La Casa Blanca dijo ayer que no descarta ninguna hipótesis sobre las causas de la tragedia aérea ocurrida en Egipto, incluida la posibilidad de un atentado terrorista, y aclaró que el Gobierno estadounidense todavía no tiene su propia teoría sobre qué pudo haber ocurrido.
"Todavía no tenemos nuestra propia determinación" sobre las causas del siniestro, ocurrido el pasado fin de semana en la península del Sinaí, y "no podemos descartar nada", incluida la posibilidad de un acto terrorista, comentó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Según fuentes de la inteligencia estadounidense citadas en las últimas horas por varias cadenas televisivas del país, el avión ruso que cayó con 224 personas a bordo en la península del Sinaí pudo haber sido objeto de un atentado del Estado Islámico (EI) o algún grupo terrorista vinculado a él.
Por el momento se desconocen las causas del siniestro, pero la rama egipcia del EI, Wilayat Sina, asegura haber derribado el avión, aunque no ha ofrecido detalles de cómo lo ha hecho.
El Gobierno del Reino Unido ha suspendido todos los vuelos con la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, a raíz de que sus servicios de inteligencia señalaron que el aparato ruso pudo caer a tierra a causa de un artefacto explosivo.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, dijo este jueves que cooperará con otros países para garantizar la seguridad de los turistas, después de que Londres ordenara la evacuación de 20.000 británicos de Sharm el Sheij.
La decisión de Londres se produjo por sus sospechas de que el avión ruso que se estrelló en la península del Sinaí, procedente de Sharm el Sheij, fue objeto de un atentado, una conclusión que Rusia y Egipto consideraron "prematura".
Londres suspendió el miércoles los vuelos entre Sharm el Sheij y el Reino Unido y despachó a expertos para supervisar el regreso de sus ciudadanos.
El Gobierno británico ya está repatriando a sus ciudadanos