Maduro asciende al jefe de Inteligencia acusado de violar derechos humanos.

El gobierno de Venezuela acusó de golpista a la fiscal general, Luisa Ortega, al rechazar las imputaciones que desde su despacho se han hecho en contra de los jefes de los cuerpos de seguridad que han reprimido las protestas y han ordenado detenciones que cada día se realizan en mayor número. Asimismo, el presidente Nicolás Maduro ascendió al jefe del Sebin (servicio de Inteligencia) mayor general Gustavo González López, en claro desafío a la fiscal que horas antes lo imputó por "graves violaciones a los derechos humanos".

Maduro también respaldó al general Antonio Benavides Torres, quien hasta el pasado 20 de junio fue comandante de la Guardia Nacional y a quien la Fiscalía también acusó por los mismos cargos.

"La Fiscalía pretende ahora perseguir a los altos oficiales bolivarianos, hijos de Hugo Chávez, que se han puesto al frente para defender a la República (...) Quiero que el pueblo los apoye", dijo Maduro. "La Fiscalía es cómplice de la violencia criminal".

La citación de González López se hace sobre la base de investigaciones del Ministerio Público con relación a casos de "allanamientos arbitrarios", "privaciones ilegítimas de libertad" y "causas de personas que permanecen detenidas" pese a que ya se han emitido órdenes de excarcelación desde los respectivos tribunales.

A su vez, el vicepresidente Tareck El Aissami —al salir en defensa de González López y de Benavides Torres—, acusó a Ortega de "dirigir" o "formar parte" de un golpe de Estado.

Dijo que la fiscal actúa de forma sesgada como si fuera militante de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y aseguró que Benavides Torres y González López "han garantizado la paz de la república, han evitado males mayores, muertes y han sido una suerte de muro de contención del fascismo".

El Sebin y la Guardia Nacional son dos de los organismos que han realizado allanamientos en residencias familiares sin la presencia del Ministerio Público y en el marco de las protestas antigubernamentales que se desarrollan desde hace tres meses en todo el país.

Las protestas que se iniciaron en Venezuela 1° de abril han dejado hasta ahora 89 muertos y más de mil detenidos, incluyendo a una veintena de estudiantes universitarios apresados el viernes, lo que no ha detenido la convocatoria a nuevas manifestaciones.

El viernes, se conoció de la muerte de Eduardo José Márquez Albarrán, de 20 años, un estudiante de Turismo de la Universidad Politécnica de Mérida que había sido herido durante una protesta en la que participó el pasado 13.

También se informó del fallecimiento de Rubén Morillo en Barquisimeto, capital del occidental estado Lara, "durante una situación irregular" en una manifestación.

La ONG Foro Penal Venezolano informó, además, que en el marco de esta ola de protestas que ya tiene tres meses se han realizado más de 3.500 arrestos y que 1.188 siguen detenidos. Resalta que 415 civiles han sido "presentados ante tribunales militares" y 245 están "privados de libertad".

Dirigentes de la oposición exigieron a las autoridades la liberación de la veintena de estudiantes de la Universidad Simón Bolívar (USB) detenidos el jueves por la Policía mientras participaban en una marcha en Caracas contra la Asamblea Nacional Constituyente impulsada por Maduro.

Nicolás Maduro, dijo que envió un mensaje a su par Donald Trump, en el que le pide que "rectifique" la política hacia su país y le advierte que no acepta "amenazas".

"¿Podemos hablar? Sí, pero sin amenazas, porque mandan mensajes los funcionarios del Departamento de Estado, las cosas están mal y pudieran estar peor, como amenazando, guárdense sus amenazas, tráguense sus amenazas", dijo Maduro en un acto con simpatizantes chavistas en Caracas.

Reiteró que está "preparado" para tener una "nueva etapa" en las relaciones con Estados Unidos pero con "respeto absoluto". Asimismo, dijo que le advirtió que "no cometa el error que está cometiendo con América Latina y el Caribe, contra Venezuela, rectifique a tiempo su política contra Venezuela, contra Cuba".

UN PAÍS EN CRISIS