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Hillary preparada para larga lucha

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Su rival a la candidatura presidencial demócrata crece y la obliga a una nueva estrategia.

Los expertos en ciencias políticas, por ahora, han quedado en offside. Pronosticaron que Donald Trump se desinflaría con el transcurso de las semanas, en su aspiración por ser el candidato presidencial del Partido Republicano. Sin embargo, pasa el tiempo y sigue liderando la contienda. Comenzó con solo 4% de intención de voto, pero cuando dijo que la mayoría de la inmigración mexicana está compuesta por personas que delinquen, violan y distribuyen droga en Estados Unidos, su popularidad saltó al 15%. Ahora, a ocho días de la primera votación en Iowa, el promedio de las encuestas que realiza RealClear Politics lo sitúa en primer lugar a nivel nacional con 34,6%, seguido de los senadores Ted Cruz con 18,8% y Marco Rubio con 11,2%. Por ejemplo, la encuesta de The New York Times y la televisora CBS le da al magnate 36%, Cruz aparece segundo con 19% y Rubio tercero con 12%.

Trump sigue líder y cruz lo acecha

Esta realidad ha obligado a Cruz a introducir cambios en su estrategia, aunque el camino para enfrentar a Trump ha sido difícil. El senador lanzó una ofensiva en la que describe a Trump como "alguien que está dispuesto a los arreglos y a capitular ante el establishment de Washington". Asimismo, se refirió a la larga historia de Trump en favor de posiciones liberales y de contribuciones a demócratas, como el matrimonio Clinton y el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel. También dijo que su rival tiene escaso conocimiento de la situación internacional y que "Estados Unidos no puede tener como Comandante en Jefe a una persona que salta de la cama cada mañana y lanza mensajes por Twitter según vayan las encuestas".

Nada de eso parece haber dado resultado. Trump sigue liderando y como respuesta a la acusación de Cruz de que tuvo posiciones liberales, recibió el apoyo de Sarah Palin —ex gobernadora de Alaska y ex candidatada a la vicepresidencia por el Partido Republicano— quien destacó que como dice el eslógan de campaña, "Trump realmente quiere devolverle la grandeza a Estados Unidos". Sostuvo que es el único capaz de defender al país de la amenaza terrorista y de darle su merecido al Estado Islámico.

Trump ya tiene asegurado alto porcentaje de los conservadores por lo cual no es seguro si Palin le suma votos.

the new york times

Enfrentada a un desafío más duro del que imaginó de parte del senador Bernie Sanders, la campaña de Hillary Rodham Clinton se prepara para una lucha en las elecciones primarias de la que surgirá el candidato presidencial del Partido Demócrata, que se extenderá hasta fines de abril o comienzos de mayo y requerirá una operación mucho más extendida en estados y territorios desde Pennsylvania hasta la isla de Guam.

Ante la primera etapa del proceso electoral, que tendrá lugar el 1° de febrero en los caucus o asambleas partidarias de Iowa y la realidad de que Sanders reduce la enorme ventaja que Hillary le llevaba en ese estado, los asesores de la ex senadora reconocen que el camino hasta la Convención partidaria, en julio, resultará caro. "Recuerden que la vez anterior tuve que hacer campaña hasta bien entrado junio", dijo Clinton a CNN, la semana pasada.

Si bien el equipo de Clinton ha buscado trasmitir la imagen de que ha construido una operación de alcance nacional, su campaña ha invertido gran parte de sus recursos en los caucus de Iowa, con la esperanza de que una victoria allí marginaría a Sanders y la dejaría encaminada hacia la candidatura. Se estima que casi el 90% de los recursos de la campaña está dividido entre Iowa y la sede central de su movimiento situada en Brooklyn, de acuerdo con una estimación provista por una persona que tiene conocimiento directo de los gastos. La campaña niega esa cifra.

El foco está tan centrado en Iowa, debido a que Clinton tiene presente la inesperada victoria que Barack Obama logró allí en 2008, que los dirigentes en Nueva Hampshire —realiza la elección primaria el 9 de febrero— expresan su queja a los jefes de campaña porque se sienten olvidados.

En contactos con sus partidarios, la semana pasada, los asistentes de Clinton expusieron que la campaña contra Sanders se extenderá a lo largo de abril, una perspectiva que requerirá de unos US$ 50 millones para una operación de alcance nacional y otros gastos.

