Tal como se había manejado la semana pasada en los pasillos de Tribunales, el exespía Antonio Horacio Stiuso declaró ayer ante la fiscal Viviana Fein, que investiga la muerte de Alberto Nisman.

Un escueto comunicado de la Fiscalía en lo Criminal de Instrucción N° 45 dio cuenta de ello, así como de la recepción de los resultados de exámenes toxicológicos y de ADN, al tiempo que aclaró que para preservar la integridad de la investigación se mantendrán estas informaciones en reserva.

Cabe recordar que en días pasados la exesposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado que obra como querellante en el caso, requirió a la jueza Flavia Palmaghini y a la fiscal Viviana Fein que preservaran la reserva necesaria de la investigación. Arroyo Salgado hizo algunos cuestionamientos a la forma en que la fiscalía estaba llevando a cabo la indagatoria, desconfianza que plasmó al designar peritos de parte que revisan los estudios realizados por los expertos oficiales.

Unas horas antes de la marcha de silencio, se conocieron los testimonios de dos personas que presenciaron los procedimientos en el apartamento de Nisman durante las primeras horas. Se trató de la testigo ocasional Natalia Fernández, una joven camarera que dijo en sendas notas hechas por el diario Clarín y radio Mitre que había observado numerosas irregularidades así como falta de preservación de pruebas.

Un segundo testigo, un hombre que no quiso hacer público su nombre, dijo en una entrevista a Telefé —donde aparece de espaldas a la cámara— haber visto huellas con manchas de sangre al lado del vestidor del apartamento. Cuando fue interpelado sobre si vio sangre afuera del baño, el hombre replicó: "Había sangre, pero pisadas de sangre en el pasillo del vestidor". La pregunta inmediata fue: "¿Eran muchas pisadas?". Y el testigo contestó: "Más o menos".

El testigo dijo que en el departamento de Nisman había "menos de 30 personas" de la Policía Federal y de Prefectura, "la fiscal Fein", "la madre y las dos hermanas". Consultado sobre cómo estaba la madre de Nisman, Sara Garfunkel, contestó: "Bien, triste, como puede estar una madre que pierde al hijo". "Era todo silencio, nada más. Lo que sí escuché fue a la fiscal Fein, que se dirigía a los peritos", comentó.

"Vi documentos, secuestraron netbooks. La de la pieza de la nena estaba prendida. En el dormitorio de Nisman estaba prendida la televisión", destacó.

Según el hombre, vio "documentos" en un cesto de basura, a los que "sacaban fotos y filmaban". Consultado sobre si vio plata, contó: "Un cheque de 200.000 pesos y un par de pasaportes que eran de él".

El testigo informó que vio a otros dos testigos: un compañero suyo y "un encargado que era electricista. Éramos tres testigos en ese momento".

Estos nuevos datos, de algún modo controvierten la información que ha vertido la fiscalía hasta el momento.

Diputados del oficialismo en Argentina convocaron ayer para el próximo lunes al fiscal a cargo de la denuncia contra la presidenta Cristina Fernández por presunto encubrimiento presentada antes de morir por el fiscal Alberto Nisman.

Los presidentes de las comisiones de Diputados de Relaciones Exteriores, Guillermo Carmona, de Justicia, Graciela Giannettasio, y de Asuntos Constitucionales, Diana Conti, todos oficialistas, le pidieron al presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, que invite al fiscal Gerardo Pollicita para el lunes 23.

"El objetivo es brindar información acerca de la decisión del fiscal de dar curso a la denuncia iniciada por el fiscal Nisman", dijo en rueda de prensa la presidenta del bloque de Diputados del gobernante Frente Para la Victoria, Juliana di Tullio.

El plenario de comisiones al que se ha invitado a Pollicita será abierto a los medios de comunicación, dijo la diputada.

"Esperamos que el señor fiscal acepte la invitación realizada", dijo por su parte Julián Domínguez.

Pollicita solicitó la semana pasada la imputación de Fernández, del canciller, Héctor Timerman, y los otros acusados por Alberto Nisman cuatro días antes de fallecer en circunstancias aún sin aclarar.

Di Tullio indicó que la convocatoria a Pollicita la hacen las mismas comisiones "que han intervenido en el estudio y la aprobación del memorando de entendimiento con Irán".

Basado en la denuncia de Nisman, Pollicita acusó a la mandataria argentina, al canciller y a sus colaboradores de presunto "encubrimiento por favorecimiento personal agravado" y posible "incumplimiento de los deberes de funcionario público".

Desde la oposición se ha manejado que no parece oportuna la convocatoria. Cabe recordar que Nisman había sido convocado del mismo modo, aunque por otra comisión parlamentaria, por parte de la diputada opositora Patricia Bullrich.

Los fiscales convocantes, Guillermo Marijuan, Carlos Stornelli, Gerardo Moldes, Ricardo Sáenz, Raúl Pleé, José María Campagnoli y el titular del gremio de los judiciales Julio Piumato, encabezaron la enorme movilización en lenta marcha, con los brazos entrelazados, en dirección a las oficinas de la UFI AMIA, detrás de un enorme cartel negro con la consigna: "Homenaje a Alberto Nisman. Marcha del Silencio".

Una multitud, bajo el reparo de miles de paraguas, los acompañó a paso muy lento para culminar en la Plaza de Mayo. La Policía Metropolitana estimó que se congregaron unas 400.000 personas.

El más sonoro de los silencios se interrumpió por momentos con distintos reclamos. "Justicia", "Nisman presente", "Argentina" y "Viva la patria", fueron algunos de los gritos. También se entonó el himno argentino.

Dirigentes de todo el arco político y precandidatos presidenciales opositores, cada uno por las suyas, también se acercaron a la movilización, a un mes de la conmocionante muerte del fiscal. Sergio Massa (Frente Renovador), el líder de Pro, Mauricio Macri, Elisa Carrió, por el radicalismo estuvieron presentes los presidenciables Ernesto Sanz y Julio Cobos y el dirigente Hermes Binner, las legisladoras Margarita Stolbizer y Victoria Donda.

Antonio Stiuso prestó testimonio bajo estricta reserva antes de la marcha