Miles de personas participaron ayer por la noche en una velada en Londres para mostrar, como en Berlín, Sídney o París, su horror después de la matanza en un club gay de Orlando y su determinación a no ceder al miedo.
En el céntrico barrio del Soho, cerca del pub gay "Admiral Duncan" donde un atentado perpetrado por un neonazi en 1999 dejó tres muertos, las banderas arcoíris se entremezclaban entre las entre "5.000 y 7.000 personas" congregadas, según la policía.
"Estamos aquí, somos homosexuales, no vamos a vivir con miedo", gritaron los participantes, que observaron dos minutos de silencio antes de lanzar 49 globos de vivos colores, uno por cada persona asesinada en la discoteca estadounidense.
En Ámsterdam, estaba prevista otra velada para mostrar al mundo que "el amor siempre será más fuerte que el odio", escribieron sus organizadores en su cuenta de Facebook.
"Unidos".
"Tenemos que permanecer unidos, defender nuestro modo de vida y no ceder", declaró a la AFP Helmut Metzner, de 47 años, militante de la Federación Alemana de Lesbianas y Gays durante una concentración frente a la embajada estadounidense en Berlín.
En la capital germana, pero también en Sídney, Bangkok, Tel Aviv o París, decenas de personas firmaron libros de condolencias, depositaron flores y encendieron velas en memoria de las víctimas del tiroteo.
En la noche del sábado al domingo, 49 personas murieron y unas cincuenta resultaron heridas cuando Omar Mateen, un estadounidense de origen afgano de 29 años, abrió fuego en el interior de un emblemático club nocturno entre la comunidad gay de Orlando, en Florida.
El atentado, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), provocó una gran conmoción entre los homosexuales que, aunque a menudo son víctimas de ataques mortales en todo el mundo, nunca habían sido objetivo de matanzas de esta magnitud.
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