El empresario aludió sin mencionarla a la exjefa de Estado.
En una elíptica alusión a la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, el empresario Lázaro Báez reclamó a la Justicia que investigue a empresarios y a "las máximas autoridades del Poder Ejecutivo", del Congreso y de la oposición, por la obra pública realizada "en los últimos períodos de gobierno" en Argentina.
"Si me investigan a mí, investiguen a todos", dijo Báez, procesado con prisión preventiva por lavado de dinero, y que fue un estrecho colaborador del fallecido expresidente argentino Néstor Kirchner.
Mencionó entre aquellos a los que se debería investigar a Angelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri y titular de la constructora Iecsa SA, como el tercer empresario por volumen de negocios con el Estado argentino. Y también a sus socios y exsocios. No quiso dejar a nadie afuera.
Báez había pedido además una audiencia a la Cámara Federal para defenderse personalmente, lograr que revoquen su procesamiento y buscar la libertad. El tribunal lo citó para el 6 de junio, a las 11.15.
"Es la administración quien selecciona las empresas contratistas", escribió Báez, y dijo que lo hace a través de licitaciones que son el mecanismo que asegura transparencia. Sostuvo que este proceso está "controlado y observados y evaluados", por todos los partidos políticos del país.
Juez negó cobro de sobornos.
El juez federal Sebastián Casanello, a cargo de la ruta del dinero K, negó las acusaciones vertidas en su contra por el periodista Eduardo Feinmann, referidas a un supuesto pago de soborno de tres millones de pesos para no investigar a Lázaro Báez y a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. "Desmiento categóricamente", dijo.
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