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Estado Islámico ahora con un pie en Gaza y en el Sinaí

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El ejército egipcio patrulla la frontera sur de Gaza con el Sinaí. Foto: AFP.
RAF109. RAFAH, FRANJA DE GAZA (--), 02/07/2015.- Fotografía de un vehículo militar egipcio mientras patrulla en la frontera del sur de la Franja de Gaza, hoy, jueves 2 de julio de 2015. Las fuerzas de seguridad de Egipto en la Península del Sinaí fueron atacadas este miércoles en una serie de audaces ataques que los analistas han señalado como una táctica sin precedentes de una filial local del Estado Islámico. Los reportes son contradictorios sobre el número de víctimas en ataques realizados en la ciudad de Sheikh Zuweid, al norte del Sinaí. El Ejército dijo que "grupos terroristas" atacaron varias posiciones en Sheikh Zuweid y Rafah en la mañana de este miércoles. EFE/Mohammed Saber
MOHAMMED SABER/EFE

El Ejército israelí se ha visto sorprendido por la capacidad de combate de Wilayat (Provincia de) Sinaí, la filial del Estado islámico en la península egipcia, que golpeó el miércoles a las fuerzas del presidente Abdelfatá al Sisi en un ataque múltiple coordinado con el letal sello de las operaciones del Califato en Siria e Irak.

Israel ha reforzado inmediatamente la frontera común, en especial en el vértice que coincide con la franja de Gaza, y ha elevado el nivel de alerta de sus fuerzas.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no hablan por el momento de aumentar concentración de tropas en la frontera del Sinaí. Se han incrementado las misiones para recoger información y para la observación de movimientos con drones (aviones no tripulados). El Ministerio de Defensa ordenó el cierre de los pasos fronterizos de Nitzana y Kerem Shalom, pero este último, que sirve también como punto de entrada para mercancías a la franja de Gaza, fue reabierto el jueves.

Israel ha anunciado que autorizará un mayor despliegue de tropas egipcias en el Sinaí, que se halla limitado por los acuerdos de paz de 1979, que supusieron la retirada de Israel de la península, de la que se apoderó en la guerra de 1967 y que mantuvo en gran parte en su poder tras el conflicto de 1970. Al Qaeda, primero, y el Estado Islámico, en los últimos tiempos, han aprovechado el vacío de poder en la región para atraer a sus filas a la población beduina, históricamente olvidada por la Administración de El Cairo.

Egipto asegura que sus tropas mataron el miércoles a un centenar de yihadistas, a los que sumarían otras dos docenas presuntamente abatidos el jueves en ataques aéreos. El comunicado oficial de las Fuerzas Armadas difundido por las televisiones egipcias reconoce la muerte de 17 soldados, aunque otros informes militares elevaron hasta 64 la cifra de bajas mortales. Los milicianos de Wilayat Sinaí contaban con armas antiaéreas y lanzadores de misiles antitanque montados en vehículos todoterreno, en la que puede considerarse como una de las mayores acciones militares en la zona desde la guerra del Yom Kipur, hace cuatro décadas.

Los ejércitos israelí y egipcio mantienen una estrecha cooperación en materia de seguridad en la frontera, que se reforzó tras el golpe de Estado que derrocó hace ahora dos años al presidente islamista Mohamed Mosri. "Somos aliados de los egipcios y de muchos otros países de Oriente Próximo y del mundo contra el terrorismo radical islámico", aseguró el primer ministro Benjamín Netanyahu tras el ataque en el norte del Sinaí.

La ofensiva de la filial del Estado Islámico ha hecho saltar por los aires la situación de relativa calma registrada en la triple frontera tras la guerra del pasado verano. El Cairo acababa de nombrar embajador en Israel después de haber retirado a su representante diplomático durante la operación israelí contra Gaza de 2012, y mantiene un especial interés en la importación de gas natural desde los yacimientos que Israel se dispone a explotar en el Mediterráneo oriental.

El lado egipcio.

Dos años después de que el ejército derrocara al presidente islamista Mohamed Mursi, los yihadistas continúan perpetrando atentados mortales en Egipto, cuyas autoridades mantienen a su vez una sangrienta represión contra cualquier tipo de oposición.

El país árabe más poblado conoce una ola de atentados sin precedentes desde que el exjefe del ejército y actual presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, destituyera y detuviera el 3 de julio de 2013 a Mursi, al término de varias manifestaciones masivas contra su único año de gobierno. Los acontecimientos de esta semana hablan por sí solos. Tras el asesinato el lunes del fiscal general Hisham Barakat en un espectacular atentado con bomba en El Cairo, combatientes vinculados al grupo Estado Islámico (EI) lanzaban dos días después una serie de ataques coordinados contra varias posiciones del ejército en la península del Sinaí, con decenas de muertos.

Al mismo tiempo, "asistimos (en Egipto) al regreso de la represión y de las detenciones arbitrarias", declara Mohamed Nabil, miembro del movimiento de jóvenes laicos y de izquierdas 6 de Abril, prohibido por la justicia en 2014. "El fracaso político (de las autoridades) es brutal a todo nivel", estima. Durante los meses posteriores al derrocamiento de Mursi, las fuerzas de seguridad egipcias mataron a más de 1.400 personas, en su mayoría manifestantes islamistas. Decenas de miles más han sido encarcelados y otros cientos condenados a muerte en expeditivos procesos masivos, entre ellos el propio Mursi y varios dirigentes de su cofradía de los Hermanos Musulmanes.

Bajo la excusa de actuar en represalia contra esta represión, los movimientos yihadistas han matado a cientos de policías y soldados, lo que representa un serio desafío para el presidente Abdelfatá Al Sisi, cuyo primer objetivo es restablecer la seguridad y relanzar una economía en serias dificultades.

"Las autoridades egipcias han demostrado que no se detendrán ante nada en su intento de aplastar cualquier desafío a su autoridad", afirma en un comunicado la directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, Hassiba Hadj Sahraoui.

Justo después del asesinato de Barakat, el presidente Al Sisi prometió juicios rápidos y una legislación más dura para luchar contra el "terrorismo".

Dos días después del luctuoso episodio en El Cairo, el gobierno aprobó una nueva ley antiterrorista para "ofrecer una justicia rápida y vengar a nuestros mártires".

El objetivo del EI en Gaza es Hamas.

El movimiento islamista palestino Hamas llamó ayer la atención sobre la presencia de miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Gaza y denunció las amenazas recibidas en un video difundido en las redes sociales, en el que conmina a Hamas a terminar su mandato. Mahmud al Zahar, veterano miembro de Hamas en la Franja, comentó que las amenazas lanzadas por el EI "son puestas en práctica, como ocurrió en el pasado" y advirtió que el movimiento islamista palestino se toma en serio las intimidaciones, contemplándolas como "delitos de seguridad según la ley". Al Zahar se refirió al video divulgado ayer en el que combatientes del EI en la provincia siria de Alepo denunciaban la campaña de arrestos de Hamas contra miembros del EI en Gaza, y le criticaban por no haber implementado una férrea interpretación de la fe islámica. EFE

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El ejército egipcio patrulla la frontera sur de Gaza con el Sinaí. Foto: AFP.

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