La opción por una economía claramente aperturista se evidenció desde diciembre pasado con la quita del cepo cambiario y la eliminación del sistema que restringía las importaciones, y el objetivo de abrirse a los mercados internacionales para obtener financiamiento e inversiones que sustenta la agenda política.

"Lo que estamos haciendo es conversar con todos los presidentes, senadores, diputados, en definitiva de lo que es la región prioritariamente porque creemos en el potencial de este triángulo geográfico del Conosur que conformamos junto a Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay. Se trata de la región que en muy poco tiempo va a ser el centro del mundo y que es el único lugar que queda con posibilidades abiertas a todos. Aquí se produce la mayor cantidad de alimentos en el mundo, está la mayor cuenca de agua dulce y hay posibilidades de minería sustentable y de industria pesquera sin explotar. Y tal como hablábamos con los presidentes (Dilma) Russeff, (Tabaré) Vázquez y (Michelle) Bachelet cada obra de infraestructura y conectividad que hagamos nos beneficiará y justamente esa conectividad entre nosotros es lo que le debemos ofrecer juntos al mundo", expuso a El País la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien ha sido la encargada de realizar viajes a países vecinos.

En el caso de Uruguay la agenda de trabajo es vasta, y viene siendo el "más mimado de la región" por el nuevo Gobierno: fue uno de los primeros países en donde se nombró embajador con una figura de renombre dentro del macrismo como es el ex- ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, que comenzó a trabajar de inmediato y también se trató del primer país que Macri visitó tras asumir la presidencia. La prioridad se reflejó asimismo hace un par de semanas cuando la canciller, Susana Malcorra, cumplimentó en Montevideo su primera visita oficial a nivel de Cancillería; y la lista de visitas de funcionarios argentinos continúa.

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