El joven de 28 años fue "confundido" por las autoridades turcas, que difundieron hasta su pasaporte, debido a su parecido físico con el sospechoso del atentado.

La búsqueda del atacante del 31 de diciembre en la discoteca "Reina" de Estambul, que ya tiene rostro pero aún no un nombre, continúa sin pausa en toda Turquía aunque todavía sin éxtio.

Mientras el cerco se cierra, lentamente, sobre el hombre más buscado del país, detuvieron a sus presuntos cómplices, que ascienden ya a 16, entre ellos su esposa. Sin embargo, su identidad sigue siendo un misterio.

Pocas horas duró el presunto reconocimiento por parte de los medios turcos, -empezando por la televisión estatal muy cercana al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan-, que señalaban como el asesino a Ihake Mashrapov, un ciudadano de Kirguizistán, de 28 años, de quien se difundió hasta su pasaporte.

El hombre, que ya se encuentra en su país, negó cualquier vínculo con el atentado, como fue luego confirmado por las autoridades de Bishkek. La policía turca lo liberó tras un control en el aeropuerto de Estambul. Tenía apenas una semejanza con el rostro del atacante de la discoteca, cuyo rostro aparece desde hace horas en todas las pantallas televisivas, después de la publicación de un video selfie grabado en la zona de Plaza Taksim, tal vez para enviar un mensaje sobre su presencia en la ciudad.

Según los investigadores, el verdadero atacante tiene un pasado en Siria, donde el Estado Islámico lo habría entrenado para el feroz ataque. Sin embargo, sobre la confusión de personas las autoridades turcas siguen manteniendo un férreo silencio. Tal vez, como sugieren algunos expertos, sea para hacerle creer al asesino que la policía no está tan cerca de su captura e inducirlo, así, a que realice algún paso en falso.

Sin embargo, el cerco sobre el atacante es cada vez más estrecho. A partir de las imágenes televisivas y las difundidas por algunos diarios, varias personas "juraron" haberlo reconocido: son vecinos del hombre en la provincia de Konya, región de Anatolia central, adonde se habría transferido en noviembre pasado junto a su esposa y sus dos pequeños hijos, probablemente para no llamar la atención.

El presunto asesino sería oriundo de un país de Asia central, como parecen confirmar sus rasgos faciales: tal vez provenga de Kirguizistán o de Uzbekistán, si bien no se descarta la posibilidad de que sea originario de la región china de Xinjiang, donde reside la minoría uigur, turco-parlante y musulmana.

El lunes por la noche la policía turca detuvo a una mujer que juró no saber nada acerca de una posible afiliación a Estado Islámico de su esposo y aseguró haberse enterado del atentado a través de la televisión.

Por ahora, sin embargo, permanece detenida, al igual que otros quince sospechosos de ser sus secuaces, entre ellos, dos personas que mantuvieron contacto con el atacante en los días anteriores al atentado.

También fueron apresados los dos agentes inmobiliarios que le alquilaron al presunto asesino la casa de Konya, donde vivió alrededor de un mes.

En el mismo edificio, faltan dos familias que desaparecieron misteriosamente tras el atentado en el "Reina" y que están siendo buscadas intensamente. Otros dos extranjeros fueron apresados al atardecer en el aeropuerto Atartuk de Estambul cuando intentaban salir de Turquía.

Los servicios secretos de Bishkek negaron esta tarde que Mashrapov tuviera algún lazo con el atentado de la noche de fin de año. El hombre, explicaron, fue confundido con el atacante por su semejanza física.

Mashrapov declaró ante las autoridades turcas que se encontraba en Estambul por negocios -como lo hace cada año desde 2011- entre el 28 y el 30 de diciembre y volvería luego, entre el 1ø de enero y el 3. Sostuvo que se encontraba en Kirguistán la noche del atentado.

En tanto, Turquía parece estar cada vez más en la mira del terrorismo. El ministerio del Interior turco difundió hoy un comunicado en el que afirma que, en 2016, se frustraron 339 ataques graves de distinta matriz.

De hecho, en el curso de esta semana se espera el vía libre del Parlamento para una nueva prórroga de tres meses del estado de emergencia, declarado en el país tras el fallido golpe de Estado del pasado 15 de julio.

ANSA

TERRORISMOANSA