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Claudio Bonadio, el juez "pistolero" que tiene en apuros a los K

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Claudio Bonadio. Foto: La Nación / GDA

Claudio Bonadio fue uno de los jueces federales que más avanzó contra funcionarios del kirchnerismo cuando aún estaban en el poder en Argentina y el que más cerca estuvo de que lo echaran.

Fue él quien instruyó la investigación del caso Hotesur, sobre los hoteles presidenciales que se habrían usado para lavar dinero de la corrupción.

Bonadio, con más de 20 años como juez federal, conoce los pliegues de la política. Con Cristina Kirchner en la Casa Rosada allanó las oficinas de su hijo, Máximo, en Río Gallegos por el caso Hotesur. En esos meses de campaña electoral indagó a Aníbal Fernández, al ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli, al ex ministro de Economía Hernán Lorenzino, pidió la captura de Ricardo Jaime, procesó a Juan Pablo Schiavi, Guillermo Moreno, Juan Manzur y Amado Boudou.

Semejante envión mereció el reproche de Cristina Kirchner, quien por cadena nacional lo llamó “juez pistolero”. Hacía referencia a un tiroteo que protagonizó el juez en 2001 cuando mató a dos ladrones en defensa propia que lo atacaron una noche. Hubo una ofensiva en el Consejo para destituirlo, pero el kirchnerismo no reunió los votos. El juez reconoce que le gustan las armas. Tiene unas 10 pistolas Glock, y no tiene custodia. “Soy cazador, instructor de tiro, practico un deporte”, respondió Bonadio cuando Cristina Kirchner lo acusó.

En el medio de la investigación por Hotesur, le rebajaron el sueldo, lo denunciaron y fue amenazado de muerte con un texto anónimo, que además adelantaba que uno de sus hijos aparecería comprometido en una causa por narcotráfico. Después de eso, un hijo del juez fue denunciado por el diputado kirchnerista Marcelo Fuentes de lavar dinero a través de un estudio de música.

No es la primera vez que lo denuncian. Bonadio es el segundo más denunciado después del juez Norberto Oyarbide.

Peronista, recibe en su despacho a quien lo visite con un cartel que avisa: “No se preocupe, yo tampoco llegué por concurso”. Llegó a juez de la mano del menemismo.

Fue subsecretario legal y técnico y Menem lo propuso para ser juez federal de Morón en 1993. Fue designado juez federal de la Capital en 1994. En su juventud tuvo cercanía con Guardia de Hierro en los 70 y en 1983 se acercó al Frente de Unidad Peronista.

A los 61 años, tiene diálogo con referentes políticos. Supo compartir café con el cardenal Jorge Bergoglio y suele almorzar con Miguel Ángel Pichetto, operador del peronismo. (En base a La Nación y Clarín)

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Claudio Bonadio. Foto: La Nación / GDA

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