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Castro ratificó política con límites al sector privado

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El presidente Raúl Castro ratificó que en su país no habrá apertura política. Foto: AFP
Handout picture of Cuban official website www.cubadebate.cu, showing President Raul Castro giving a speech during the opening of VII Congress of Cuban Communist Party (PCC) at Convention Palace in Havana, on April 16, 2016. President Raul Castro vowed Saturday never to pursue "privatizing formulas" or "shock therapy," setting the tone for a Communist Party congress convened to review progress in revamping the island's Soviet-style economy. - RESTRICTED TO EDITORIAL USE - NO MARKETING, NO ADVERTISING CAMPAIGNS - MANDATORY CREDIT: AFP PHOTO/CUBA DEBATE/ISMAEL FRANCISCO - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS - XGTY / AFP / Cuba Debate / ISMAEL FRANCISCO / RESTRICTED TO EDITORIAL USE - NO MARKETING, NO ADVERTISING CAMPAIGNS - MANDATORY CREDIT: AFP PHOTO/CUBA DEBATE/ISMAEL FRANCISCO - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS - XGTY CUBA-COMMUNIST-CONGRESS-CASTRO
ISMAEL FRANCISCO/AFP

Defendió el partido único y denunció “ofensiva imperialista”.

Ni privatizaciones ni terapias de choque: Raúl Castro enfrió las expectativas de cambio en Cuba generadas por la reconciliación con Estados Unidos, y aseguró que el Estado seguirá manejando la economía, al abrir el Séptimo Congreso del Partido Comunista (PCC).

"Cuba jamás puede permitirse la aplicación de las llamadas terapias de choque, frecuentemente aplicadas en detrimento de las clases más humildes de la sociedad", afirmó Castro ante los mil delegados del partido único.

El máximo órgano de decisión, que deliberará hasta el martes, deberá definir el rumbo de Cuba para los próximos cinco años.

En un discurso televisado de poco más de dos horas, un Castro relajado en saco y sin corbata recortó las expectativas —más externas que internas— de un cambio acelerado en la isla tras el acercamiento político con Estados Unidos.

En el poder desde 2008, Castro lleva a cabo un proceso gradual de flexibilización del modelo económico de corte soviético (en el que el Estado controla el 80% de la actividad), a través de una cautelosa apertura al trabajo privado y las inversiones extranjeras.

Castro justificó el ritmo lento de las reformas aduciendo el compromiso que asumió cinco décadas atrás la revolución con la población cubana, que hoy alcanza los 11,1 millones.

"Esta premisa, que se corresponde con el principio de que nadie quedará desamparado, condiciona en gran medida la velocidad de la actualización del modelo económico cubano, en lo cual es innegable la influencia de la crisis económica internacional y en particular los efectos de bloqueo (estadounidense) contra Cuba", dijo Castro.

El mandatario de 84 años abrió el que debería ser su último Congreso del Partido Comunista de Cuba al frente del gobierno, ya que según ratificó dejará esa función en 2018.

Sin embargo, al igual que su hermano Fidel —próximo a cumplir 90 años y quien delegó el poder por enfermedad—, podrá seguir influenciando las decisiones dentro del sistema de partido único.

Ofensiva.

Raúl Castro volvió a insistir en el lastre que supone para la isla el embargo estadounidense vigente desde 1962, pese al levantamiento de algunas restricciones por parte del presidente Barack Obama, quien visitó la isla en marzo.

"Ellos mismos lo han dicho: 50 años de bloqueo no dio resultado y no pudimos aislar a Cuba", indicó el presidente. "Hay que cambiar eso porque no dio resultado y por qué lo van a cambiar, por otros métodos y más difíciles de combatir".

Asimismo, sostuvo que "América Latina y el Caribe se encuentran bajo los efectos de una fuerte y articulada contraofensiva imperialista y oligárquica contra los gobiernos revolucionarios y progresistas. Esta política está dirigida principalmente contra la hermana República Bolivariana de Venezuela, y se ha intensificado en los últimos meses en Bolivia, Ecuador, Brasil, así como en Nicaragua y El Salvador".

Se comprometió a mentenr el esfuerzo, como hasta ahora, para alentarel proceso de paz en Colombia.

Límites.

Aun así, "las fórmulas neoliberales que propugnan la privatización acelerada del patrimonio estatal y de los servicios sociales, como la educación, la salud y la seguridad social nunca serán aplicadas en el socialismo cubano", dijo.

Asimismo, enfatizó, la actividad estatal seguirá "siendo la forma principal de la economía" y "la empresa privada actuará en límites bien definidos".

En ese sentido, advirtió sobre "las aspiraciones de poderosas fuerzas externas" de estimular el fin de la revolución mediante el "empoderamiento" del incipiente sector privado, pese a lo cual llamó a no satanizar como "contrarrevolucionarios" a los trabajadores independientes.

Respecto del Partido Comunista, propuso establecer 60 años como edad máxima para ingresar en el Comité Central y hasta 70 años para desempeñar cargos de dirección en esa fuerza política.

Antes del discurso muchos cubanos ya daban por hecho que este Congreso del PCC —lamado de transición por Castro— no arrojaría grandes anuncios.

Las dos visiones de la economía.

Los más viejos y cercanos a la revolución apenas aguardan un alivio en la situación económica (el salario promedio ronda los US$ 24 mensuales). "Mi economía avanzará y mi estado social avanzará", dijo Roberto Díaz, de 78 años, empleado de la Oficina del Historiador. Entre los jóvenes hay escepticismo. "¿Me podría mejorar a mí? No lo creo, lo más probable es que se va quedar igual", dijo Leonardo Gamboa, un caricaturista de 20 años.

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El presidente Raúl Castro ratificó que en su país no habrá apertura política. Foto: AFP

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