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Europa consternada por la orden de la Casa Blanca

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Hollande y Merkel están en desacuerdo con la medida de Trump. Foto: AFP
German Chancellor Angela Merkel (R) and French President Francois Hollande attend a joint press conference prior to talks in the chancellery in Berlin on January 27, 2017. / AFP / Adam BERRY GERMANY-FRANCE-POLITICS-DIPLOMACY
ADAM BERRY/AFP

Francia, Alemania y Reino Unido criticaron la iniciativa.

La decisión de Donald Trump de prohibir la entrada en EE.UU. de ciudadanos de siete países musulmanes ha causado grave malestar en el mundo y especial indignación en las naciones europeas, para las que esta nueva política migratoria socava los cimientos de la democracia.

El presidente francés, François Hollande, fue uno de los primeros en reaccionar al advertir personalmente a Trump, en una conversación telefónica del sábado, de que la defensa de la democracia implica el respeto de los principios en los que se sustenta, "en particular la acogida de los refugiados".

Trump firmó este viernes un decreto ley sobre medidas de vigilancia de personas que viajan a EE.UU. que supuso la suspensión de visados para personas procedentes de Irán, Siria, Irak, Somalia, Sudán, Yemen y Libia, todos de mayoría musulmana y vistos por Washington como eventual origen de terroristas yihadistas.

En Alemania, la canciller Angela Merkel declaró ayer de tarde estar "convencida de que la guerra decidida contra el terrorismo no justifica que se coloque bajo sospecha generalizada a personas en función de una determinada procedencia o religión".

Partidos alemanes de diverso signo rechazaron el veto, y el expresidente del Parlamento Europeo Martin Schulz, candidato socialdemócrata a las elecciones generales germanas, dijo que Donald Trump había roto "un tabú", lo que dañará las relaciones transatlánticas, puntal tradicional de la política exterior alemana.

En el Reino Unido, tradicional aliado de EE.UU. y con importante inmigración de los países vetados, la reacción del Gobierno llegó ayer después de que la primer ministra, Theresa May, recibiese duras críticas por su negativa inicial a pronunciarse sobre este asunto.

Desde Downing Street, May —que finalmente declaró no estar de acuerdo con el polémico decreto— ordenó ayer a sus ministros de Exteriores e Interior contactar con sus homólogos de EE.UU. para aclarar la situación y evaluar el impacto de esas medidas en refugiados y musulmanes, además de en nacionales británicos, muchos de ellos con doble nacionalidad de países vetados.

El titular de Exteriores británico, Boris Johnson, aseguró a su vez que el Gobierno protegerá "los derechos y libertades de los nacionales del Reino Unido, aquí y en el extranjero. Es divisorio y equivocado estigmatizar por la nacionalidad", y el alcalde de Londres, Sadiq Khan, el primer musulmán en llegar a ese puesto, calificó la ley de "vergonzosa" y "cruel".

Mientras, el líder laborista británico, Jeremy Corbyn, fue más allá y exigió cancelar la visita Trump al Reino Unido hasta que se levante la nueva medida estadounidense contra los musulmanes.

"En mala dirección".

En Suiza, el ministro de Exteriores, Didier Burkhalter, declaró que la decisión de Trump "va en la mala dirección", pues las medidas antiterroristas "deben respetar los derechos fundamentales, así como el derecho internacional", y criticó "la discriminación de los seres humanos en razón de su religión o de su lugar de origen".

En la misma clave, su colega austríaco, Sebastian Kurz, afirmó que "el justificado compromiso contra el terrorismo y el islamismo no puede conducir a que se ponga bajo una sospecha generalizada a toda una comunidad religiosa y a Estados enteros".

En Bruselas, fuentes de la Comisión Europea (CE) aseguraron que la institución estudiará las consecuencias para los ciudadanos comunitarios de la nueva política migratoria de EE.UU., que también fue rechazada por el Gobierno de Bélgica.

Países afectados.

Entre los países vetados, el Gobierno de Irán calificó la decisión de Trump de "insulto flagrante a los musulmanes del mundo" que fomenta "la propagación de la violencia y el extremismo".

Teherán denunció la "falsa reivindicación de luchar contra el terrorismo y garantizar la seguridad del pueblo estadounidense" y anunció que "aplicará el principio de reciprocidad" para "defender los derechos de sus ciudadanos hasta que se solucionen todas las limitaciones insultantes de EEUU contra los nacionales iraníes".

La mayoría de los países árabes aún no han reaccionado al veto de Trump, aunque sí lo ha hecho Sudán, que expresó al embajador de EE.UU. la "molestia del Gobierno de Jartum", y el Ejecutivo de los rebeldes hutíes en el Yemen, no reconocido internacionalmente.

NBA estudia el impacto del decreto de Trump

La NBA ha contactado con las autoridades estadounidenses para analizar el posible impacto en la liga del decreto sobre inmigración aprobado el viernes por el presidente del país, Donald Trump.

"Hemos contactado con el Departamento de Estado y estamos en proceso de recabar información para entender cómo esta orden ejecutiva se aplicaría a jugadores de nuestra liga que son de uno de los países afectados", dijo en un comunicado el portavoz Mike Bass.

El portavoz recordó ayer que la NBA es una competición "global".

El enojo iraquí luego del decreto del magnate

La decisión de Trump causó indignación en Irak, cuyas fuerzas han luchado contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) con la ayuda de Estados Unidos desde hace más de dos años, y condujo a llamados para que también se prohibiera la entrada de ciudadanos estadounidenses al país.

"Hemos pedido claramente que el gobierno iraquí responda recíprocamente en todos los asuntos (...) con Estados Unidos", declaró Hassan Shwairid, vicedirector del comité de Relaciones Exteriores del Parlamento iraquí. Por su papel en la lucha contra el EI, Irak merece recibir un trato especial en lugar de restricciones, agregó. "No puede ser que Irak combata hoy al EI en representación del resto de países del mundo y sea tratado como los otros países", denunció el diputado. Shwairid dijo que la petición no afectaba a los miles de militares estadounidenses presentes en el país, miembros de la coalición contra el EI liderada por Estados Unidos.

"No está relacionada con los soldados porque forman parte del armazón de las fuerzas de la coalición internacional", declaró. Un funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores dijo que se estaban celebrando reuniones para determinar la respuesta del país.

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Hollande y Merkel están en desacuerdo con la medida de Trump. Foto: AFP

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