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Bruselas extiende la alerta y en París hallan explosivos

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Un efectivo belga, en guardia en una de las plazas de Bruselas.

Bruselas y París continúan en alerta extrema por posibles nuevos ataques terroristas. En la capital belga se mantendrá el nivel máximo de alarma por amenazas mientras que en la capital francesa se encontró un cinturón explosivo similar al utilizado el día de los atentados.

"Todavía afrontamos el mismo tipo de amenazas que mencioné el domingo", señaló el primer ministro belga, Charles Michel, quien recordó que existe un riesgo "grave e inminente" contra los lugares que habitualmente reúnen a muchas personas, en particular, las calles y centros comerciales y el transporte público.

Para el resto de Bélgica se aplicará el nivel 3, de amenaza "posible y probable", indicó Michel en una conferencia de prensa tras una reunión del Consejo de Seguridad Nacional.

El jefe del Gobierno belga indicó que ambos niveles de alerta se prolongará hasta el próximo lunes.

No obstante, con el objetivo de "empezar a volver a la normalidad", las autoridades belgas han decidido reabrir las escuelas mañana, detalló Michel, quien aseguró que "se tomarán medidas de seguridad suplementarias".

Asimismo, se volverá a poner el metro en funcionamiento, probablemente de manera progresiva, indicó.

En este snetido, el ministro de Seguridad, Jan Jambon, exhortó a los habitantes a que sigan con su rutina.

"Tomamos las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la gente. Pero la vida debe seguir en Bruselas, la vida económica y la vida social (...)" dijo el ministro.

"Es una señal clara y fuerte de que queremos evolucionar hacia una situación normal", subrayó el primer ministro.

En paralelo al mantenimiento de los actuales niveles de alerta, el jefe del Ejecutivo explicó que seguirán aplicándose medidas para la disminución de los grandes eventos con mucho público, por motivos de seguridad, pero también para liberar a efectivos de la policía y el ejército y que puedan destinarse a otras tareas.

Por otra parte, se reforzará la presencia sobre el terreno de la Policía y el Ejército en Bruselas, pero también en el resto de Bélgica, y las fuerzas de seguridad estarán "muy atentas a los transportes públicos".

Indicó asimismo que el próximo lunes habrá una nueva evaluación de la amenaza por parte del Órgano de Coordinación y Análisis de la Amenaza.

Según el primer ministro, el trabajo de los investigadores y juristas es "difícil", pero "debe seguir adelante".

Un efectivo belga, en guardia en una de las plazas de Bruselas.
Un efectivo belga, en guardia en una de las plazas de Bruselas.

Sospechosos.

Son cuatro las personas en Bélgica contra quienes pesan cargos de participación en los atentados de la capital francesa.

Por otra parte, de los cinco detenidos ayer en registros en Bruselas y en Lieja, en el este de Bélgica, dos fueron puestos en libertad, mientras que los otros tres seguirán en prisión al menos 24 horas.

En tanto, la Policía belga intenta detener a Salah Abdeslam, sospechoso clave de los atentados en la capital francesa, que dejó 130 muertos y fue reivindicada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Este francés de 26 años, residente en el barrio de Molenbeek en Bruselas, sigue prófugo 10 días después de la masacre. Las autoridades creen que logró salir de la capital francesa gracias a la ayuda de dos cómplices que vinieron a buscarlo desde Bruselas.

"Todo el mundo sabe que hay cierto peligro con él, y por eso (Abdeslam) es un objetivo importante" declaró el ministro belga de Interior, Jan Jambon.

Francia también.

Los atentados mantienen en alerta también a los parisinos. El grupo terrorista, que ayer amenazó con derribar la Torre Eiffel, continúa realizando acciones.

Ayer, la Policía francesa logró destrabar una de ellas. En la noche europea fue encontrado un cinturón de explosivos similar a los utilizados en los atentados del 13 de noviembre en una papelera de la ciudad de Montrouge, al sur de la capital.

Las fuerzas del orden establecieron un cordón de seguridad en torno al punto en el que fue localizado ese dispositivo en la calle Chopin, señaló la emisora radial France Info.

El cinturón llevaba una carga en la parte delantera, la que va junto al vientre, y otra en la trasera, la que va en la espalda.

Los agentes de la Policía Judicial y de la Policía Científica que se desplazaron a Montrouge debían establecer si esas cargas se podían activar, es decir, si representaban un peligro.

