Dirigentes opositores al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificaron ayer de "farsa" las primarias efectuadas el pasado domingo por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, chavismo) para elegir a sus candidatos para las elecciones legislativas.

"Nicolás (Maduro) ayer (el domingo) dijo que habían duplicado cualquier votación histórica; hasta para mentir son malos, una farsa", escribió ayer en Twitter el dos veces candidato presidencial de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Henrique Capriles.

Las primarias contabilizaron oficialmente 3,16 millones de votos, de los alrededor de 12 millones de electores habilitados para sufragar, lo cual para el vicepresidente del PSUV y presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, configuró una "jornada redonda, desde todo punto de vista".

Fue una jornada, remarcó Cabello en una rueda de prensa, "que nos hace ver con optimismo enorme lo que va a ocurrir aquí en Venezuela el 6-D (6 de diciembre)", cuando se renovarán la totalidad de los 167 escaños del Parlamento. El titular del partido opositor socialdemócrata Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup, también puso en duda que acudieran a votar los 3,16 millones de electores anunciados. "La observación directa que hicimos en todo el país y en todas partes reportó una asistencia escasa, pese a las presiones de todo tipo, la utilización de recursos oficiales y frente a las prórrogas infinitas" para el cierre de las mesas electorales, sostuvo también en Twitter. Por su parte la exdiputada opositora María Corina Machado, despojada de su escaño por la mayoría oficialista, se valió de un titular de un diario que dio cuenta de que Maduro dijo que gracias a las primarias el PSUV sabe ahora quién votó y quién no lo hizo.

"Confesión de su crueldad", "Elecciones en dictadura" y "Demostración de una derrota", escribió Machado asimismo en la red social Twitter donde reprodujo el titular "Sabemos quién no votó" junto a una fotografía de Nicolás Maduro.

Sobre el asunto, el propio mandatario admitió que constituía una "ventaja" para el PSUV saber "quién vota y quién no vota" para así "organizar mejor los equipos, para que los candidatos llamen a quienes participaron en este primer paso y organicen la gran victoria electoral del 6 de diciembre". 

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