El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela revirtió este sábado su decisión de asumir las funciones del Parlamento de amplia mayoría opositora, anunció la corte.
El máximo tribunal de justicia en Venezuela revirtió el sábado dos polémicas sentencias que habían cercenado las facultades del parlamento dominado por la oposición, y que desataron protestas y acusaciones de "dictadura" contra el gobierno de Nicolás Maduro.
En la semana, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) había dictaminado que su sala constitucional asumiría el rol del parlamento, al considerar que este cuerpo permanece en "desacato" por no haber desincorporado a tres de sus miembros acusados de comprar votos.
Además, la corte había limitado la inmunidad parlamentaria abriendo la posibilidad de llevar a juicio o apresar a los diputados opositores, mayoría en el hemiciclo.
"En lo que respecta al punto referido a que la Sala Constitucional garantizará que las competencias parlamentarias sean ejercidas directamente por ésta (...) cuyo contenido se suprime", dijo el TSJ en un comunicado compartido por la televisora estatal VTV.
"Se aclara de oficio la sentencia N° 155 de fecha 28 de marzo de 2017, en lo que respecta a la inmunidad parlamentaria. Se suprime dicho contenido", agregó.
Estas decisiones encendieron las alarmas en América. La oposición las calificó como un "golpe de Estado", la OEA programó una reunión de emergencia el lunes, y varios países llamaron a dar marcha atrás y respetar la separación de poderes.
Los fallos, incluso, abrieron divisiones dentro de la administración de Maduro, que no suele ventilar sus diferencias. La fiscal general, Luisa Ortega, criticó las sentencias del TSJ asegurando que se trataba de una "ruptura del orden constitucional".
La reacción de Ortega provocó que Maduro convocara al Consejo de Defensa, el máximo órgano de consulta del país, y diera un discurso la madrugada del sábado para pedir a la corte que revise su decisión con el fin de "mantener la estabilidad constitucional"
CRISIS EN VENEZUELAAFP/Reuters