A falta de esas y otras verificaciones sobre su posible relación con los ataques, las primeras observaciones apuntaban a que es de un modelo igual al utilizado por los terroristas suicidas que actuaron hace diez días en París.

A su vez, Montrouge es uno de los escenarios de la investigación de los ataques porque el teléfono móvil de Salah fue localizado allí en un momento de la noche del día 13.

La noche de los atentados tres terroristas se hicieron saltar por los aires con cinturones de explosivos —en los que se habían añadido tuercas para causar más daño— en las afueras del Estadio de Francia donde se disputaba el partido amistoso Francia-Alemania.

También utilizaron esos dispositivos para suicidarse los tres miembros del comando que actuaron en la sala de conciertos Bataclan, donde mataron a 89 personas e hirieron a más de 200.

Brahim Abdeslam, hermano de Salah, que estaba en el comando que tiroteó varias terrazas de bares y restaurantes al este de la plaza de la República de París, también llevaba un cinturón de explosivos que activó para suicidarse.

En Latinoamérica.

El carácter descentralizador que tiene el Estado Islámico hace que cualquiera pueda afiliarse al grupo terrorista. El Gobierno de Trinidad y Tobago fue uno de los primeros de Latinoamérica en confirmar que ciudadanos de su país se sumaron a este grupo en los pasados tres años y que varios de ellos han sido asesinados.

Así lo indicó en una intervención radiofónica el ministro de Seguridad Nacional, Edmund Dillon, en la que explicó que son 89 personas, compuestas por 35 hombres —entre ellos un abogado, un doctor, un ingeniero, un boxeador y un salvavidas—, y el resto son familiares de cada uno de ellos.

Dillon explicó que en la actualidad el EI "no representa una amenaza para Trinidad y Tobago" y que no hay ley alguna que prohíba regresar a su país de origen a los ciudadanos trinitenses que se han unido al grupo terrorista.

Aseguró que es consciente de la existencia de leyes que vetan el regreso de terroristas combatientes en el extranjero, por lo que el Gobierno buscará trabajar con sus aliados para enjuiciar a los que hayan cometido crímenes internacionales.

Aún así, insistió en que "por el momento siguen siendo ciudadanos de Trinidad y Tobago".

Por su parte, el exministro de Seguridad Nacional Gary Griffith se unió al llamado de varios expertos locales que abogan por la creación de leyes que prohíban el regreso de trinitenses combatientes del EI.

El último censo indica que el 5 % de los 1,3 millones de habitantes del país profesan la fe musulmana.

EE.UU. emite una alerta mundial por viajes.

El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió ayer una alerta a los ciudadanos estadounidense que viajan por el mundo por las amenazas terroristas. "Estos ataques pueden emplear una amplia variedad de tácticas, con armas convencionales y no convencionales y dirigidas tanto a los intereses oficiales como privados", explicó el gobierno de Barack Obama. Según el comunicado, el riesgo existe porque las personas no están afiliadas a los grupos y atacan inspirados en ellos.

Francia destruye dos objetivos del Estado Islámico en Irak.

Cazas del portaaviones francés Charles de Gaulle que ayer llegó a la que se considera su zona de operaciones en el Mediterráneo oriental destruyeron dos objetivos del Estado Islámico (EI) en las ciudades iraquíes de Ramadi y Mosul.

Dos patrullas compuestas cada una por dos aviones Rafale llevaron a cabo esas misiones en apoyo de las fuerzas iraquíes, informó el Estado Mayor del Ejército francés en un comunicado de prensa.

En Ramadi pusieron "fuera de combate" a "un grupo de terroristas", mientras que en Mosul destruyeron una posición de artillería que disparaba contra las tropas iraquíes.

Las operaciones se prolongaron durante siete horas y los aviones de combate franceses fueron repostados en vuelo. El "Charles de Gaulle" ha sido enviado después de los atentados de París del pasado 13 de noviembre para reforzar el dispositivo francés contra el Estado Islámico en Siria e Irak, que se ha triplicado y cuenta con 38 aeronaves.

Con su llegada a la zona de operaciones, Francia ha triplicado sus capacidades allí, ya que hasta ahora actuaba con cazas desplegados en bases militares en Jordania y los Emiratos Árabes Unidos.

Francia actúa contra el EI en Irak desde septiembre de 2014, una misión que movilizaba a 700 militares y una docena de aviones de caza, además de un avión de patrulla marítima. También tiene militares en Bagdad y Erbil para la formación de las fuerzas iraquíes.

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