Se iba a tratar ayer, pero oficialismo y oposición la postergaron hasta el martes.

Pese a que Michel Temer aseguró anoche que no renunciará, en Brasil se puso en marcha una fuerte movida para convocar a elecciones anticipadas, en medio de pedidos de todo el abanico político para que el presidente dé un paso al costado, y miles de personas en las calles reclamando un nuevo gobierno. En este marco, la Cámara de Diputados evaluará el próximo martes una enmienda constitucional que prevé las elecciones directas para presidente de Brasil en caso de que el cargo quede vacante.

Los integrantes de la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados acordaron incluir el proyecto de enmienda en la agenda del martes, tras las fracasadas presiones de la oposición para que fuera votada ayer jueves. El presidente de la comisión, Rodrigo Pacheco, alegó que la votación era inviable ayer por falta de quórum y por la crispación política entre legisladores que pedían la renuncia inmediata de Temer y los que defendían su permanencia.

De acuerdo con la Constitución, en caso de renuncia del presidente o de que sea destituido por el Congreso o por la Justicia, su sucesor será escogido en una elección indirecta por los miembros del Parlamento.

La Carta Magna prevé que cuando falten menos de dos años para el fin del mandato de un presidente (el de Temer se extiende hasta el 1° de enero de 2019), la elección del nuevo jefe de Estado tiene que ser hecha en una sesión conjunta de los diputados y los senadores 30 días después de que el cargo quede vacante.

La oposición defendía desde hacía varias semanas una enmienda para que el Congreso pueda convocar a elecciones directas en caso de que la Presidencia quede vacante; la iniciativa ganó impulso ayer jueves hasta el punto de entrar en la pauta de votaciones, con el escándalo que salpicó directamente a Temer.

La denuncia de que el mandatario intentó obstruir la Justicia en el caso del escándalo de corrupción de la petrolera Petrobras llevó a la oposición brasileña, y hasta a algunos legisladores oficialistas, a exigir la renuncia inmediata de Temer.

"Primero, exigimos la renuncia inmediata del presidente Temer", y luego, "pedimos que se apruebe una enmienda constitucional que nos permita convocar unas elecciones directas ya", declaró Carlos Zarattini, jefe de los diputados del Partido de los Trabajadores (PT), que tiene al expresidentes Lula da Silva como su principal referente.

El diputado Esperidao Amin, del oficialista Partido Progresista y ponente de la enmienda en cuestión, dijo que la iniciativa no busca generar una nueva crisis sino, por el contrario, "prevenir crisis".

La denuncia contra Temer puede llevar a la Corte Suprema a abrirle una investigación penal, lo que le costaría el mandato.

El cargo de Temer también depende de un proceso que se tramita en la justicia electoral, en el cual se intenta determinar si la campaña de la fórmula que integró junto a Rousseff para las elecciones de 2014 fue financiada con dinero originado en la red de corrupción que operó en la estatal Petrobras.

El mandato del jefe de Estado también está amenazado por las peticiones ya hechas por algunos parlamentarios para que el Congreso le abra un juicio de destitución a Temer, similar al que terminó con el desalojo de Rousseff en agosto pasado.

Para estos cuatro posibles casos que pueden dejar la Presidencia vacante —renuncia, proceso penal en la Corte Suprema, sanción del Tribunal Electoral o destitución en el Congreso—, la única salida posible prevista por la Constitución es la elección indirecta del jefe de Estado.

En tanto, anoche miles de personas tomaron las calles en las principales ciudades de Brasil para manifestarse contra el gobierno de Temer. Las manifestaciones fueron convocadas a través de las redes sociales por organizaciones de la sociedad civil, que además de exigir el fin del gobierno de Temer, pidieron convocar a elecciones generales. Las principales concentraciones se desarrollan en Río de Janeiro, San Pablo y en la capital, Brasilia, en medio de fuertes operativos de seguridad.

Las miles de personas marcharon al grito de "¡Fora Temer!" y también de elecciones "¡Directas ya!", una consigna que movilizó masivamente a los brasileños al finalizar la dictadura (1964-1985). Los movimientos que sacaron a millones de personas a las calles para pedir la salida de Rousseff hace un año, llaman ahora a volver a las calles para castigar a los "corruptos".
EFE, AFP

El expresidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso, afirmó ayer jueves que si Michel Temer carece de argumentos convincentes para defenderse de las acusaciones de corrupción "tendrá el deber moral de facilitar la solución, así sea con la renuncia". En su perfil en Facebook, Cardoso, que gobernó Brasil entre 1995 y 2005, apuntó que "es necesario saber con exactitud los hechos que afectaron de forma profunda nuestro sistema político y causaron tanta indignación y decepción". Cardoso pertenece al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). El exmandatario opinó que deben ser publicadas las grabaciones que forman parte de las denuncias que implican a Temer y al senador Aécio Neves del PSDB. "Los afectados tienen el deber de explicar y ofrecer a la opinión pública sus versiones. Si los alegatos de la defensa no son convincentes (...), los implicados tendrán el deber de facilitar la solución, así sea con la renuncia", dice Cardoso.

El exmandatario advierte que "el país tiene prisa", y subraya que no es momento para retardar las investigaciones. "Hay prisa, sobre todo, para restablecer la moralidad de las instituciones y de la conducta de los hombres públicos". El PSDB de Cardoso es uno de los principales partidos en la alianza oficialista que sustenta a Temer y cuanta con dos cargos en su gabinete. Uno de esos cargos, Bruno Araújo, ministro de Ciudades, renunció ayer.

TSUNAMI BRASILEÑO: TEMER EN JAQUE