El ministro del Interior y Transporte y precandidato presidencial del Frente para la Victoria, Florencio Randazzo, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini , ungido ayer como compañero de fórmula de Daniel Scioli para las próximas elecciones, se reunieron ayer por la mañana con la presidenta en la quinta de Olivos.

Tras el sorpresivo anuncio de Scioli, Randazzo canceló una actividad que tenía prevista en La Matanza y mantuvo un encuentro con su equipo de colaboradores en su despacho de la Casa Rosada. El funcionario, que no realizó declaraciones a la prensa, y Zannini fueron convocados ayer por la jefa del Estado. A tres días del cierre de listas, se espera una definición sobre la candidatura presidencial del titular de la cartera del Interior y Transporte, que se resiste a bajarse a la provincia. Tras reunirse con la presidenta en Olivos y luego con su equipo de trabajo en su despacho de la Casa Rosada, Randazzo se retiró de la sede gubernamental sin hablar con la prensa para clarificar si continúa siendo postulante presidencial. La elección de Zannini, el funcionario más cercano a la presidenta, fue visto como una venía de la Casa Rosada a la postulación de Scioli. Varios dirigentes de peso dentro del oficialismo comenzaron ayer a presionar públicamente a Randazzo para que bajara su candidatura presidencial y compitiera en la provincia de Buenos Aires.

Esta mañana, el ministro del Interior y Transporte suspendió una visita que iba a realizar a La Matanza para supervisar obras ferroviarias, en compañía del intendente y precandidato a gobernador bonaerense, Fernando Espinoza, según consignó la agencia DyN. En las últimas horas, Florencio Randazzo dejó trascender que no aceptará la opción de bajarse a la disputa por la sucesión de Scioli y que si la presidenta le pidiera que se baje de la carrera por el sillón de Rivadavia, se iría a su casa. LA NACIÓN/GDA

La primera línea del oficialismo quiere que se presente a la provincia