Gallegos y vascos votan hoy domingo en unas elecciones destinadas a renovar sus Parlamentos regionales y que influirán en la situación política de España, que no tiene Gobierno con competencias plenas desde hace nueve meses.

Unos 2,7 millones de gallegos y 1,7 millones de vascos están habilitados para votar. Las encuestas vaticinan un triunfo de partidos que actualmente gobiernan en ambas regiones: el PP (centroderecha) en Galicia y el PNV (nacionalistas moderados) en el País Vasco.

Los comicios tienen lugar en un contexto marcado por la falta de Ejecutivo en España desde las elecciones legislativas de diciembre de 2015.

Ni tras esa cita ni después de la repetición electoral, en junio último, los partidos lograron ponerse de acuerdo para formar una mayoría de Gobierno.

El socialista Pedro Sánchez, en marzo, y el actual jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy (PP), hace tres semanas, fracasaron en sus intentos de ser elegidos al frente del Gobierno por el Congreso de los Diputados.

Hasta el 31 de octubre hay margen para que Felipe VI proponga un nuevo candidato, pero el rey ha optado por dar tiempo a los partidos a que intenten ponerse de acuerdo.

La cita con las urnas de gallegos y vascos puede tener influencia en la partida de ajedrez que se vive a nivel nacional en función de los resultados que se den y por eso los líderes de los grandes partidos han participado en la campaña electoral en ambas regiones.

Rajoy suspira porque el PP tenga mayoría absoluta en Galicia frente a una eventual coalición de fuerzas de izquierda y que en el País Vasco el PNV gane y necesite algún tipo de apoyo, que su partido podría dar a cambio de que los cinco diputados nacionalistas vascos le respaldaran.

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