el alcalde y líder del partido opositor Alianza Bravo Pueblo (ABP) también fue incriminado por el activista estudiantil opositor Lorent Gómez Saleh, preso tras ser expulsado de Colombia a inicios del pasado septiembre, junto al también activista Gabriel Valles. El abogado del alcalde opositor dijo que conoce que Gómez Saleh únicamente reconoció "el peso político de Ledezma" en un audio de confesiones presumiblemente grabado por agentes del Sebin. Tras ser expulsados "por violación a las normas migratorias" colombianas, el ministro de la Presidencia de Colombia, Néstor Humberto Martínez, dijo que Gómez Saleh y Valles "no son unos angelitos". El letrado negó que Ledezma esté "melancólico o deprimido" en su celda del penal militar de Ramo Verde.

Entre 7 y 8 de cada 10 venezolanos evalúa negativamente la situación económica y política del país y culpa de ello al presidente Nicolás Maduro, según sondeos de las encuestadoras Hinterlaces y Datanálisis. Oscar Schémel, presidente de Hinterlaces, dijo en una entrevista en la emisora Televen de Caracas que "siete de cada diez venezolanos cree que el país va por mal camino y siete de cada diez tiene una valoración regular a mala de la gestión presidencial".

Además, añadió, a ocho de cada diez venezolanos "le preocupa más la economía que la política" y por primera vez apuntan a los problemas económicos como la principal causa de sus preocupaciones, en especial el desabastecimiento de alimentos y otros productos de consumo masivo y su encarecimiento.

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