Un turista italiano fue asesinado en Río de Janeiro al equivocar el camino hacia la playa.

En Río de Janeiro algunas favelas se han convertido en atracciones turísticas, pero el ingreso a esos barrios no es para cualquiera. Controladas por bandas criminales, muchas veces se necesita el ok de un jefe narco. Incluso la policía debe pedir permiso.

El jueves esta situación le costó la vida a Roberto Bardella, un turista italiano de 52 años que por error ingresó a la favela Morro dos Prazeres, en el barrio Santa Teresa, uno de los más turísticos de Río de Janeiro. Bardella fue confundido con un policía y recibió un disparo en la cabeza.

Ayer viernes siete traficantes de droga fueron identificados como presuntos autores del asesinato del turista italiano. Además, la Policía reforzó la vigilancia en el Morro dos Prazeres.

Bardella y su primo Rino Polato (59), concluían en Brasil un periplo en moto por la región que incluyó Argentina y Paraguay.

Los dos italianos habían visitado el Cristo Redentor y se dirigían a la playa siguiendo las indicaciones de una aplicación de navegación con GPS. Sin darse cuenta llegaron a la favela Morro dos Prazeres y, después de recorrer 300 metros, un grupo de unos diez traficantes armados con fusiles les bloqueó el paso. Los bandidos preguntaron sobre la cámara tipo Go-pro que Bardella llevaba en el casco e, inmediatamente después, dispararon. Pensaron que eran policías. Bardella murió con un tiro en la cabeza y otro en el brazo.

El relato que Polato dio a los policías, llorando, describe dos horas de terror. Tras los disparos, los traficantes cargaron el cuerpo de Bardella en el maletero de un coche y le obligaron a acompañarlos. El italiano circuló durante dos horas por la favela, mientras los criminales esperaban órdenes del jefe de la banda de la zona para saber qué hacer con los turistas. Al final, los dos fueron abandonados en una calle. Todos sus objetos personales, incluida la cámara que habría grabado todo lo ocurrido, fueron robados, según Fabio Cardoso, comisario de la División de Homicidios de Río de Janeiro.

Otra versión policial marca algunos matices: por ejemplo, que Bardella no se detuvo y fue abatido de un balazo en la cabeza. Su primo optó por frenar, se sacó el casco y puso las manos en alto, salvando así su vida. Fue socorrido más tarde por policías, visiblemente conmocionado, dos horas después de la muerte de Bardella.

Las dos motos fueron recuperadas, aunque los traficantes las habían lavado para no dejar en ellas huellas dactilares, indicó la Policía.

El Departamento de Homicidios de Río de Janeiro investiga el caso y el Batallón de Operaciones Especiales (Bope) ha desplegado un operativo en la favela.

La aventura de estos italianos que terminó esta semana en tragedia en Río de Janeiro, había comenzado el 29 de noviembre en el aeropuerto de Venecia (Italia), cuando partieron a América Latina, según Polato registró en su perfil de Facebook. Juntos ya habían recorrido Asunción, Buenos Aires y Curitiba. El pasado día 4, Polato se congratulaba por los 650 kilómetros de la "primera etapa" recorridos en moto hasta la ciudad brasileña, en la que fue su última publicación en la red social. De Curitiba, en el sur de Brasil, viajaron en moto hasta Río de Janeiro.

A pesar de la pacificación de 30 favelas cariocas a las que desde 2008 se destinan contingentes de policías a las comunidades más carentes para neutralizar el dominio del tráfico de drogas, la entrada en varias favelas de Río depende de la aprobación de sus dueños, los narcotraficantes. Este es el tercer caso conocido en poco más de un año en el que alguien murió tras entrar por equivocación en alguna favela.

Durante los Juegos Olímpicos, en agosto, un coche patrulla de la Fuerza Nacional que colaboraba con la seguridad del evento, se equivocó en su camino y entró en el complejo de favelas de Maré. Un agente recibió un disparo en la cabeza y murió.

En octubre del año pasado otro caso conmocionó Río, cuando un grupo de traficantes de una favela de Niterói, en la región metropolitana, disparó más de 20 tiros contra el coche de la pareja formada por Francisco y Regina Murmura. Francisco, de 69 años, sobrevivió, pero Regina, de 70 años, falleció. Francisco llegó a salir del coche e imploró al grupo de unos 20 hombres armados que le dejaran irse para salvar a su mujer. Recibió como respuesta un culatazo en la cabeza, retiraron una motocicleta que bloqueaba su camino y dieron otra ráfaga de tiros como despedida. "Pensaron que era policía", dijo el hombre en el velatorio de su esposa.

Además de la violencia de las banda criminales, Río es escenario por estos días de protestas callejeros de organizaciones sociales y funcionarios públicos en contra de las medidas de ajuste del gasto, con choques entre policías y manifestantes. En base a AFP, EFE Y EL PAÍS DE MADRID

El asesinato del turista italiano coincide en la semana en que la Policía de Río de Janeiro arrestó a Edvanderson Gonçalves Leite, alias "Deco", considerado el jefe del narcotráfico en la favela Ciudad de Dios. El traficante, de 51 años, que se encontraba en posesión de un fusil cuando fue arrestado, se escondía en el complejo de favelas de la Maré, uno de los más populosos de la capital fluminense y situado a 20 kilómetros de la comunidad controlada por el criminal, informó la estatal Agencia Brasil. "Deco" era buscado por las autoridades desde que hace dos semanas un helicóptero de la Policía militar cayó en los alrededores de Ciudad de Dios, en la zona oeste de Río de Janeiro. Este accidente en el que fallecieron cuatro miembros de las fuerzas del orden, fue atribuido, en un principio, a un ataque por parte de la banda criminal que controla la región. En represalia, la Policía lanzó un operativo que terminó con la muertes de siete narcos.

LA VIOLENCIA EN RÍO DE JANEIRO