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El fuego sigue sin tregua en Australia; se registran 17 muertos

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Incendios en Australia. Foto: AFP
Firefighters hose down trees as they battle against bushfires around the town of Nowra in the Australian state of New South Wales on December 31, 2019. - Thousands of holidaymakers and locals were forced to flee to beaches in fire-ravaged southeast Australia on December 31, as blazes ripped through popular tourist areas leaving no escape by land. (Photo by SAEED KHAN / AFP)
SAEED KHAN/AFP

INCENDIOS EN AUSTRALIA

Miles de turistas y lugareños se han refugiado en las playas.

Australia ha lanzado una operación de rescate a gran escala para ayudar a las miles de personas que, huyendo de los incendios que asolan varias zonas del sudeste país, pasaron la noche de Año Nuevo refugiadas en las playas.

Se han desplegado barcos y aviones militares para aportar ayuda humanitaria y evaluar los daños después de una de las peores jornadas desde el inicio de la temporada de incendios en septiembre.

La policía anunció que tres nuevos cuerpos fueron hallados ayer miércoles, con lo que ya son ocho los fallecidos desde el lunes, y 17 desde septiembre.

Además, más de 1.000 casas han sido calcinadas por el fuego hasta ahora.

Alrededor de 5,5 millones de hectáreas han ardido, o sea más que la superficie de países como Dinamarca u Holanda, o casi un tercio del territorio de Uruguay.

Incendios en Australia. Foto: El País

A medida que pasa el tiempo, se acentúa la preocupación por varias personas que siguen desaparecidas.

Las informaciones de varias zonas turísticas dan cuenta de miles de turistas y lugareños que pasaron la Nochevieja a orillas del mar, acorralados por las llamas, sobre todo en clubes de surf.

Los incendios causaron cortes de electricidad, de teléfono y de internet. Los bomberos tuvieron grandes dificultades para socorrer a personas con quemaduras en áreas aisladas.

Algunos damnificados aprovecharon ayer miércoles la reapertura de carreteras para volver a sus casas, a pesar de que los fuegos continúan arrasando el territorio. Otros se preparaban para pasar una segunda noche en refugios.

En Eden, una ciudad costera de Nueva Gales del Sur, las personas evacuadas acampaban en campos de fútbol.

Sin embargo hay buenas noticias de la ciudad turística costera de Mallacoota, donde 4.000 personas bloqueadas en la playa, protegidas por camiones de bomberos, salieron ilesas.

La ciudad en cambio podría permanecer aislada del mundo durante semanas. Ha comenzado el lanzamiento de víveres y un barco cargado con comida para dos semanas llegó ayer.

Incendios en Australia. Foto: AFP
Incendios en Australia. Foto: AFP

Las temperaturas más bajas y los vientos menos fuertes dieron un respiro a los bomberos en las últimas horas, pero las condiciones volverán a favorecer la progresión de los incendios a partir del sábado. “Las condiciones meteorológicas serán al menos tan malas como ayer (por martes)”, declaró Gladys Berejiklian, primera ministra de Nueva Gales del Sur.

Imágenes satelitales muestran que el humo generado por los últimos incendios atravesó el mar de Tasmania y llegó hasta Nueva Zelanda.

El gobierno del primer ministro Scott Morrison es blanco de las críticas. Morrison se fue de vacaciones a Hawái en plena crisis de los incendios en diciembre.

Cuando sucede este tipo de tragedias, surgen historias dramáticas. Es el caso de una pareja latina que vive en la pequeña localidad de Mogo, a unos 235 kilómetros de Sídney.

“Nos explicaron que perdimos la casa y el negocio”, dijo por teléfono a EFE Lorena Granados, una mujer salvadoreña quien junto a su esposo Gaspar Román, de origen chileno, se mudó a esta localidad turística para criar a sus hijos y dedicarse a la confección artesanal y venta de artículos de cuero.

La tragedia comenzó en la madrugada del 31 de diciembre. Hasta ese momento creían que las llamas que acechaban a Mogo no tocarían sus propiedades dado que había bomberos y aviones que luchaban contra los fuegos y además “había tres filas de casas antes de llegar a las tiendas”, explicó Granados.

“Como a las siete de la mañana vimos que el fuego estaba demasiada cerca y empacamos cosas personales y llevamos a mi hijo (de 12 años) a 20 minutos del peligro y lo dejamos con una amiga”, de acuerdo al relato de esta artesana que después regresó con su esposo a intentar salvar su tienda.

“A eso de las nueve de la mañana el fuego venía con una fuerza y el viento era tremendo. Fue horroroso, como el fin del mundo... Llovía fuego... No había tiempo de nada, solo correr y no teníamos otra opción que salvarnos a nosotros”, precisó.

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