Antonio Palocci habría cobrado coimas por US$ 40 millones.

Cayó otro de los otrora hombres fuertes del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil. La policía arrestó ayer lunes a Antonio Palocci, exministro de Hacienda y jefe de Gabinete durante los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff, en el capítulo más reciente de una investigación por corrupción que acecha cada vez más al PT.

Fiscales dijeron que Palocci actuó como vínculo entre el PT de Lula y Rousseff y el conglomerado de ingeniería más grande de América latina —Odebrecht SA— entre 2006 y 2013, en un esquema político de coimas enfocado en los contratos con la estatal Petrobras.

En tanto, la policía brasileña dijo que Palocci supervisó sobornos políticos pagados por la constructora Odebrecht durante por lo menos 2013, dos años después de haber dejado el cargo. Los investigadores dijeron en conferencia de prensa que Palocci llevó la cuenta de al menos 128 millones de reales (40 millones de dólares) en sobornos pagados al PT por contratos para construir obras públicas.

La Policía apodó "Omertá" (como se denomina el código de silencio que impone la mafia) a esta nueva fase de la investigación, en referencia al apodo "italiano" con el que la constructora Odebrecht identificaba a Palocci.

Palocci, de 55 años, fue ministro de Hacienda de Lula entre 2003 y 2006 y jefe de gabinete de Rousseff en 2011, quien fue destituida en agosto en un juicio político que puso fin a 13 años de gobierno del PT. La primera presidenta de Brasil fue sucedida en el cargo por su vicepresidente, Michel Temer.

El nuevo arresto lleva a la enorme investigación por el escándalo de corrupción más grande de Brasil al núcleo de poder del PT. La semana pasada, la policía detuvo por unas horas al ex ministro de Hacienda Guido Mantega, quien sucedió a Palocci y permaneció en el cargo por casi nueve años.

Mantega fue arrestado por un pedido de indagatoria y fue liberado bajo custodia poco después. Palocci fue detenido bajo la misma circunstancia, por lo que se espera que su arresto también sea breve.

"Este es otro clavo para el ataúd del Partido de los Trabajadores", dijo Andre Cesar, analista político de la consultora con sede en Brasilia Hold Legislative Advisors. "El círculo se está cerrando. Después de Mantega y Palocci, es casi inevitable que vayan por Lula, y eso podría ser pronto", agregó.

Lula fue acusado de cargos de corrupción la semana pasada, en un caso que involucra un departamento de lujo que los fiscales señalan que fue producto de una coima de una compañía constructora que forma parte del esquema delictivo en torno a Petrobras. Muchos creen que dado que aún es el político más popular de Brasil, su arresto es poco probable antes de un juicio.

Los investigadores argumentan que Palocci aprobó de manera indebida préstamos del banco de desarrollo BNDES para Odebrecht en África y para plataformas petroleras. También afirman que presionó por la aprobación de leyes en el Congreso para ayudar a la compañía a obtener beneficios impositivos.

El magnate de la construcción Marcelo Odebrecht, cuya familia es propietaria del grupo, fue sentenciado en marzo a 19 años de prisión por cargos de corrupción, lavado de dinero y crimen organizado, en relación con el escándalo cuyo centro es Petrobras.

Otras dos personas, ex colaboradores de Palocci, fueron arrestadas ayer lunes. La oficina de prensa de Odebrecht dijo que la compañía no hará declaraciones, mientras que representantes de BNDES no respondieron de inmediato.

La telaraña de pactos secretos y sobornos en las altas esferas del PT también envuelve al proyecto de desarrollo del submarino nuclear, a cargo de la Armada brasileña con apoyo de Francia, y el estadio "Itaquerao" del club Corinthians, en la región oeste de San Pablo, una de las subsedes de la Copa del Mundo de 2014.

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