Presidente de Turquía ataca a Alemania y Francia y amenaza cortar diálogo.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan reiteró ayer lunes su promesa de someter a plebiscito la continuación de las negociaciones para el ingreso de Turquía a la Unión Europea (UE), tras la ajustada victoria en el referendo constitucional del domingo que le dio superpoderes. Lejos de acercar posiciones, el referendo del domingo vino a tensar aún más la relación de Erdogan con la UE.
Ayer lunes en Ankara en un discurso encendido, Erdogan arremetió contra países europeos como Holanda y Alemania que impidieron u obstaculizaron mítines electorales de ministros turcos a favor de la reforma. "Esos países que atacaron a nuestros ciudadanos con caballos y perros, ahora hablan de congelar nuestras relaciones con Europa. ¡Que lo hagan! ¡Que tomen esa decisión y nos lo digan!", clamó Erdogan.
"Digo yo, vayamos a sentarnos y hacer un referendo sobre esto. Lo hizo el Reino Unido y ahora sale de la UE (...). O bien cumplen las promesas que han hecho a Turquía o nos vamos", agregó en una comparecencia transmitida por la cadena CNNTürk.
Reiteró su acusación de que Europa "apoya a organizaciones terroristas", en alusión a las milicias kurdas de Siria, y agregó que Turquía "pase lo que pase, no permitirá un espacio de terrorismo próximo a sus fronteras". Erdogan también repitió su promesa, realizada prácticamente a diario durante la campaña electoral para la reforma constitucional, de llevar a referendo la reintroducción de la pena de muerte, abolida en 2004, si no llega a aprobarse directamente en el Parlamento. Aunque insinuó que los tres mayores partidos podrían apoyarla, no parece verosímil que esta medida, que exigiría otra reforma constitucional, alcance los dos tercios de votos del hemiciclo, pero sí podría alcanzar los tres quintos, necesarios para un plebiscito.
"Si se aprueba en el Parlamento, yo lo firmo. Si no, haremos un referendo. No tenemos el poder de perdonar a los asesinos de nuestros mártires", proclamó el presidente turco, en alusión a las víctimas del fallido golpe de Estado de julio pasado. Los juristas turcos, sin embargo, consideran que sería imposible aplicar la pena capital de forma retroactiva para delitos cometidos antes de su entrada en vigor.
Algunos políticos europeos han abogado por cortar las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE, en reacción a la aprobación de la polémica reforma constitucional en Turquía que traspasa todo el poder a Erdogan.
"El gobierno alemán toma nota de los resultados preliminares del referendo y respeta el derecho de los ciudadanos turcos a decidir su propio orden constitucional", dijeron la canciller alemana, Angela Merkel, y su ministro de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel en un comunicado.
"El ajustado resultado del referendo muestra lo profundamente dividida que está la sociedad turca y eso significa una gran responsabilidad para los líderes turcos y para el presidente Erdogan en lo personal", añadieron.
Los comentarios de Alemania fueron similares a los emitidos por Francia, donde el presidente François Hollande dijo que ahora depende del pueblo turco "decidir cómo organizar sus instituciones políticas puesto que los resultados publicados muestran que la sociedad turca está profundamente dividida sobre las profundas reformas planeadas".
El referendo constitucional celebrado el domingo en Turquía (el Sí ganó con el 51,3% de los votos) no cumplió con los estándares democráticos, debido sobre todo a la "falta de imparcialidad" en la campaña, afirmaron ayer los observadores de la OSCE y del Consejo de Europa. "El campo de juego no estaba nivelado", dijo la jefa de la misión de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE), Tana de Zulueta.
Erdogan rechazó estas acusaciones de la OSCE, en tanto la oposición en Turquía anunció que impugnará el resultado del referendo.
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