La Unión Europea abandonó la costumbre de la "foto de familia" de los líderes en las cumbres de Bruselas. Hasta finales del año pasado, los líderes de los 28 países de la UE solían posar juntos en una foto en cada reunión.

Sin embargo, el Consejo Europeo, el organismo que organiza los encuentros, explicó que, tal y como ocurrió en la cumbre de este jueves y viernes, ya no se tomarán más fotos de familia. "En parte, la idea era dar una imagen visual más moderna" que, simplemente, los líderes alineados en filas, dijo una fuente diplomática.

La decisión forma parte de las iniciativas del jefe del Consejo Europeo, el ex primer ministro polaco Donald Tusk, reelegido el jueves, para "modernizar" las cumbres. La decisión se produjo en un contexto de división de la UE en varios frentes, después de que Polonia reaccionara airadamente a la decisión de reelegir a Tusk como presidente del Consejo Europeo, algo a lo que Varsovia se oponía.

Algunas fuentes negaron que esta medida se tratara de un asunto político, mientras la UE prepara cumbres tanto de los 28 miembros como de los 27 países, cuando Gran Bretaña concrete su salida del bloque.

Las fotos de familia son tradición en las reuniones de organizaciones de todo el mundo y suelen dar una imagen de ambiente distendido. También permiten entrever el lenguaje corporal y la relación personal que guardan los políticos entre sí, al estar todos reunidos en un mismo lugar.

Con todo, las fotos de la UE no siempre han dado el resultado esperado. Así, el paseo de los dirigentes europeos en un lujoso yate en Malta el pasado febrero durante una cumbre centrada en la crisis migratoria en el Mediterráneo, donde han naufragado miles de personas, causó revuelo. Y ayer además el clima no estaba para fotos. Es que la idea de una UE con diferentes niveles de integración, defendida por las grandes economías del bloque, inquieta a la ex órbita soviética, pese a que se aseguró ayer que no se creará "un nuevo telón de acero". "Observé, con sorpresa, que algunos compañeros ven esto como la introducción de una nueva línea de división, como un nuevo telón de acero entre el Este y el Oeste. Esta no es la intención", apuntó Jean-Claude Juncker, presidente del ejecutivo comunitario.

TENSIÓN ENTRE SOCIOS