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Dilma en medio de una cacería febril por los votos a su favor

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Temer acusó a Rousseff de utilizar "mentiras rastreras" en su mensaje. Foto: Reuters
Brazil's President Dilma Rousseff looks on during signing of federal land transfer agreement for the government of the state of Amapa at Planalto Palace in Brasilia, Brazil April 15, 2016. REUTERS/Ueslei Marcelino BRAZIL-POLITICS/
UESLEI MARCELINO/REUTERS

A horas de la votación la mandataria suspendió actos y permaneció en la residencia oficial negociando con líderes parlamentarios indecisos.

La presidenta Dilma Rousseff, se enfrascó ayer en un intenso cabildeo en la víspera de la votación en que hoy la Cámara baja decidirá si autoriza el inicio de un juicio político que puede costarle la jefatura del Estado.

Rousseff permaneció ayer en el palacio de Alvorada, su residencia oficial, y allí se reunió con líderes parlamentarios de los partidos que están divididos o indecisos ante la decisiva votación del domingo.

La mandataria también hizo un llamamiento público a esos diputados, a través de un artículo en el diario Folha de Sao Paulo, en el que aseguró que la historia les juzgará y "honrará la biografía" de los que voten en contra de su destitución.

"Quien defiende la democracia nunca se arrepiente. La democracia es siempre el lado correcto de la historia", manifestó la mandataria en su artículo. El objetivo del oficialismo es evitar que la oposición sume 342 votos favorables a la destitución, cifra que supone dos tercios de la Cámara y que, en el caso de alcanzarse, enviaría el proceso al Senado, donde el juicio político se celebraría formalmente. El sondeo de opiniones hecho entre los legisladores por O Globo le otorga 347 votos al impeachment, sobre un mínimo de 342. Los indecisos tienen aún un número importante, aunque por sí mismo insuficiente para rebatir la mayoría especial.

Cacería de votos.

Para concentrarse en la caza de votos, Rousseff canceló su participación en un acto convocado para este sábado por los movimientos sociales que la apoyan y que están acampados en Brasilia.

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva sí participó en ese acto, pero después de un breve discurso también se marchó para hablar en privado con tres gobernadores, con el objetivo de recabar apoyos entre los legisladores de sus respectivos partidos.

Lula, aquejado de una fuerte ronquera, comparó los cambios de opinión de los diputados con el "sube y baja" de las acciones que cotizan en la bolsa.

En su discurso, el padrino político de Rousseff aseguró que la mandataria resistirá en el cargo y "no se matará", como hizo el expresidente Getulio Vargas en 1954 ante presiones de los militares, ni se exiliará como hizo João Goulart tras el golpe de Estado de 1964.

En el acto político participaron dirigentes de sindicatos, movimientos estudiantiles, campesinos y de los sin techo, en los que se insistió en que el proceso contra Rousseff se trata de un "golpe de Estado", tesis que comparten con el Gobierno. A pesar de los esfuerzos de Rousseff, en la noche del viernes continuó el constante goteo de pérdidas de apoyos, con la renuncia del ministro de las Ciudades, Gilberto Kassab.

Kassab es miembro del Partido Social Democrático (PSD), una fuerza con 37 de los 513 diputados y que mayoritariamente se ha posicionado a favor de la destitución de Rousseff, aunque alberga algunos disidentes.

Enemigo.

Rousseff también elevó ayer el tono contra su vicepresidente, Michel Temer, quien la relevará en el caso de que el Senado acepte iniciar el juicio político.

En un mensaje difundido a través de las redes sociales, Rousseff calificó a los impulsores del proceso de destitución como "golpistas" y "traidores de la democracia". "Hago una advertencia a los que ven en el impeachment (juicio político) un atajo para el poder. Pueden justificarse ante sí mismos, pero nunca podrán mirarle a los ojos a la nación, porque la palabra golpe estará grabada en la frente de los traidores de la democracia", afirmó Rousseff.

Rousseff y Temer intercambiaron acusaciones sobre los planes que tendría el vicepresidente en relación con los programas sociales con los que el Gobierno asiste a la población más pobre.

"Lo que está en juego son las conquistas sociales y los derechos de los brasileños", dijo Rousseff.Temer, que respondió también a través de las redes sociales, acusó a la jefa de Estado de servirse de "mentiras rastreras" y reiteró que mantendrá los programas sociales, dando por sentado que la sucederá en el cargo. De forma paralela, la Cámara de los Diputados prosiguió este sábado los debates iniciados el viernes previos a la votación decisiva de hoy.

Si la oposición suma los dos tercios de la Cámara, el proceso pasará al Senado, donde será suficiente con la mayoría simple de los 81 legisladores para abrir formalmente el juicio político. Entonces Rousseff tendría que apartarse del cargo de forma temporal durante los 180 días que durará el proceso y sería sustituida por Temer.

Denuncia: Supuesto intento de Dilma de "comprar" votos.

Cinco partidos de la oposición denunciaron ayer a la presidenta Dilma Rousseff, por un supuesto intento de "compra de votos" de cara a la votación de mañana en la que se dirimirá si el juicio político en su contra avanza al Senado. La denuncia fue presentada ante la Policía Federal por los partidos de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Demócratas (DEM), Popular Socialista (PPS), Laborista Brasileño (PTB) y Social Cristiano (PSC), según informaron portavoces de esos grupos.

Cuestionaron en la denuncia la legalidad de un hecho concreto, la firma de un decreto elviernes por medio del cual el Gobierno le cedió al estado de Amapá la titularidad del suelo de la mayoría de ese territorio amazónico. Según los opositores, el decreto es un intento de convencer a los diputados de ese estado para que voten en contra de la destitución de Rousseff. El diputado Pauderney Avelino, jefe del grupo parlamentario del DEM, afirmó a periodistas que las negociaciones irregulares para salvar al "gobierno moribundo" ocurren "a un ritmo alucinante y al margen de la ley". El Gobierno alega que el decreto regula una ley de 2009. EFE

LAS CLAVES DEL PROCESO DE DESTITUCIÓN.

1 - Votación en Diputados.

El plenario de la cámara baja votará hoy a favor o en contra del proceso de destitución, "impeachment". La aprobación debe contar un mínimo de 342 votos, lo que permitirá remitir la consideración del proceso a la Cámara de Senadores. Un debate similar debe tener lugar en la cámara alta que a su vez deberá crear una comisión.

2 - El proceso en Senadores.

El 26 de abril el Senado deberá disponer la creación de una comisión especial integrada por 21 de sus 81 miembros a efectos de que estudie el tema y redacte un informe con las recomendaciones del caso. El 11 de mayo el plenario de Senadores debatirá en torno a este informe y votará en una sesión similar a la de hoy.

3 - El juicio en marcha.

Si el Senado aprueba la realización del juicio, para lo que necesita la mayoría simple de 41 votos, la presidenta será suspendida en sus funciones y asumirá el Ejecutivo el vicepresidente Michel Temer. Se conforma un tribunal que debatirá por un plazo máximo de 180 días al cabo de los cuales se definirá si es o no destituida.

4 - Qué se juzga en el proceso.

El Gobierno decretos de crédito suplementario en 2015 sin la debida autorización del Congreso, tras reconocer que no llegaría a la meta fiscal de ese año. La ley de impeachment considera un delito de responsabilidad atentar contra la ley presupuestaria y contra "la guarda y el uso legal de dineros públicos". Punto que centra la discusión.

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Temer acusó a Rousseff de utilizar "mentiras rastreras" en su mensaje. Foto: Reuters

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