Después de varias idas y venidas, las autoridades militares de Rusia y Estados Unidos decidieron ponerse a trabajar juntas en un acuerdo para la cooperación de sus fuerzas aéreas en la lucha contra el Estado Islámico (EI) en Siria, de acuerdo a lo anunciado ayer por el viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antónov.

Al respecto, Antónov indicó que Moscú aún no está satisfecha con el alcance de la cooperación y llamó a sus socios a desplegar "todo el potencial" que tiene el diálogo entre los dos países: "Lamentablemente, los estadounidenses reducen por ahora la cooperación a la coordinación entre nuestros pilotos durante sus misiones de vuelo" en el país árabe.

El viceministro también aseguró que representantes militares rusos y del Pentágono celebrarán muy pronto una segunda videoconferencia, tras la apertura de los contactos directos sobre Siria acordados entre Moscú y Washington.

"Pero sería mejor que nuestros colegas nos hicieran una visita para que nos sentemos aquí, en el Ministerio de Defensa, y hablemos cara a cara de todos los problemas que afrontamos", dijo Antónov.

Asimismo, el funcionario del Kremlin se defendió de las acusaciones que aseveran que la aviación rusa bombardeó a la población civil en lugar de los yihadistas: "Comprobamos hasta cien veces nuestra información. Las decisiones que tomamos son sopesadas y calculadas. Sólo atacamos cuando estamos al cien por cien seguros de que daremos en el blanco".

El Ministerio de Defensa ruso informó de que su aviación atacó ayer dos campos de entrenamiento del Estado Islámico en Siria y destruyó dos puestos de mando de esa organización yihadista.

Los bombarderos y aviones de asalto rusos atacaron ayer un total de 12 objetivos del EI en el país árabe en una veintena de misiones de vuelo, aseguró Ígor Konáshenkov, portavoz especial para la operación militar rusa en Siria.

Los dos campos de entrenamiento de los terroristas fueron atacados en la provincia de Idlib, precisó el general ruso.

Según Konáshenkov, la aviación rusa destruyó además dos puestos de mando del EI, uno en la provincia de Damasco y otro en la provincia de Latakia, y también una fábrica de municiones que tenía la organización terrorista en la zona de Guta, cerca de la capital siria.

Poco antes de ofrecer el parte diario sobre la actuación de su aviación en Siria, el Ministerio de Defensa ruso había negado rotundamente haber lanzado bombardeos sobre la ciudad siria de Palmira. 

Acuerdo bilateral