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Messi "no sabía" que defraudaba al fisco

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Lionel Messi llega a la sede judicial de Barcelona para declarar. Foto. AFP
Barcelona's football star Lionel Messi (L) arrives at the courhouse on June 2, 2016 in Barcelona, where Messi and his father are to face judges in a tax fraud case. The 28-year-old football star was cheered and jeered as he emerged from a van accompanied by his father Jorge Horacio Messi. The two are accused of using a chain of fake companies in Belize and Uruguay to avoid paying taxes on 4.16 million euros ($4.6 million) of Messi's income earned through the sale of his image rights from 2007-09. / AFP / LLUIS GENE FBL-ESP-BARCELONA-MESSI-TRIAL-FRAUD
LLUIS GENE/AFP

El futbolista argentino negó toda responsabilidad y se la atribuyó a los asesores elegidos por su padre.

Lionel Messi no sabía nada. Se limitaba a jugar a fútbol y confiaba ciegamente en su padre. Jorge Horacio Messi velaba por sus intereses y sabía algo más que el hijo... Pero no mucho más. También confiaba plenamente en sus asesores —primero un fiscalista argentino, después un despacho de abogados—, quienes montaron una estructura de empresas en paraísos fiscales sin que él supiera que servía para que Leo pagara menos impuestos por sus derechos de imagen.

Los Messi expusieron ayer, en la Audiencia de Barcelona, su punto de vista sobre el fraude fiscal de 4,1 millones de euros que le atribuyen tanto la Fiscalía —que solo acusa al padre y desvincula al futbolista— como la Abogacía del Estado, que solicita para ambos una pena de 22 meses y 15 días de cárcel. Padre e hijo alegaron ignorancia en materia tributaria e intentaron deslindarse de la acusación.

El delantero del Barcelona no se salió un milímetro del guión previsto. "La verdad es que no sé nada. Yo me dedicaba a jugar al fútbol. Confiaba en mi papá y en los abogados que él había decidido que nos llevaran las cosas. En ningún momento se me pasó por la cabeza que me iban a engañar", señaló con la voz temblorosa. En una declaración de apenas 15 minutos, Lionel Messi se desvinculó por completo de los aspectos económicos de su carrera deportiva. Sabía, más o menos, lo que ganaba cada año por la explotación comercial de su imagen. Pero no qué cantidad de impuestos tenía que pagar, o si debía hacerlo. "No sé nada de eso, nunca me enteré por eso, sinceramente", contestó a la fiscal. Ni él preguntaba, ni su padre le contaba más de lo necesario.

La investigación ha acreditado que el futbolista defraudó 4,1 millones —cantidad que ya ha devuelto— al fisco español al no declarar sus ingresos por contratos con grandes compañías. Esos rendimientos quedaron "ocultos" al fisco mediante una red de empresas sin ninguna actividad y ubicadas en paraísos fiscales (Uruguay, Belice). Si nada sabe de los impuestos, menos aún de esa estructura. "¿Sabía cómo se canalizaban los ingresos derivados de los contratos de imagen?", preguntó la fiscal. "No, no sabía. Sabía que firmábamos acuerdos con patrocinadores que daban x cantidad de dinero. Y que yo tenía que hacer anuncios, fotos o cosas de esas. Pero el dinero por dónde iba no tengo ni idea".

Messi, que no contestó a las preguntas del abogado del Estado, tampoco sabía que era socio y director de una de esas sociedades instrumentales (Jenbril) y ni siquiera leía lo que firmaba. Por ejemplo, el contrato que, según las acusaciones, "simulaba" la cesión de sus derechos. "Recuerdo que fui al notario a firmar unas cosas, pero no sé exactamente qué fue. Yo tenía 18 años, estaba completamente en otra cosa".

El futbolista de Barcelona, que llegó al juzgado junto a su padre, fue esperado por algunos fanáticos en la puerta que le gritaban su nombre y otros le insultaban. En el banquillo de los acusados, vestido de traje y corbata negra, se sentó al lado de su padre con quien cruzó alguna palabra. Allí se lo vio tenso en las cuatro horas que duró el juicio antes de que hablara. En varias oportunidades estiraba los brazos y sus piernas, miraba hacia atrás, tomaba agua y se agarraba la cabeza en gestos de cansancio. Incluso, llegó a bostezar.

El padre, mismo guión.

La declaración del padre fue más extensa, pero siguió la misma línea. "Desde que empezó la carrera de mi hijo, en 2001 que llegamos a Barcelona, siempre intenté facilitarle la vida. Como él juega a fútbol, yo le acompañaba en todas sus necesidades", empezó. Hasta que se dio cuenta de que necesitaba a alguien que les guiara en los aspectos legales y fiscales. Y "apareció" Rodolfo Schinocca, un fiscalista argentino que, según su declaración, creó la primera de las dos estructuras para defraudar.

"Accedí porque yo no entiendo nada de estas cosas", dijo Jorge Horacio. En 2005 se produjo el contrato clave: cuando Messi aún era menor de edad, se cedieron sus derechos de imagen por 50.000 dólares a una empresa de Belice. Una cantidad que, según las acusaciones, es ridícula, de ahí que la cesión sea simulada porque el beneficiario real fue siempre el futbolista argentino. Un año más tarde, sin embargo, la familia Messi supo que el fiscalista se había apoderado de uno de los pagos de Adidas. Y buscó la ayuda del despacho Juárez, que replicó esa estructura.

"¿Sabía usted que los derechos de imagen iban a estar sin tributar?", preguntó la fiscal. "No. Sabía que cobraba lo que cobraba, y al final de año sabía que de alguna forma algún impuesto se pagaba. No sé qué cantidad ni dónde", respondió Jorge Horacio. El padre aseguró que todos los asesores le dijeron que el sistema era legal y que él nunca pidió pagar menos impuestos. "Lo único que les pedí es que nos cuidara el patrimonio", dijo.

Jorge Horacio ratificó que el futbolista argentino no estaba al corriente de nada. "Le acercábamos los documentos y los firmaba".

Dinero entre Barcelona, Uruguay y Belice.

Aunque la justicia española sólo investiga las cantidades defraudadas entre 2007 y 2009, la trama se remonta al 2005, cuando la familia Messi, asesorada por su exrepresentante Rodolfo Schinocca, cedió los derechos de imagen de la joven promesa a la sociedad Sports Consultants, en Belice, considerado un paraíso fiscal.

Esta firma, constituida a nombre de la madre del futbolista, Celia Cuccittini, operaba junto a otras dos sociedades en Reino Unido y Suiza, por dónde solían circular los derechos antes de llegar a Belice.

Este mecanismo funcionó durante dos años, hasta que los Messi rompieron las relaciones con Schinocca acusándolo de haberse quedado con dinero.

Para apartarlo, crearon una nueva sociedad en Uruguay, explicó el artífice de esta estructura, el abogado barcelonés Ángel Juárez. El nuevo entramado estaba formado por cuatro empresas: dos uruguayas, una suiza y otra británica.

El dinero de los derechos de imagen pagados por las diferentes marcas anunciantes o por el mismo FC Barcelona se ingresaba en primera instancia en las sociedades de Reino Unido y Suiza que, a cambio de una comisión de entre el 5 y el 8%, transferían las cantidades hacia Uruguay.

Lionel Messi llega a la sede judicial de Barcelona para declarar. Foto. AFP
Lionel Messi llega a la sede judicial de Barcelona para declarar. Foto. AFP

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