Menos ventaja.

La última encuesta de The New York Times y la cadena de televisión CBS indicó que Clinton tiene 48% de intención de voto en las primarias a nviel nacional contra 41% de Sanders, senador por Vermont, de 74 años. La diferencia se ha reducido.

Pero, Hillary Clinton tiene muchas fortalezas para explotar. En una primaria del Partido Demócrata los candidatos logran delegados a la Convención sobre la base del total de votos, por lo que Clinton y Sanders pueden acercarse a los 2.385 delegados necesarios para asegurarse la candidatura presidencial, mediante una combinación de triunfos y ubicándose en sólido segundo lugar en varios estados.

El Partido Demócrata también tiene superdelegados, que son autoridades y líderes partidarios que tienen libertad de apoyar a cualquier candidato. Clinton tiene varios cientos de superdelegados en su apoyo, comparado con 16 de Sanders.

Entre los ciudadanos, Clinton cuenta con profundo apoyo entre afrodescendientes y latinos. En contraste, Sanders ha tenido dificultades para conectarse con las minorías.

Advertencia.

Los militantes del Partido Demócrata que respaldan a Clinton y ven con nerviosismo la fortaleza de Sanders en los primeros estados en los que se vota, se inclinan por una estrategia nueva que consiste en suscitar dudas sobre la candidatura del senador, subrayando el credo socialista de éste y advirtiendo que sería un desastre electoral y asustaría a los votantes indecisos, así como condenaría a la derrota a los cadidatos demócratas a las gobernaciones, en las definiciones que sean reñidas.

La posibilidad de que Sanders triunfe en Iowa y Nueva Hampshire induce a algunas de las figuras más prominentes que apoyan a Clinton a discutir cómo pueden frenar el impulso del senador, advirtiendo que el Partido Republicano se haría una fiesta si Sanders fuera el candidato presidencial demócrata.

Jennifer Palmieri, directora de Comunicaciones de Clinton, indicó que los republicanos y quienes aportan a las campañas de ese partido han dejado en claro a quién tienen miedo de enfrentar.

Clinton comenzó a exhortar a los militantes en Iowa a "asegurar que volvamos a tener un demócrata en la Casa Blanca el 20 de enero de 2017". Quienes la apoyan se mueven con firmeza para sembrar dudas sobre la viabilidad de Sanders como candidato, una táctica destinada a alarmar a los votantes de las primarias preocupados por retener la Presidencia y retomar el Senado.

A su vez, Sanders destaca los resultados de las encuestas que lo muestran con mejor perspectiva que Clinton contra los candidatos republicanos.

El 1 de febrero comienza el difícilcamino que lleva a la Casa Blanca

El largo camino poblado de obstáculos para llegar a la Casa Blanca comienza el 1° de febrero con los caucus de Iowa, —las asambleas, en las que se eligen los candidatos a las convenciones distritales, en un proceso que desemboca en la Convención Estatal— que son un indicativo importante de la postura del electorado, y tiene su gran día en el llamado Supermartes, el 1° de marzo, cuando se celebrarán elecciones primarias en 14 estados y la isla de Samoa Americana, estimándose que los resultados de esa jornada reducirán el número de aspirantes del Partido Republicano. Ese día habrá primarias de los dos partidos en Alabama, Arkansas, Colorado, Georgia, Massachusetts, Minnesota, Oklahoma, Tennessee, Texas, Vermont y Virginia, en tanto en Alaska, Dakota del Norte y Wyoming, habrá elección de los republicanos y en Samoa Americana, solo de los demócratas.

La votación en los dos partidos se realizará el 15 de marzo en Florida, el 19 de abril en Nueva York y el 7 de junio en California, tres estados que tienen un número importante de delegados a las convenciones partidarias.

En el Partido Republicano, para lograr la candidatura presidencial se necesitan 1.238 de un total de 2.475 delegados. También hay 278 superdelegados —dirigentes de la autoridad partidaria— que en su mayoría apoyan a Donald Trump. Para ser candidato del Partido Demócrata se requieren los votos de 2.385 de los 4.768 delegados a la Convención. Más de 500 superdelegados apoyan a Hillary Clinton.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Clinton sigue encabezando la intención de voto en los demócratas. Foto: Reuters.

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