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Mauricio Macri admitió que su padre cometió un delito en el kirchnerismo

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Mauricio y Franco Macri en 2016, cuando pusieron fin a sus diferencias. Foto: AFP

Argentina

El presidente argentino Mauricio Macri brindó una entrevista al periodista argentino Luis Majul. Habló de Cristina, de Tinelli, de Lavagna y del vínculo con su padre. 

Enfático en la defensa del "rumbo" de la gestión, a pesar de reconocer los actuales tropiezos de la economía argentina, y duro con sus eventuales adversarios, Cristina Fernández y Roberto Lavagna . Así se mostró el presidente argentino Mauricio Macri en la entrevista emitida para el programa La Cornisa, en América tevé, en el que también habló de la muerte de su padre Franco y de la eventualidad de no obtener la reelección en octubre.

Durante la extensa entrevista, Macri reconoció la crisis y afirmó que sabe que "mucha gente a la que le cuesta llegar a fin de mes" y que "hay cosas que están cambiando pero no todas a la velocidad que querríamos" pero reiteró que a su criterio "hoy estamos mejor parados como país que en 2015". Cuando lo consultaron por la expresidenta Cristina Fernández y el video en el que contó la enfermedad de su hija Florencia, reaccionó con dureza: "Ella no está bien, es una persona que niega la realidad y le echa la culpa a los demás de las cosas que ella hizo", afirmó.

En tren de hablar de la economía, Macri combinó la autocrítica con el optimismo por el futuro. "Tenemos una fragilidad en nuestro sistema económico que viene hace décadas", aclaró, antes de evaluar que "tenemos inflación porque hemos tenido presupuestos llenos de gastos que favorecen a las pequeñas minorías corporativas" . De todos modos, asumió "todos los malos diagnósticos", como la corrección de metas de inflación de diciembre de 2017, para muchos el punto inicial de la crisis y del rebrote inflacionario. "Empezamos a reordenar la economía", destacó, y elogió la tarea del Banco Central y del Indec, "que ahora dicen la verdad" en comparación con la actuación del organismo durante el kirchnerismo.

Además de defenderse, Macri criticó con dureza algunos puntos de la trayectoria de Lavagna, quien se prepara para anunciar su candidatura presidencial. "Lavagna tendría que tener más humildad y hacer autocrítica", lo fustigó. Recordó que "estuvo en todos los gobiernos anteriores", que su "renegociación de la deuda fue malísma" y que fue él quien "puso las retenciones al campo" durante la gestión presidencial de Eduardo Duhalde . Lo incluyó dentro de los sucesivos gobiernos, y les pidió: "Háganse cargo, gobernaron todas estas décadas y no resolvieron los problemas estructurales".

Con el conductor televisivo y empresario Marcelo Tinelli no fue menos incisivo: "Si hay algo que me pone orgulloso es que tengamos libertad de expresión y opinión como en los mejores países. Todos tienen derecho a opinar, pero tienen que hacerse cargo de lo que dicen", advirtió, cuando el conductor Luis Majul le recordó que Tinelli dijo que tanto Cristina como él tenían "el boleto picado" para las elecciones. "El me había dicho que estaba interesado en participar en Cambiemos, es más habló muchas veces con Horacio y María Eugenia , pero bueno estamos en una Argentina libre", acotó.

Consultado sobre la muerte de su padre, Macri afirmó que se trata de un "duelo que recién comienza". Calificó su vínculo con Franco Macri de "intenso" y dijo sentir "orgullo por el padre que tuvo". Sin embargo, lo incluyó dentro de un sistema "extorsivo del kirchnerismo, en el que para trabajar había que pagar", e incluso afirmó que era "un delito lo que hizo mi padre" en referencia a presuntas coimas a funcionarios. "Hoy la Justicia tiene toda la independencia (.) hoy se puede investigar a la familia del Presidente, antes no se podía", se explayó.

Sobre el final de la entrevista, Macri reiteró que irá por un segundo mandato. "Estamos iniciando un camino, no puedo decir que me cansé", contestó, y evaluó: "Mucha gente cree en lo que estamos haciendo". Arriesgó que "piensa" que Cristina Fernández será finalmente una de sus rivales en octubre, aunque afirmó que "no es su trabajo" opinar sobre el asunto. Por último, afirmó que si perdiera la elección "respetaría la decisión de los argentinos", aunque se definió como "demasiado convencido" del camino elegido.

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