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Otra jornada de violencia por represión chavista a oposición

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La policía bloqueó la marcha opositora con gases lacrimógenos y balas de goma. Foto: AFP
Riot police aim their shotguns at oppesers during a protest against President Nicolas Maduro's government in Caracas on April 4, 2017. Activists clashed with police in Venezuela Tuesday as the opposition mobilized against moves to tighten President Nicolas Maduro's grip on power. Protesters hurled stones at riot police who fired tear gas as they blocked the demonstrators from advancing through central Caracas, where pro-government activists were also planning to march. / AFP / FEDERICO PARRA VENEZUELA-CRISIS-OPPOSITION-PROTEST
FEDERICO PARRA/AFP

Nueve heridos en marcha contra el golpe de Estado de Maduro; policía bloqueó el acceso al Parlamento.

Venezuela vivió ayer martes dos manifestaciones adversas con una misma consigna: contra "el golpe de Estado". En una movilización que dejó nueve heridos —uno de bala—, los detractores del presidente Nicolás Maduro denunciaron una usurpación de los poderes del Parlamento, de mayoría opositora, por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). A ello cientos de chavistas respondieron con otra manifestación, cuyo lema fue la denuncia de Maduro de que en la OEA hubo un "golpe de Estado" por la declaración del lunes en la que advirtió una "grave alteración" de la democracia.

Con gases, chorros de agua y perdigones, la policía impidió que la marcha opositora llegara a la Asamblea para acompañar una sesión que debatiría la compleja destitución de los magistrados del TSJ, que la semana pasada se atribuyeron las funciones legislativas.

La sentencia, anulada parcialmente el sábado, fue cataloga- da de "golpe de Estado" por la oposición.

El libreto se repitió a la perfección, como cada vez que la oposición intenta llegar al centro de la capital. Cientos de policías bloquearon la calle por donde pretendía marchar.

"¡Colaboren! Vamos a mantener el orden", advertía un oficial con un megáfono antes de la primera ráfaga de gas pimienta.

Al principio fueron unas 200 personas, entre ellas tres jóvenes de entre 20 y 25 años que cantaron el himno venezolano arro-dilladas sobre una bandera venezolana frente a los policías. Caravanas de varios partidos políticos fueron llegando con su militancia, marchando como tropa directamente al piquete. Empu-jones, consignas, insultos, que eran respondidos con bombas lacrimógenas.

"¡No nos vamos a calar (aguantar) un golpe de Estado!", retumbaba en el parlante de un camión. "La calle es de nosotros".

Llegó a haber unas 1.000 personas, que fueron menguando a medida que aumentaban las acciones para dispersar la concentración.

Los más radicales respondían con piedras, mientras que desde unos edificios de vivienda social construidos por el chavismo lanzaban botellas de vidrio contra los manifestantes.

"¡No se vayan!", gritaban varios. "¡Vuelvan!", insistían. Muchos se retiraron y otros se movieron a una autopista cercana para marchar, donde, según denunciaron después, fueron recibidos por disparos de los llamados "colectivos", organizaciones comunitarias armadas por el gobierno.

El herido de bala está fuera de peligro. Un diputado, Richard Blanco, terminó en terapia intensiva afectado por los gases, anunció su partido.

Estaba claro que los opositores no llegarían al Capitolio, donde se concentraron los militantes chavistas para condenar el "golpe institucional" que afirman sufrió la OEA al sesionar el lunes contra Venezuela, a pesar de que Bolivia, que preside el Consejo Permanente, había suspendido la sesión.

Eran también al menos 1.000 manifestantes, vestidos en su mayoría de rojo o verde oliva, con banderas y que no tuvieron por su lado ningún altercado con las fuerzas del orden.

Sonó mucha música revolucionaria y el himno venezolano con la voz del fallecido Hugo Chávez de fondo. Varios dirigentes del chavismo, como su número dos, Diosdado Cabello, acompañaron la concentración.

"¡Arriba, abajo, la OEA pal carajo!", gritó Cabello en un encendido discurso.

La policía bloqueó la marcha opositora con gases lacrimógenos y balas de goma. Foto: AFP
La policía bloqueó la marcha opositora con gases lacrimógenos y balas de goma. Foto: AFP

Oposición sesionará para cesar a los jueces.

La Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por la oposición, aplazó para hoy miércoles la sesión para remover a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, luego de que la policía impidiera el paso de los diputados y centenares de partidarios hasta la sede del Legislativo. El secretario del Parlamento, José Ignacio Guedez, confirmó en Twitter que la sesión se celebrará hoy y aseguró que "no impedirán" que los diputados denuncien "el golpe de Estado e inicien un procedimiento contra magistrados". Ayer el presidente Nicolás Maduro insistió con su tesis de una conspiración desde Estados Unidos. "Desde el norte han dado una orden a la derecha fascista, derrotada en Venezuela, de llenar las calles de Venezuela de violencia y de sangre", dijo en un acto público.

Desgarrador testimonio de Catherine Fulop.

"Estamos tratando con gente bastante pesada. Mi país es un narco Estado". La frase pertenece a la actriz y vedette venezolana Catherine Fulop, radicada desde hace años en Argentina. La semana pasada Fulop estuvo en el programa La Noche de Mirtha, que conduce Mirtha Legrand. Y ahí, entre lágrimas, se despachó sobre la crisis política y económica en su país y el régimen chavista de Nicolás Maduro. Fulop tiene 52 años y desde 1998 está casada con Osvaldo Sabatini, hermano de la extenista Gabriela Sabatini. "Es todo una tramoya. Está todo planeado. Cada tanto hacen un autogolpe de Estado" para mantenerse en el poder, dijo la vedette. Fulop no dudó en definir al gobierno en Venezuela como una "dictadura". "Yo me siento una exiliada. Esta gente me robó mis navidades, me robó mi vida", dijo, y contó que no pudo ir a visitar a su madre que acaba de cumplir 80 años, a quien le envía medicamentos por la escasez en Venezuela. Parte de su relato lo hizo llorando ante las cámaras, al punto que Mirtha Legrand le prestó un pañuelo para que secara sus lágrimas. "No puedo creer que hayamos llegado a tanto. Nunca pensamos que Venezuela iba a ser secuestrada por esta manga de vagabundos, delincuentes, que armaron todo esto para saquear a mi país", afirmó.

"Yo no puedo viajar a mi país, no tengo garantías. Tengo amigos a los que les han sacado el pasaporte porque en una nota han criticado alguna acción del gobierno. ¿Qué es esto? Estamos ante una locura", agregó. Contó además que amigas suyas actrices, "que ganan muy bien, hace meses que no comen carne ni pollo. No puede ser, esto no es normal. Vivimos en una dictadura en Venezuela. Esto tiene que acabar. La gente está comiendo de la basura".

Policía lanza gases contra opositores en Caracas
Policía lanza gases contra opositores en Caracas

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