Cinco legisladores heridos; vice El Aissami había instigado ir al Parlamento.

Seguidores del gobierno de Nicolás Maduro asaltaron ayer miércoles el Parlamento venezolano, hirieron al menos a cinco diputados y provocaron varios destrozos en el edificio. Fue el corolario de una jornada en la que Venezuela celebró su Día de la Independencia, con dos actos bien distintos: la oposición en el Parlamento, Maduro presidiendo un desfile militar. Dos imágenes que reflejan la división del país.

Con palos y piedras, decenas de personas, algunas encapuchadas, forzaron los portones del Palacio Legislativo, donde se celebraba una sesión solemne por el Día de la Independencia. Al menos tres de los agresores estaban armados, según testimonio de periodistas. Los chavistas golpearon a los diputados y a otros funcionarios, y obligaron a periodistas a bajar sus cámaras y abandonar el sitio, sin que en un principio fueran contenidos por la guardia.

Los diputados Américo de Grazia, Nora Bracho, Armando Armas, Luis Carlos Padilla y Leonardo Regnault fueron heridos y trasladados a un centro médico. Manchas de sangre quedaron en las paredes y algunos legisladores tenían las ropas rasgadas.

"Esto no duele más que ver todos los días cómo perdemos el país", declaró Armas, al subir a la ambulancia con vendas ensangrentadas en la cabeza.

Venezuela vive una alta tensión con protestas opositoras callejeras reclamando la renuncia de Maduro, y una fuerte represión del gobierno que ha dejado hasta ahora 91 muertos desde el 1° de abril. Todo agravado por una devastadora crisis económica y una inflación disparada.

La asonada en el Parlamento ocurrió mientras Maduro encabezaba un desfile militar en el paso de Los Próceres, por el 206 aniversario de la independencia venezolana. "Condeno absolutamente estos hechos, hasta donde los conozco. No voy a ser nunca cómplice de ningún hecho de violencia", dijo Maduro en el acto, sin admitir que quienes entraron al Legislativo fueran seguidores suyos.

Durante el desfile, Maduro resaltó la lealtad de la cúpula militar y pidió a la Fuerza Armada —a la que ha conferido gran poder político y económico— mantenerse unida y en apoyo a la "revolución" y a la Constituyente.

En tanto, el presidente del Parlamento, Julio Borges, llamó a la institución castrense a defender la democracia, tras lamentar que el "militarismo se esté imponiendo" por encima de los civiles. "Venezuela vive un dilema, una encrucijada, queremos pasar de la soberanía de la pólvora a la soberanía de los votos", sostuvo.

Los chavistas que atacaron el Parlamento tuvieron un instigador. El vicepresidente Tareck El Aissami había encabezado un sorpresivo acto en el hemiciclo junto con el jefe de la Fuerza Armada, general Vladimir Padrino López, para conmemorar la independencia. El Aissaimi llamó "a los excluidos por el modelo capitalista y por esta clase política apátrida (oposición)" a acudir al Parlamento a refrendar su compromiso con la "revolución".

Luego un grupo de chavistas se apostó frente al edificio legislativo para un "plantón" de seis horas en el que lanzó consignas contra los opositores y la fiscal general, Luisa Ortega, a quien el oficialismo le sigue un proceso judicial para destituirla. "Traidora", le gritaron los oficialistas a Ortega afuera del Parlamento.

Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, países fundadores del Mercosur, expresaron en un comunicado conjunto su "más categórico rechazo" a la violencia desatada en la Asamblea Nacional de Venezuela. "Tales hechos, precedidos de una intervención de altas autoridades del Poder Ejecutivo, sin previo acuerdo de las autoridades legislativas, constituyen un avasallamiento del Ejecutivo sobre otro Poder del Estado, inadmisible en el marco de la institucionalidad democrática", señaló el bloque regional.

"Exhortamos al Gobierno de Venezuela a poner fin inmediatamente a todo discurso y acciones que incentiven una mayor polarización, con el consecuente crecimiento de la violencia, y a garantizar el respeto a los derechos humanos, la separación de los poderes y la vigencia del Estado de Derecho", añade el texto.

El piloto de la policía que lanzó granadas desde un helicóptero contra el Tribunal Supremo de Justicia y el Ministerio de Interior venezolanos, reapareció ayer miércoles luego de una semana y anunció una segunda fase del plan para pedir la renuncia de Nicolás Maduro. En un video difundido en la madrugada del miércoles, el agente Óscar Pérez no precisó detalles sobre esa segunda fase. El agente aseguró que las maniobras hechas el pasado día 27, "fueron logradas a la perfección en una primera fase". Y agregó: "No hubo daños colaterales porque así fue programado, porque no somos unos asesinos como lo es usted señor Nicolás Maduro, como lo es usted señor Diosdado Cabello, que enlutan todos los días hogares venezolanos".

VIDEOAFP, EFE, REUTERS