Enfoques divergentes en inmigración, terrorismo y otros temas mundiales.

La batalla electoral en Estados Unidos, que tiene repercusión mundial porque de ella surgirá el nuevo presidente de la superpotencia y líder de Occidente, enfrenta a Donald Trump, un magnate de 70 años con amplia experiencia en el sector privado, y Hillary Rodham Clinton, de 68 años, con larga trayectoria pública como Primera Dama, senadora por Nueva York y Secretaria de Estado. El 8 de noviembre estarán en juego dos enfoques divergentes para gobernar.

Donald Trump sostiene que después de ocho años de gobierno del Partido Demócrata con la presidencia de Barack Obama, Estados Unidos es un país en declinación económica que también ha perdido el liderazgo mundial. De ahí su eslogan de campaña "Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser grande". Afirma que el gobierno de Obama y principalmente la gestión de Hillary Clinton como Secretaria de Estado, dejaron un legado de "destrucción, muerte, terrorismo y debilidad". Asimismo, cree que los tratados comerciales que aprobó Estados Unidos, con el voto de su rival demócrata, y a los que él se opone, costaron miles de empleos a los estadounidenses. Se definió como la voz de los sectores de menores ingresos, "los olvidados". Dice que con él no habrá más tratados comerciales malos para el país y que se debe analizar retirarse de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Opina que la sociedad estadounidense está dominada por la violencia y que al asumir él la presidencia el 20 de enero de 2017, volverán a reinar la ley y el orden. Respecto de las armas, destaca el derecho de los ciudadanos a defenderse como consagra la Constitución.

Por su parte, Hillary Clinton expone una visión positiva del país, señalando que está saliendo de las dificultades económicas no solo por las políticas que aplicó Obama, sino también por el esfuerzo de todos los ciudadanos. "No les digo que todo es magnífico, sino que hemos progresado, pero aún tenemos trabajo por delante", dice la candidata demócrata que promete enfocarse en las zonas del país que quedaron marginadas y relegadas, al caer el nivel de vida, por el temor a la falta de seguridad y la pérdida de empleos. Pero, aclara que esa es una parte de un país que en términos generales es próspero y sigue liderando en el mundo porque no aplica la fuerza de manera indebida, sino que negocia acuerdos como el logrado con Irán y por esa vía es cada vez más respetado. En el comercio, aclara que se opone el Tratado Trans Pacífico y que se debe seguir en la OMC. Clinton sostiene que afianzar la seguridad no se logra con imposición ni amenazas, sino en un diálogo y consenso con todos los sectores de la sociedad, protegiendo los derechos de los ciudadanos y de los funcionarios policiales. Dice que no va a terminar con la Enmienda Constitucional sobre derecho a las armas, sino asegurar que haya más exigencias para obtenerlas.

Donald Trump no es contrario a todos los inmigrantes, sino a los que llegaron y permanecen de manera ilegal. Propone impedir el ingreso de personas oriundas de países asociadas con el terrorismo, así como construir un muro a lo largo de la frontera con México, porque quienes proceden de ese país por vía ilegal llevan drogas y criminalidad a Estados Unidos. También plantea la expulsión de los extranjeros ilegales —son unos once millones— y que "haciendo cumplir las leyes a los millones de personas que se quedan más tiempo que lo que permiten sus visas, nuestras leyes por fin recibirán el respeto que merecen".

Hillary Clinton rechaza la construcción del muro porque no resuelve los problemas de la inmigración y atenta contra el espíritu que siempre animó a Estados Unidos de acoger a personas de otros países. Anuncia que introducirá una reforma completa del sistema de inmigración que incluirá un camino para obtener la ciudadanía y medidas de protección de las fronteras. Estima que ello introducirá a millones de personas en la economía formal.

Donald Trump promete terminar con el grupo Estado Islámico que amenaza a Occidente. "Nadie será más duro con el EI que yo", señala y también cree que él sabe más que nadie como vencer al terrorismo. Uno de los medios para hacerlo es "encontrar al general Patton y al general MacArthur dentro de nuestras Fuerzas Armadas. Encontraré a la persona indicada. Encontraré al hombre que conduzca a nuestras Fuerzas Armadas y las haga funcionar. Nadie se propasará con nosotros." Como estrategia plantea quitarle la riqueza al EI, es decir, recuperar el petróleo que está en manos del terrorismo. Sostiene que "hay que bombardearlos sin tregua, rodearlos y entrar. A continuación dejar que entren nuestras grandes empresas petroleras. "Una vez que no tengan petróleo, no les queda nada", indicó en CNN. Critica la debilidad de Obama y Clinton para enfrentar la amenaza del terrorismo.

Hillary Clinton propone la derrota del EI mediante la intensificación de la campaña de bombardeos aéreos de la coalición internacional, afianzando el apoyo a fuerzas locales árabes y kurdas y protegiendo a los civiles. Mediante la diplomacia, se debe resolver la guerra en Siria. Pone énfasis en trabajar con los aliados para desmantelar la red terrorista global y así frenar el flujo de yihadistas que cometen atentados en Occidente.

Donald Trump indicó que Estados Unidos lleva el peso del financiamiento de la OTAN y por tanto, hará que los aliados se hagan cargo de la mayor parte de la defensa y sus gastos que demanda para que haya equilibrio en ese sentido.

Hillary Clinton rechaza esa propuesta porque no es justa y crea incertidumbre. Dice que la OTAN debe seguir siendo fuerte con el liderazgo de Estados Unidos.

Donald Trump considera que Estados Unidos es un líder en declinación por culpa de las políticas de Obama y Clinton. Plantea limitar la intervención estadounidense en las crisis globales. Proclamó la necesidad de terminar con la era de humillación internacional que es consecuencia de la actitud de los dos. Promete que el país será cada vez más fuerte y desde esa posición dialogará con los líderes de otros países —caso del presidente de Rusia, Vladimir Putin— para lograr acuerdos sobre la base de que respeten a Estados Unidos.

La visión de Hillary Clinton es que Estados Unidos sigue siendo el líder porque aplica una política que comprende los aspectos militares y también la diplomacia, que es un instrumento poderoso, así como la promoción del desarrollo en otros países. Dice que se ha sido duro con Putin, mediante la aplicación de sanciones a Rusia por su política agresiva en Europa. Respecto de China, se deben imponer reglas para que las cumpla.

Hackers de Rusia también entran al sistema de campaña de Clinton

Los responsables del robo de 20.000 correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC, por su sigla en inglés) de EE.UU. también piratearon la campaña presidencial de su candidata, Hillary Clinton.

La campaña de Clinton admitió en un comunicado que los “hackers” accedieron a su sistema como parte del ataque al DNC,

El FBI, por su parte, divulgó un comunicado en el que informa que está investigando el “pirateo de múltiples entidades políticas”, aunque no precisó las víctimas de esos ataques informáticos. “El FBI se toma en serio cualquier denuncia de intrusión, y vamos a pedir cuentas a aquellos que supongan una amenaza para el ciberespacio”, agregó esa institución, que también investiga si Rusia está detrás de estos ataques.

La cúpula demócrata mantiene que Rusia está detrás de la filtración que tendría como objetivo perjudicar a Clinton frente al republicano Donald Trump, una teoría insinuada por el presidente, Barack Obama, y con la que el

Rusia, por su parte, ha tachado de “absurdas” las acusaciones y advertido de que dañan las “relaciones bilaterales”.

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