La jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, reiteró "el no reconocimiento" de la UE a la anexión rusa de la región ucraniana de Crimea y consideró que "sigue siendo un desafío directo a la seguridad internacional", cuando se cumplen tres años de tal acción.
La anexión de Crimea "sigue siendo desafío directo a la seguridad internacional con graves implicaciones para el orden internacional, que protege la unidad y la soberanía de los Estados", afirmó en un comunicado la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior.
Mogherini aseguró que la UE "sigue comprometida a implementar su política de no reconocimiento, incluyendo sanciones" y llamó a los Estados miembros de la ONU a considerar "medidas similares de no reconocimiento".
"La Unión Europea no reconoce la celebración de elecciones por parte de la Federación de Rusia en la península de Crimea ni a representantes locales o nacionales ser elegidos", recordó.
En el pasado año, añadió, "la militarización de la península ha seguido afectando a la situación de seguridad en la región del mar Negro y la situación de los derechos humanos en la península de Crimea se ha deteriorado aún más".
"Los derechos de los tártaros de Crimea han sido gravemente violados por el cierre" de sus medios en la región, "la prohibición de las actividades del Medzhlis (asamblea popular tártara) y la persecución de sus líderes", entre quienes citó a abogados como Emil Kurbedinov y Mykola Polozov, acusados con cargos criminales por defender los derechos de esa minoría étnica.
"Los casos pendientes de violaciones de los derechos humanos, como las desapariciones forzadas, tortura y homicidios, deberían ser objeto de una investigación exhaustiva", concluyó Mogherini, para quien es "fundamental" el acceso "pleno, gratuito y sin restricciones de los agentes internacionales de derechos humanos a todo el territorio de Ucrania".
POSICIÓN DE LA UE