Un fiscal turco que había sido secuestrado por un grupo clandestino de extrema izquierda murió por las graves heridas que sufrió durante el operativo de rescate lanzado ayer por la Policía turca.

El fiscal Mehmet Selim Kiraz "estaba muy gravemente herido cuando llegó (al hospital). Lo perdimos pese a todos nuestros esfuerzos", dijeron los médicos en una declaración emitida por la televisión pública.

Según los médicos, el magistrado recibió balas "en la cabeza y en el pecho". "Ya no respiraba y su corazón no latía" cuando llegó al hospital, agregaron los facultativos.

Kiraz fue secuestrado este jueves a la salida del Palacio de Justicia de Caglayan, en la parte europea de Estambul, por miembros del grupo marxista clandestino Partido/Frente Revolucionario de Liberación del Pueblo (DHKP-C), según informó la Policía.

El grupo extremista es conocido por sus numerosos ataques cometidos en los años 1990 en Turquía. En una declaración publicada en una página web, había amenazado con matar al fiscal Kiraz si no se cumplía con sus exigencias.

Las fotografías del letrado difundidas en las redes sociales, con una pistola que apuntaba a la cabeza mientras de fondo se veía la estrella roja de cinco puntas del DHKP-C, habían conmovido al país.

Tras varias horas de negociaciones, las unidades de intervención de la Policía abatieron a dos secuestradores, en un tiroteo en el que también resultó herido el fiscal.

No está claro si sus captores lo hirieron gravemente o si el funcionario judicial quedó en medio del fuego cruzado de las tropas especiales y sus secuestradores. Lo cierto es que debieron ingresarlo de urgencia a quirófano, pero los médicos no lograron salvarlo.

Durante el asalto, testigos informaron haber escuchado disparos y dos fuertes explosiones, pero no está clara la dinámica de esa acción, pues la prensa turca tiene serias restricciones para informar.

El primer ministro, Ahmet Davutoglu, ya en horas de la noche, defendió la actuación de las fuerzas especiales, en medio de la enorme controversia que se desató por el resultado dramático de esa acción relámpago. "Llamo a la unidad nacional", enfatizó el premier.

El magistrado investigaba las circunstancias de la muerte del joven de 14 años Berkin Elvan el 11 de marzo de 2014, tras pasar 269 días en coma como consecuencia del disparo de una granada lacrimógena de la Policía en Estambul durante una manifestación en junio de 2013.

Según su familia, el joven había salido de casa para comprar pan.

Centenares de miles de personas asistieron a sus funerales en Estambul.

El grupo pedía que hubiera una confesión pública de los oficiales responsables y que estos fueran puestos ante un tribunal popular.

Al igual que sucedió con otros chicos asesinados durante las protestas de Gezi Park, la Justicia turca ha resultado muy lenta a la hora de buscar responsables. Hace pocas semanas fue identificado el agente que le disparó a Elvan, pero por ahora no fue incriminado.

El terrorismo en las últimas décadas en Turquía ha tenido diferentes matrices: una política (encarnada en los grupos DHKP/C, marxista-leninista de extrema izquierda, y Lobos Grises, de derecha), y otras de raíz independentista kurda (representada en el PKK) e islámica (Al Qaeda y Hezbolá).

Otro hecho de importantes repercusiones políticas sacudió ayer a Turquía. Un tribunal de Estambul absolvió ayer a más de 200 militares acusados de haber conspirado en 2003 contra el gobierno islamo-conservador turco, reportaron medios locales.

Un total de 236 sospechosos implicados en el llamado caso "Bayloz" ("mazo de herrero" en turco) estaban siendo juzgados por un tribunal de Estambul después de que el Tribunal Supremo de Turquía hubiera anulado sus condenas originales el año pasado. Todos fueron absueltos, según informó la cadena de televisión NTV.

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