Busca explicaciones por el bloqueo de la ruta balcánica.

El Ministerio de Exteriores griego ha convocado a consultas a su embajadora en Viena, Jrissula Aliferi, tras los desacuerdos entre ambos países debido al cierre de las fronteras en la ruta balcánica de refugiados.

"Está claro que los problemas importantes de la Unión Europea no pueden resolverse con pensamientos y mentalidades del siglo XIX. Tampoco decisiones de líderes de Estados pueden sustituirse con directivas de jefes de Policía", señaló el ministerio heleno en un comunicado ayer.

Según el ministerio, esto último constituye "un problema serio para la democracia".

Con ello aludió a la decisión tomada hace algunos días por los jefes de Policía de países de la ruta balcánica de impedir el paso de todos los refugiados que no dispongan de papeles en regla y de cerrar las fronteras a los afganos.

Atenas considera que este acto "demuestra la necesidad de proteger a Europa de algunos ignorantes de la Historia".

"Las iniciativas unilaterales para la solución de la crisis de los refugiados y las violaciones del derecho internacional y del acervo comunitario por Estados miembros de la UE, constituyen prácticas que pueden poner en riesgo el proceso de unificación europea", añadió el ministerio.

El Gobierno de Atenas recalcó que las responsabilidades para hacer frente a la crisis de los refugiados no deben ser asumidas por un solo país.

"El sentido común dice que la solución eficaz de este problema complejo debe ser inspirada por los principios de la solidaridad y la distribución justa de la carga. Grecia trabaja en este sentido", añadió el ministerio.

La llamada a consultas se realizó con el propósito de "mantener las relaciones amistosas".

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