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Desastre en islas del Caribe: "El huracán nos destruyó"

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Una calle de San Juan cubierta de árboles como consecuencia del Huracán. Foto: AFP
TOPSHOT - Men walk damaged trees after the passage of Hurricane Maria, in San Juan, Puerto Rico, on September 20, 2017. Maria slammed into Puerto Rico on, cutting power on most of the US territory as terrified residents hunkered down in the face of the island's worst storm in living memory. After leaving a deadly trail of destruction on a string of smaller Caribbean islands, Maria made landfall on Puerto Rico's southeast coast around daybreak, packing winds of around 150mph (240kph). / AFP / HECTOR RETAMAL TOPSHOTS-TOPSHOT-PUERTORICO-CARIBBEAN-WEATHER-HURRICANE
HECTOR RETAMAL/AFP

GOLPES DE LA NATURALEZA

María causa al menos 20 muertos; Puerto Rico arrasado e incomunicado.

Una calle de San Juan cubierta de árboles como consecuencia del Huracán. Foto: AFP
Una calle de San Juan cubierta de árboles como consecuencia del Huracán. Foto: AFP

Los 3,5 millones de habitantes de Puerto Rico quedaron ayer jueves expuestos a un panorama de devastación provocado por el huracán María, que dejó viviendas en estado ruinoso, derribó árboles y convirtió las calles en ríos con una corriente incontenible.

El huracán atravesó la isla con vientos de 250 km/h y dejó al 100% del territorio sin energía eléctrica, después de causar 20 muertes —15 en Dominica, dos en Guadalupe y al menos tres en Puerto Rico— a su arrasador paso por el Caribe. Las autoridades de Puerto Rico estiman que demandará varias semanas restablecer la energía en toda la isla, en tanto las brigadas de rescate sortean toda suerte de obstáculos para recorrer el terreno y evaluar el número de muertos y heridos.

Puerto Rico enfrenta numerosos problemas a medida que intenta resurgir de la tormenta: el peso de una enorme deuda de US$ 74.000 millones, un proceso de quiebra declarado en mayo de este año, alto desempleo y una corriente de emigración.

"Irma nos golpéo hace dos semanas, pero María nos destruyó", comentó el trabajador de la construcción, Edwin Cerrano, que se encontraba en la zona antigua de San Juan.

Periodistas de Efe pudieron comprobar en un recorrido por las principales arterias de San Juan en qué estado quedó la capital, sin luz, semáforos colgando, árboles y postes de luz caídos, cristales rotos y todo tipo de objetos por las calles convertidas en ríos.

Numerosos habitantes cruzaron las vías de tránsito inundadas a la altura de la cintura para intentar llegar a viviendas de familiares y amigos, y saber cómo estaban, debido a que no tenían noticias de ellos al haber colapsado la totalidad del sistema de telecomunicaciones.

Condado, un distrito turístico renovado en los últimos dos años por la apertura de nuevos hoteles y restaurantes, presenta grandes daños. Las ventanas de los edificios y hoteles estallaron, en tanto un parque situado junto al mar está cubierto de agua y arena. "La destrucción es total", dijo Angie Mok, que se desempeña en el sector inmobiliario. Su apartamento situado en un cuarto piso está dañado e inundado.

A su vez, Carmen González, de 58 años, gerente de marketing de una inmobiliaria, que se aventuró a salir a la calle ayer, indicó que "el país se encuentra paralizado. Es como una zona de guerra. Esto ha sido devastador. Toda la zona de Condado está llena de obstáculos".

El presidente Donald Trump declaró "Zona de Gran Desastre" a la isla, que desde la década de los 50 tiene gobierno propio, bajo el estatuto de Estado libre asociado de Estados Unidos.

"Puerto Rico quedó devastado", señaló el presidente Trump al término de una reunión que sostuvo con su par de Ucrania, Petro Poroshenko, en Naciones Unidas. "La red de suministro eléctrico está destruida. Ya no estaba en muy buen estado. Hay destrucción por todos lados". Agregó que realiza consultas con el gobernador Rosselló y otros funcionarios federales para encarar el esfuerzo de recuperación. "Vamos a hacerlo con gran impulso, pero todo está en estado precario. Lo que ocurrió es muy triste".

El gobernador Rosselló está convencido que, pese a los desafíos que enfrenta la isla, "saldremos más fuertes que nunca".

"Anticipamos que esto iba a ser el desastre más grande en un siglo en Puerto Rico y efectivamente ha sido así", sostuvo Rosselló.

Las autoridades declararon el toque de queda nocturno y extendieron hasta mañana la Ley Seca.

Durante la noche, decenas de familias fueron rescatadas en Toa Baja, un suburbio de San Juan que se inundó al desbordarse un lago. Una residente de esta municipalidad difundió un video que se viralizó, en el que se ve el agua llegar hasta el segundo piso de su edificio. "Dios nos cuide, no podemos hacer nada", dice la mujer sin identificarse. Ayer, las aguas habían comenzado a bajar en Toa Baja, pero las casas están llenas de lodo lo que impondrá dura tarea a los vecinos para realizar la limieza y reparaciones.

Ocean Park, una zona turística de San Juan está bajo agua y los residentes contemplaban la inundación desde los segundos niveles de sus casas, mientras otros en botes y kayaks, verificaban que sus vecinos estuvieran bien.

dominicana

Inundación y 10 mil personas en refugios

El huracán María golpeó anoche el norte de República Dominicana, donde causó daños a pesar de haberse degradado a categoría 3.

El ciclón derribó árboles y postes de electricidad, dejando a unas 140.000 personas sin energía, en tanto, se informó de inundaciones y el colapso de un puente.

El Centro Nacional de Huracanes advirtió qué genera vientos de 195 km/hora y seguirá hacia el norte, rumbo a Turcos y Caicos.

El gobierno de República Dominicana está en alerta máxima y 14.028 personas fueron evacuadas de forma preventiva. Cuatro aeropuertos internacionales fueron cerrados y sólo opera el que sirve a Santo Domingo, la capital.

En Punta Cana, un balneario turístico a 200 km de Santo Domingo, los trabajadores recogían postes, letreros y contenedores de basura, en medio de la lluvia. Unas 10.000 personas se hallaban en albergues en distintos lugares el país. Fuente: AFP

DOMINICA

"Por milagro no tenemos cientos de víctimas".

La isla situada en el Caribe entre Martinica y Guadalupe, de 750 kilómetros cuadrados y 73.000 habitantes, enfrenta un cuadro de destrucción y dolor. "Hasta ahora, debemos lamentar 15 muertos, pero esa cifra va a aumentar", dijo el primer ministro Roosevelt Skerrit a la televisión de Antigua y Barbuda. Hay al menos 20 desaparecidos. "Tenemos muchas muertes, pero es un milagro que no haya cientos de víctimas", comentó Skerrit. "Se ven casas destruidas por todos lados, no hay energía eléctrica y se cortó el suministro de agua potable", añadió. Todavía no hay datos de numerosos poblados afectados.

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