Encabezaron juntos desfile por el Día de la Bastilla en París.

A veces los gestos dicen más que las palabras. El apretón de mano entre Donald Trump y Emmanuel Macron al cierre de la visita del presidente de Estados Unidos a Francia, casi no deja dudas de cuál fue el resultado de las 48 horas que pasó en París.

Trump y Macron renovaron la histórica alianza entre Estados Unidos y Francia, sin renunciar a sus diferencias en temas como el cambio climático o el proteccionismo comercial, pero con un compromiso que los ata aún más: "Nada nos separará jamás". La frase se la dijo Macron a Trump.

Ambos presidentes asistieron juntos ayer viernes en París al tradicional desfile militar del 14 de julio, fecha de la fiesta nacional francesa, que este año conmemoró también el centenario de la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial. En honor a este aniversario, los "Sammies" —como se designaba a los soldados estadounidenses— abrieron el desfile.

Francia ha encontrado a lo largo de su historia "aliados sólidos, amigos que vinieron a auxiliarnos" y "Estados Unidos figura entre ellos, es por eso que nada nos separará jamás", declaró Macron, junto a Trump, en el breve discurso con el que cerró la ceremonia.

"Fue un gran honor representar a Estados Unidos en el magnífico desfile de îBastilleDay", escribió por su parte Trump en Twitter. "Felicidades Presidente @EmmanuelMacron!", añadió, antes de tomar un avión de regreso a Washington, donde seguirá lidiando con el escándalo por el espionaje ruso que tiene bajo investigación, entre otros, a su hijo mayor y a su yerno.

En momentos en que Trump se encuentra aislado en la escena internacional, Macron le extendió la alfombra roja, y espera mejorar las relaciones e incluso convencerlo de que cambie de opinión sobre su retiro del acuerdo climático. Trump, que quiere renegociar el acuerdo, dijo el jueves tras conversar con Macron que "algo podría pasar respecto al acuerdo de París", sin dar más detalles, y agregó: "Veamos qué pasa".

Ambos mandatarios disfrutaron de una "cena entre amigos" el jueves en el mítico restaurante de la Torre Eiffel, Le Jules Verne, junto a sus esposas, Melania y Brigitte. Trump calificó sus relaciones de "inquebrantables". A pesar de sus diferencias sobre la lucha contra el cambio climático y el comercio, los dos líderes se centraron en su estrecha cooperación en la lucha contra el yihadista Estado Islámico (ISIS) en Siria e Irak.

La renovación de la alianza entre Trump y Macron fue evidente además en los gestos. Trump intercambió de forma reiterada —a la vista de las cámaras, pero sin sonido— comentarios y confidencias con Macron mientras los aviones surcaban el cielo, pero también durante el desfile en tierra.

Al término del acto, una banda interpretó los himnos de Estados Unidos y Francia con las banderas de ambos países enarboladas por militares. La última vez que un presidente estadounidense en ejercicio asistió como invitado a la Fiesta Nacional francesa fue George Bush padre en 1989.

Después de la partida de Donald Trump de París, el presidente francés Emmanuel Macron homenajeó en Niza a las víctimas del ataque con camión que enlutó a esta ciudad de la Costa Azul hace un año. "El 14 de julio en Niza no será nunca más igual y no será jamás igual en toda Francia. Se mezclará siempre el amargo recuerdo de las víctimas, todo ese dolor tan repentino y fuerte", declaró Macron en la ceremonia solemne.

La noche del 14 de julio de 2016, unas 30.000 personas se encontraban en el Paseo de los Ingleses, la más célebre avenida de Niza frente al Mediterráneo, para asistir a un espectáculo de fuegos artificiales por la fiesta nacional.

Un camión de 19 toneladas embistió a la multitud, dejando por su paso 86 muertos y 450 heridos. El ataque fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS).

Macron prometió a las víctimas y a sus familias que "el Estado no los abandonará jamás". "Y tampoco abandonará la búsqueda de la verdad, el castigo de los culpables, pero también el apoyo humano, jurídico, y financiero que se debe a las víctimas", destacó.

A la ceremonia asistieron víctimas y sus familias, miembros de los servicios de socorro, figuras políticas como los expresidentes François Hollande y Nicolas Sarkozy, y el príncipe Alberto de Mónaco, entre otros.

VIDEOAFP, EFE, REUTERS