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Acotan el área de búsqueda y definen relevos en Armada

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Mar del Plata: en la base naval esperan noticias del ARA San Juan. Foto: EFE

FAMILIARES ESPERAN POR UN MILAGRO

Desde hoy operará el minisubmarino de EE.UU. donde estaría el San Juan.

Mar del Plata: en la base naval esperan noticias del ARA San Juan. Foto: EFE
Mar del Plata: en la base naval esperan noticias del ARA San Juan. Foto: EFE

La búsqueda del submarino ARA San Juan, perdido en el Atlántico sur desde hace doce días, continuó ayer lunes, pero sin rastros de la nave. "Lamentablemente no hemos tenido todavía una localización o detección del submarino San Juan", informó en Buenos Aires el portavoz de la Armada, Enrique Balbi.

La búsqueda del submarino y sus 44 tripulantes se concentra en un radio de 36 km dentro del área general de rastrillaje en el Atlántico sur, a unos 450 km de las costas de la Patagonia.

"Después de 12 días de búsquedas la situación, el ambiente, no deja de ser extremo y adverso" pero "no podemos confirmar ni ser categóricos hasta tanto no tener más evidencias", añadió.

El vocero de la Armada precisó que el navío Skandi Patagonia mapeaba el fondo del mar con la ayuda de otros cinco barcos de diferentes nacionalidades.

Catorce países participan del operativo de búsqueda y rescate. Pero los que poseen la "tecnología y los medios modernos más adecuados son Estados Unidos y Rusia, como un legado del desarrollo en la Guerra Fría", dijo a la AFP el ingeniero naval y experto en submarinos Horacio Tettamanti.

En el punto de búsqueda, el océano tiene diversas profundidades, que van de 300 a 1.000 metros.

El sumergible está diseñado para no ser notado. "La detección de un submarino es un proceso muy difícil y hay muchos factores que entran en juego, como el clima", dijo Adam Slavinsky, piloto de un avión P-8 de la Marina de Estados Unidos, a su regreso de una misión de avistaje.

La aeronave norteamericana sentó su base de operaciones en Puerto Belgrano, unos 800 km al sur de Buenos Aires, donde se encuentra la mayor unidad de la Armada argentina. Desde allí se coordinan las misiones de búsqueda.

El domingo, un minisubmarino de rescate de la Marina de Estados Unidos zarpó del puerto de Comodoro Rivadavia, 1.750 km al sur de Buenos Aires, a bordo de un buque civil de bandera noruega. La cápsula llegó ayer al área de búsqueda, lista para sumergirse hasta los 610 metros y acoplarse al ARA San Juan, de ser hallado, para realizar el eventual rescate.

Otro minisubmarino, de origen ruso y equipado para escanear el fondo del mar, será trasladado al área de búsqueda en los próximos días.

Tettamanti estima que después de 14 días, no hay más posibilidad de encontrar sobrevivientes.

La última comunicación del ARA San Juan, con 66 metros de eslora y uno de los tres sumergibles de la Armada argentina, fue el miércoles 15 de noviembre. Había superado, al parecer, una avería en las baterías.

Un centro antinuclear con sede en Austria y un sistema de detección de Estados Unidos informaron la semana pasada a Argentina que se registró una explosión en la zona el día de la desaparición.

Reestructura.

Mientras el país sigue en vilo y se mantiene abierta la crisis por la desaparición del submarino ARA San Juan, el presidente Mauricio Macri ya tiene decidido cambiar a los jefes de las Fuerzas Armadas antes de fin de año y define por estas horas sus posibles reemplazantes. Los cambios forman parte de un plan de reestructuración militar que le dará más poder al jefe del Estado Mayor Conjunto.

Macri cree que los jefes actuales "atrasan" en su mirada de las fuerzas. Aunque el relevo de la cúpula militar se cristalizará en medio de los coletazos de la búsqueda aún infructuosa del ARA San Juan, el presidente lo viene meditando desde hace varios meses, como parte de la reforma en la que trabaja activamente el ministro de Defensa, Óscar Aguad.

Serán relevados, así, los jefes de la Armada, almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur; del Ejército, teniente general Diego Suñer, y de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Víctor Amrein. Más allá de los reemplazantes, la idea es fortalecer al jefe del Estado Mayor Conjunto (EMC) de las Fuerzas Armadas, teniente general Bari del Valle Sosa, quien permanecería en el cargo, un escalón por encima de los otros jefes militares.

Si bien la situación de la Armada pone en la lupa a todos los almirantes —ya pidió su retiro el jefe de la base de Mar del Plata, Gabriel González—, para reemplazar a Srur es tenido en cuenta el comandante Luis Enrique López Mazzeo.

Tensión entre los familiares.

Familiares de los 44 tripulantes vivieron ayer lunes momentos de tensión por discrepar sobre si hay o no supervivientes. El entredicho entre los propios familiares se registró dentro de la base de Mar del Plata. El incidente se suscitó cuando Itatí Leguizamón, esposa de uno de los tripulantes, fue agredida por familiares de otros marineros después de que ella diera por hecho en televisión que los submarinistas "están muertos".

La mujer relató que al intentar entrar en la base ayer lunes, para conocer las últimas novedades en el operativo de búsqueda, "varias personas" la insultaron, le dijeron que se fuera y hasta intentaron pegarle.

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