Los pocos dirigentes del Frente Amplio que ayer aceptaron comentar el enfrentamiento entre el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, buscaron poner paños fríos a la situación.

El diputado Alejandro Sánchez, integrante del MPP, sector por el que Almagro fue electo senador, buscó bajar el perfil a la polémica. "Creo que con insultos no se arreglan los problemas en democracia. Todos tenemos que hacer esfuerzos de generar ámbitos para dialogar y los insultos no contribuyen a nada y tampoco las declaraciones porque sí", señaló a El País.

El legislador calificó como "lamentable el homicidio" del dirigente venezolano en pleno acto político. "Lo que hay que hacer es tratar de salir a investigar y no salir a buscar un culpable al grito, tampoco las reacciones destempladas", acotó.

En tanto, la senadora socialista y ex presidenta del Frente, Mónica Xavier, afirmó que "en un momento de elecciones con tanta tensión importa mucho el compromiso de las autoridades en la investigación de cómo ocurrieron los hechos ".

En declaraciones a canal 12, la senadora ensayó una tibia defensa al ex canciller uruguayo: "Las calificaciones a nuestro compatriota Luis Almagro son absolutamente injustificables y de rechazo pleno y absoluto".

La senadora Constanza Moreira dijo a El País que no le gustan las descalificaciones "ni de un lado ni del otro". "Creo que hay que darle un crédito a las elecciones y mirarlas con un poco de tranquilidad, son el 6 de diciembre, está complicada la situación en Venezuela".

A esto agregó que "más allá de las declaraciones de Maduro, tampoco me parecieron felices los dichos sobre la herida de muerte de Almagro". Moreira hizo un llamado a la "tranquilidad", "porque tenemos un proceso electoral ahorita y todo el mundo quiere que se desarrolle con la máxima normalidad; calma y menos declaraciones para ayudar a Venezuela".

Tres de ellos prefieren bajar el perfil al cruce verbal y al incidente